Consumo de drogas y alcohol
La ONU llamó a luchar contra el consumo indebido de drogas, que incluso se aceleró con motivo de la pandemia de covid-19.
Beber alcohol en exceso y el uso de drogas son patrones de conducta que tienen cada vez más presencia en los jóvenes. Ese abuso conlleva también la aparición de la violencia y, en ocasiones, el riesgo de caer en delitos. Entre las causas que llevan a los jóvenes a consumirlas se conjugan varios factores, como baja autoestima, escasa percepción de riesgo, un medio familiar disfuncional o la necesidad de aceptación y pertenencia a determinados grupos, ante el abandono de los padres.
La Organización de las Naciones Unidas ha llamado a los países a luchar contra el consumo indebido de drogas, que incluso se aceleró con motivo de la pandemia de covid-19, y ha pedido que los padres tengan un rol más activo respecto de sus hijos, para no seguir incrementando las cifras de consumo. Una encuesta realizada por el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), reveló que más de la mitad de los consumidores mantuvo el consumo de alcohol y de marihuana durante los años más críticos de la pandemia. El 51% de los 34 mil consumidores frecuentes consultados en línea confirmó que durante la emergencia sanitaria continuó con la ingesta de esas sustancias.
Respecto del alcohol, el 41,8% de estos consumidores aseguró haber bajado la cantidad debido a las restricciones que impuso la pandemia de covid, ya sea porque tuvo menos oportunidades, porque le preocuparon sus efectos o porque disponían de menos recursos económicos para ello. En el caso de la marihuana, aseguraron que siguieron consumiendo y un tercio de ellos lo aumentó, aduciendo como razones el estrés, la ansiedad y la depresión ligados a la fase más crítica de la pandemia, lo que resulta inquietante.
Es preocupante el incremento del consumo de marihuana, mientras que paralelamente han disminuido los índices de percepción de riesgo que tienen especialmente los niños y jóvenes acerca de los daños que provoca.
La Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia ha advertido que la disminución de la percepción de riesgo, el alza en la potencia de la marihuana y los intentos de legalizarla, han demostrado ser alicientes para su consumo.