Un fin de semana lleno de emociones y gratos momentos en medio de la naturaleza vivió un grupo de pescadores con mosca de Osorno, La Unión y Valdivia, que se dieron cita en el río Pichico, en la comuna de Los Lagos. Los mosqueros vadearon un extenso tramo del cauce en busca de las tan preciadas truchas Arcoíris y Fario, objetivo que la mayoría cumplió con buenas capturas, que luego fueron devueltas intactas al agua. Y si bien algunos "pincharon" truchas, al final se quedaron con las ganas de posar con las piezas, ya que, por diversos factores, los peces ganaron la pelea.

Los deportistas hicieron gala de toda su destreza con las cañas y líneas de flote para llegar con las ninfas y perdigones a los puntos donde se ocultan las truchas en el agua, generalmente bajo los árboles, cerca de las correderas, pozones y troncos.

Uno de los asiduos mosqueros de este grupo está empecinado en heredar su pasión por la pesca a su hijo Nicolás Ríos González, de 6 años, a quien instruyó con maestría en este deporte. El pequeño (abajo) posa orgulloso con una trucha en sus manos en esta página gráfica.

El entorno natural del hermoso río, dominado por el bosque nativo, fue un premio al esfuerzo y cansancio para los pescadores deportivos, que caminaron por orillas despejadas, pero también por densos matorrales.

Ya terminada la primera jornada, el descanso estuvo coronado en la tarde-noche con un apetitoso asado al palo y brebajes espirituosos, que dieron paso a la narrativa de historias de pesca, anécdotas y también a la música, al más puro estilo del extinto programa televisivo Mekano…

Como el encuentro fue tan grato y lleno de satisfacciones, prometieron repetirlo en los próximos meses, en el mismo escenario natural, siempre y cuando el anfitrión esté dispuesto a demostrar nuevamente su hospitalidad.