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época de pensionarme y me pregunté ¿qué puedo hacer con mi tiempo después de jubilar?. Yo trabajé en empresas eléctricas, algo totalmente distinto, pero me gustó y me interesó la cerveza artesanal y dije esto lo puedo hacer para ocupar mi tiempo, entretenerme y también como un emprendimiento, si la salud me acompaña, claro", relató.
Fue así como tomó primero un curso para aprender lo básico de la fabricación de cerveza en Osorno y luego fue a Santiago para continuar perfeccionándose.
"Cada cervecero tiene su propia receta, así que hay que investigar y probar. Uno se forma y el maestro lo hace el tiempo en realidad", señaló.
Este fabricante elabora una cerveza artesanal ámbar y una brown, que es una negra, donde las mantiene puras, sin derivar en otros sabores, ya que asegura para él la esencia de la cerveza está en su estado puro.
Así, con ese sabor, su producto se ha dado a conocer en estos años, con una producción pequeña y acotada a su público que la prefiere, especialmente en verano, ya que con el calor este producto es muy refrescante y de un sabor especial.
"Hay harta gente que le gusta, aunque como se dice a la chilena, no llueve, pero gotea. Yo vendo solamente en mi casa, porque no he querido salir afuera, ni entregar, porque no me quiero presionar por un tema de la libre disponibilidad de mi tiempo, esa no es la idea", sostuvo.
Trabaja sólo en su pequeña planta artesanal, contando con el apoyo de su esposa, quien lo ayuda con las ventas; él mismo compra la materia prima, como la cebada, por ejemplo, en Temuco, Santiago y Valdivia, pero además su ingrediente clave es el agua de la zona donde se encuentra.
"La calidad del agua es muy importante en esto de la cerveza y después los aditivos que uno le pone, ya que cada cervecero tiene su propia receta, le pone más de una cosa, menos de la otra, más o menos amargo. Eso depende de cada uno. Vendo mi producto sólo en la casa, no voy a ferias ni a negocios, pero sí entrego a algunos eventos como matrimonios o bautizos y he tenido bastante aceptación", agregó.
Perseverante
En la comuna de Purranque hay varias cervecerías artesanales con un prestigio ya ganado y entre ellas se encuentra Erwinger, donde su dueño, Erwin Hinostroza, comenzó hace unos cinco años con este proyecto.
Este emprendedor cuenta que luego de haber estudiado técnico en alimentos en la Universidad de Los Lagos, se fue a Valdivia, donde trabajó en una industria de alimentos.
"Estando allí me di cuenta que siempre había festivales de cervezas artesanales y en ese tiempo Valdivia era como la cuna de la cerveza artesanal. Entonces, todos esos expositores que hoy son grandes cervecerías, recién estaban comenzando. Eso me llamó mucho la atención", manifestó.
Así fue como Erwin decidió hacer cursos de cerveza en la capital de Los Ríos, para años después, y luego de un buen recorrido, volver a Purranque con esta idea.
"Para mí siempre fue un hobby, desde el principio, nunca lo vi como un negocio a futuro. Tenía la curiosidad de aprender a hacer una cerveza de mi gusto y de apoco se fueron dando las cosas. Después de Valdivia me trasladé a Puerto Montt por trabajo y ya de 20 litros pasé a los 200, fue un crecimiento exponencial. Entonces terminé de armar la planta en Puerto Montt, pero luego me independicé y volví a Purranque, donde vi un nuevo nicho que estaba comenzando y aproveché ese impulso", señaló el purranquino.
Fue así como comenzó originalmente con las cervezas tradicionales, como la negra o stout, ámbar y una blondie, que es una cerveza rubia más ligera, además de la cerveza de trigo, de un estilo más alemán, así como también una variedad orientada principalmente a ferias y exposiciones, ya que el público siempre busca un producto diferente, con un sabor local.
"Ahora yo tengo mi fábrica en Purranque y hago la elaboración y producción acá, donde me encargo también de la distribución. Entregó en algunos almacenes que están alrededor de la comuna y antiguamente trabajaba con restaurantes, pero en este momento no. Esta es una empresa familiar que tenemos con mi señora. Ella se encarga del tema administrativo, de lo que es facturación, compra de insumos, crear proyectos, mientras yo me encargo de la producción, traslado y distribución", explicó el emprendedor cervecero.
Si bien esta empresa familiar está teniendo éxito, no todo ha sido fácil, ya que la pandemia los afectó en un principio por el cierre de los restaurantes y todas las limitantes para trabajar en locales.
"Todo eso nos influyó en estos dos años de pandemia, por eso tuvimos que reinventarnos. Los restaurantes cerraron y ellos eran nuestro fuerte, porque allí entregamos los barriles, por eso empezamos a hacer botellitas, que son envases de 330 centímetros cúbicos (cc) y así comenzamos a entregar en parrillas, botillerías y almacenes, donde el cliente aún mantenía el contacto y seguía comprando, aunque no era nuestro fuerte. También hicimos un poco de delivery (reparto a domicilio) y así nos hicimos una pequeña cartera de clientes altos que les entregamos personalmente", relató.
Pero ahora, con el levantamiento de las restricciones sanitarias por el covid, hay buenas proyecciones para esta temporada de primavera y verano, que es la más fuerte en ventas, para así recuperar el tiempo perdido.