Redacción

El subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales, José Miguel Ahumada, abordó nuevamente la bullada aprobación del Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (TPP11), destacando por sobre este acuerdo proyectos comerciales que se están llevando a cabo con Argentina y Bolivia.

En radio Universidad de Chile, Ahumada defendió la política de negociación bilateral de las side letters (o cartas bilaterales, que son tratos entre países para resolución de posibles controversias), que retrasarán la ratificación del TPP11 por parte del Presidente Gabriel Boric, según el propio Mandatario ha dicho, y detalló las gestiones "interesantes" que lleva adelante, como "la Banca Nacional de Desarrollo", donde "esperamos anunciar pronto mesas de trabajo para política industrial regional con Argentina y también Bolivia".

"Queremos ser parte de esa discusión regional para que América Latina, el Cono Sur, pueda escalar en la cadena de valor del litio en base a una política regional. Queremos un regionalismo productivo y eso va a ser el corazón de nuestra gestión", añadió.

Sobre la polémica por el retraso en la incorporación definitiva de Chile al TPP11, se declaró "sorprendido" y consideró que "es un tema evidentemente político e ideológico, y es porque el TPP11, por ambos lados, condensa gran parte de lo que tradicionalmente se ha entendido como globalización neoliberal, se ha condensado como una especie de representante del modelo".

"profundo error"

Pocas horas después, el expresidente Ricardo Lagos habló de su último libro "La nueva soledad de América Latina" -coescrito junto a los mexicanos Héctor Aguilar Camín y Jorge Castañeda-, donde analiza críticamente las relaciones entre los países en la región.

En radio Cooperativa, el exmandatario dijo que América Latina está "sola y sin ser escuchada" por la incapacidad de sus naciones para hablar con una sola voz, a diferencia de la Unión Europea.

Sobre los Gobiernos que priorizan alianzas internacionales en base a sintonía ideológicas, opinó que es "un profundo error. La política exterior es para defender los intereses de un país, no las ideologías de un país".

En Emol TV, y junto con reiterar al Gobierno que apure la integración de nuestro país al TPP11, dijo que "el siglo XXI va a ser el siglo del Pacífico y del Pacífico del Asia, porque ahí van a confluir las grandes economías (...) Ahora el ciclo va a estar ahí y nosotros no vamos a estar ahí, eso es una monstruosidad".

El Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) puso término anticipado a la evaluación de un proyecto por 98 millones de dólares en Puente Alto y San José de Maipo.

Se trata de una obra que la alemana Knauf pretende realizar para aumentar la capacidad de producción de la planta de yeso que opera en esas comunas de la Región Metropolitana.

En su resolución, dice que el Estudio de Impacto Ambiental del proyecto "carece de información esencial, por lo que no es posible evaluar si genera o presenta alguno de los efectos, características o circunstancias contemplados en la letra b) del artículo 11 de la Ley N°19.300, ni determinar si las medidas de compensación propuestas son adecuadas. La falta de dicha información esencial, además, no es susceptible de ser subsanada mediante aclaraciones, rectificaciones o ampliaciones".

El texto del SEA indica que "el titular no presenta los antecedentes suficientes para evaluar la idoneidad de la medida de compensación 'Programa de investigación científica de la especie Tropaeolum rhomboideum en el Sitio Prioritario Río Olivares, Río Colorado y Tupungato', y que, además, corresponde a la única medida ambiental propuesta por el titular asociada al impacto significativo que generará el proyecto por pérdida de individuos" de la mencionada especie, que está "en peligro".

Según el SEA, tampoco considera "potenciales impactos que generará debido al transporte de insumos, residuos, entre otros en fase de construcción, operación y cierre, y al transporte de mineral de yeso".

El Yacimiento Rubí reporta 5.000 t/mes de mineral y se busca llevar hasta un máximo de 66.667 t/mes operando medio año y utilizando "el método de explotación a cielo abierto".

Me impresionó, General, su cara de dolor al llevar el féretro del suboficial mayor Carlos Retamal, otro carabinero asesinado, un hombre de 41 años, con familia, y una vida por delante. En ese momento, usted era un familiar más, y estaba allí a nombre de varias decenas de miles de uniformados que, con usted, portaban el ataúd de su compañero.

Nadie mejor que usted sabe que la muerte es una posibilidad que está siempre presente en la vida de una persona que dedica la vida al servicio de la Patria como policía, pero el episodio en que tuvo lugar y el contexto nacional en que estamos la hacen especialmente dolorosa.

A Carlos Retamal lo mataron al fiscalizar una carrera clandestina. Esa siniestra forma de entretenerse es una expresión muy gráfica del vacío que afecta a tantas personas, muchas de ellas jóvenes. Quienes no saben qué hacer con su vida buscan emociones cada vez más fuertes para escapar al sinsentido de su existencia. El fierrazo con que golpearon su cabeza se dirigía, ciertamente contra él, pero también era una rebelión contra las ideas mismas de Orden y Patria que él representaba.

En el fondo, se enfrentan dos modos de concebir la vida. En un caso, ella se resume en pasarlo bien, a cualquier costo, aunque haya que matar a quien pretende impedirlo. En el otro, se concibe la vida como un servicio, porque los hombres crecemos en la medida en que nos damos.

Es posible, General, que en este momento de dolor, usted haya pensado que murió la persona equivocada. No debió ser él, sino aquellos que no valoran su vida ni la ajena, quien debió abandonar este mundo.

Todo esto es muy misterioso, porque además en estos casos no siempre se logra encontrar al asesino (aunque ya hay un detenido). Es posible que este u otros escapen a nuestra justicia e incluso que sigan participando en rituales semejantes, que ni siquiera tengan remordimientos o los anestesien con una búsqueda alocada de placer. Por eso Kant pensaba que, si queremos que la vida tenga sentido, es indispensable aceptar que existe una justicia de la que uno no puede huir, más allá de esta existencia que nos deja tantos sinsabores, tantos cabos sueltos, tantas injusticias como la muerte de Carlos Retamal.

En esos momentos de dolor, fuimos también testigos de su desahogo por las incomprensiones que sufre la labor policial; por la falta de apoyo de los otros poderes del Estado y de las demás instituciones colaboradoras de la justicia.

Usted nos llamó a "cuidar a los que nos cuidan". Son palabras exigentes. A veces parece que nuestros carabineros están arando en el mar: además de los peligros que corren, deben sufrir insultos y vejámenes.

Es verdad que una buena parte de nuestros conciudadanos valora la labor policial, pero también sabemos que podríamos hacer más. A veces será algo tan simple como conseguir que el número de los saludos y agradecimientos que reciben nuestros carabineros (y la Policía de Investigaciones) sea tan infinitamente superior a los insultos y desaires que estos se vuelvan irrelevantes.

Sin embargo, hay problemas que no dependen de los ciudadanos de a pie. No me refiero sólo a las agresiones que las fuerzas de orden reciben de parte de los delincuentes o grupos terroristas. En los últimos años se han difundido, desde las cátedras universitarias y de ahí a la educación media y la prensa, ciertas ideas que niegan la legitimidad de la acción policial. No se trata simplemente de que se rechacen los abusos, eso lo hacemos todos: para ellos el orden jurídico en sí mismo es opresivo y no hay una diferencia esencial entra la fuerza legítima y la que ejerce un grupo de mafiosos.

De ahí sus pretensiones de refundar las policías, porque quieren hacerlas a su medida. Y tampoco nos puede extrañar que ahora pongan la lupa en los planes de estudio de todas las instituciones castrenses. Una cosa es que no hayan conseguido hacer una Constitución desde cero, pero otra muy distinta es que hayan abandonado su empeño por rehacer el país. Y para hacerlo, Carabineros es un estorbo.

A juicio del senador y presidente de la UDI, Javier Macaya, la mesa oficial que lleva adelante los diálogos para un nuevo proceso constitucional, no llegará a acuerdo en octubre.

El líder gremialista aseguró que "hay un error de interpretación. Se sobreinterpreta el estado en el que están las conversaciones (...) Hay un avance bastante importante en ciertos principios fundantes que eviten los errores que tuvo el proceso anterior, pero hay una conversación que sigue".

"En ningún caso octubre es el mes para llegar a un acuerdo en esta materia", dijo Macaya sobre los plazos. "Esta es una conversación que va a seguir además en el Parlamento, muy probablemente durante todo el mes de noviembre".

"Yo creo que en diciembre va a seguir el trámite legislativo de esto", sentenció.