Crece la venta ilegal de fármacos por internet y ferias de la provincia
PELIGRO. En las ferias libres y a través de redes sociales es posible encontrar todo tipo de medicamentos de dudosa procedencia, en malas condiciones de almacenamiento e incluso contrabando. Vecinos acusan que son utilizados como drogas. Químico farmacéutico advierte sobre los graves riesgos de su consumo para la salud y llama a denunciar a los vendedores informales.
Al recorrer las ferias libres que se realizan en distintos puntos de la comuna y provincia, es posible encontrar la venta de diferentes tipos de medicamentos en plena calle, sin ningún tipo de control y en paupérrimas condiciones de almacenamiento, lo que constituye una venta ilegal e incluso en algunos casos es considerado tráfico de drogas. A esa realidad, que con el paso de los años se ha incrementado, se suma la comercialización ilegal a través de redes sociales, donde incluso es posible adquirir fármacos prohibidos en el país.
La comercialización y adquisición de medicamentos en la ilegalidad es una práctica que preocupa especialmente a los químicos farmacéuticos, quienes advierten del grave riesgo para la salud y la vida al ingerir estos productos. Muchos poseen una baja o nula calidad medicinal, algunos son falsificados o adulterados, no están asociados a tratamientos médicos que controlen las dosis y tiempo de consumo, entre otros aspectos negativos.
Según cifras dadas a conocer hace unas semanas por el Instituto de Salud Pública (ISP), los decomisos por venta ilegal de medicamentos han ido en alza durante los últimos 10 años, con un incremento de 29% sólo entre 2020 y 2021 en todo el país. Entre los productos se incluyen antibióticos y fármacos con receta retenida que están sujetos a control de estupefacientes (estrella roja en sus cajas) como codeína, codoxima, metadona, morfina, entre otros, además de los clasificados como sicotrópicos, tales como alprazolam, bromazepam, clonazepam, diazepam, entre otros. En todos estos casos, la venta formal se realiza con receta retenida, por lo tanto, el comercio ilegal transgrede la Ley 20.000, por lo que es considerado tráfico de drogas.
A la venta de estos peligrosos medicamentos, que deben ser suministrados bajo estricta supervisión médica y para enfermedades puntuales, se suma la comercialización de fármacos de libre disposición que aparentemente no requieren mayor control o monitoreo del profesional médico, como es el caso del paracetamol, algunos jarabes para la tos, aspirinas, entre otros. Todos ellos también constituyen un riesgo para la salud si se consumen de forma indiscriminada, incluso si son adquiridos en el comercio establecido, riesgo que incrementa si es comprado en el mercado negro.
Realidad local
Realizando un recorrido por las ferias Moyano (en la ruta al mar) y Pedro Aguirre Cerda (PAC), en el Cruce Lynch, es simple encontrar puestos de venta ilegal de medicamentos, donde al consultar al vendedor intrépidamente pregunta cuáles son los síntomas para dar recomendaciones de las dosis diarias que se deben consumir de determinados fármacos. Incluso, si alguien consulta por alguno más específico, pueden dar orientaciones de dónde encontrarlo a través de redes sociales o dentro de unas semanas en el mismo punto. Por supuesto, la procedencia es desconocida, lo mismo que su trazabilidad.
No pasan muchos minutos para que varias personas se acerquen a comprar confiadamente algún medicamento sin poner mayor atención en la fecha de vencimiento, si están secos o si cumplen con la normativa sanitaria vigente.
Marcelo Torres, uno de los clientes en estos puestos, explicó que si bien en los recintos de salud dan medicamentos a los pacientes, comprarlos a un precio más accesible es una economía, "no compro medicamentos rebuscados, más bien paracetamol, ibuprofeno y Viadil para el estómago, pero a precios mucho más económicos que las farmacias. La verdad puede que sea ilegal, pero no más que la usura de las farmacias", dijo molesto ante la consulta.
Magaly Cañas, en tanto, no comparte la venta ilegal de medicamentos en ferias libres, porque son más bien un riesgo para quien los consume y muchas veces sin saber que fueron comprados en la calle.
"Conozco casos donde adultos mayores reciben estos medicamentos de sus cuidadores que los compran más baratos, pero la verdad yo creo que están todos mal. Si bien las farmacias son caras, al menos se ven limpias y con profesionales que entienden del tema. Acá están al sol, la humedad, no sé. Lo que más da rabia es que en pandemia muchos de los que compran sin temor remedios ilegales en la calle, cuestionan las vacunas contra el covid, eso es ser muy cara dura", expresó la trabajadora.
Dentro de los estudios de diagnósticos comunales realizados por Seguridad Pública y otros organismos, una de las preocupaciones que afloran desde la comunidad en los distintos barrios justamente es la venta ilegal de medicamentos, ya que muchos son usados como drogas, alterando a la calidad de vida de las familias.