Consumo de lácteos
La leche, indudablemente, es uno de los alimentos esenciales para la nutrición humana. Desde el año 2000 se conmemora a fines de septiembre el Día Mundial de la Leche Escolar.
Recientemente se celebró el Día Mundial de la Leche Escolar, fecha instaurada desde el año 2000 por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y con el fin de resaltar su importancia para la nutrición humana. Por eso su consumo se promueve de manera temprana con la lactancia materna exclusiva en el recién nacido y de forma complementaria desde los seis meses hasta los dos años de vida de un niño, pues es un alimento completo que cubre sus necesidades nutricionales y otorga importantes propiedades inmunológicas.
En nuestro país desde 1908 surgieron las primeras iniciativas de entrega de leche a escolares, lo que luego se robusteció con la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria (1920), con la creación de la Junta Nacional de Auxilio Escolar en 1953 (actual Junaeb), alcanzando mayor cobertura en 1964. Estas iniciativas generaron un gran impacto en la salud y alimentación de los niños, pues junto a otros factores ayudaron a revertir la desnutrición, mejorando su crecimiento y aprendizaje, siendo incluso referentes para otros países.
Para Gabriela Lizana, directora de Nutrición y Dietética UDLA de Viña del Mar, son innumerables los beneficios de los lácteos para el organismo. El más relevante es el rol de los minerales calcio y fósforo en el fortalecimiento de huesos y dientes. También aportan proteínas de alto valor biológico que ayudan al desarrollo y crecimiento de músculos; una variedad de vitaminas están implicadas en el fortalecimiento del sistema inmune, el desarrollo del sistema nervioso y cerebro, energía, visión, absorción de calcio, entre otros, aportando, además, minerales implicados en la contracción muscular y el funcionamiento del corazón, lo que revela el gran rol de la leche en la salud, sobre todo en niños y adolescentes.
La recomendación de consumo de lácteos es de dos a tres porciones al día, por lo que tener acceso a una merienda de este tipo a través de los programas de alimentación y leche escolar es muy valorable, ayudando así a complementar la dieta familiar y fomentando el sano desarrollo de la niñez.