Agencias
El suizo Roger Federer está a horas de despedirse del tenis profesional y sabe que "es triste" darse cuenta de que "es el final de su carrera deportiva". Eso le ocurrió después de asistir a Wimbledon, en julio pasado, y en la misma Londres el jugador anunció que mañana tendrá su último dobles cuenta.
Federer realizó una rueda de prensa para hablar de la Laver Cup de este fin de semana y comentó sus planes a futuro, sus problemas en la rodilla y los motivos que lo han llevado a tomar esta decisión.
"Aquí estoy para prepararme para mi último partido de dobles. Estoy nervioso, porque hace mucho que no juego y espero estar competitivo. La rehabilitación no ha sido fácil, muchas subidas y bajadas, aunque al menos he disfrutado de poder estar en casa con la familia", reconoció el suizo.
Sobre la decisión de retirarse, Federer confirmó que es "un proceso que comenzó a principios del verano".
"Intentamos aumentar la intensidad de los entrenamientos y vimos que no podíamos. Es normal en rehabilitación aumentar un poco y ver que tienes que volver atrás, pero me hice un escáner en el que vi que no estaba como yo esperaba estar. No estaba dispuesto a arriesgarlo todo. No quería terminar mi carrera con tantas operaciones. El tenis es un deporte muy duro, con partidos a cinco sets, torneos cada semana en continentes diferentes, por lo que físicamente tienes que estar en buenas condiciones", apuntó.
Su mejor partido
"Es triste cuando te das cuenta de que es el final. Pero me pude olvidar un poco al irme de vacaciones. En Wimbledon -cuando asistió al centenario de la pista central- pensé que quizás habría oportunidad de volver el año que viene, pero durante las vacaciones no hablé mucho de ello", añadió.
Dijo además que "cuando volví empecé hablar de los detalles de cómo dejarlo, fue muy estresante encontrar las palabras. Siempre quieres jugar para siempre, amo estar en la pista, viajar. No fue algo duro para mí. Me encanta mi carrera desde todos los ángulos. Pero es triste saber que todos lo tenemos que dejar en algún momento".
Sobre el mejor partido de su carrera deportiva, Federer fue incapaz de escoger uno solo, pero se refirió a algunos de los momentos de gloria a los largo de los 24 años que ha estado en el circuito.
"Pienso en mi primer Wimbledon, en el partido con Sampras, la vuelta al circuito en 2017 con la victoria en el Abierto de Australia, mi triunfo en Roland Garros. No puedo elegir uno, ha habido muchos", señaló.
"Me conocían por ser muy irregular al principio de mi carrera y luego me convertí en uno de los más consistentes. Fue un poco chocante para mí, un gran cumplido para mí mismo y algo que disfruté mucho fue estar en el top durante tanto tiempo. Schumacher, Woods, ellos estuvieron durante muchos años al más alto nivel y es un privilegio estar en ese grupo", añadió.
El suizo confirmó que pensó en anunciar la retirada en el pasado US Open, pero que desechó la idea al saber que no iba a estar presente en el torneo.
"No iba a poder despedirme de los aficionados. Estoy contento de poder hacerlo aquí en Londres, quizás el sitio más especial posible. Tengo muchas ganas de vivir estos días", confesó.
Federer también habló sobre su futuro: "Lo primero es pasar tiempo con mi familia, con mis hijos, con Mirka. Tener una vida normal. No he pensado mucho en lo que hacer luego. Por ejemplo, Borg no volvió a Wimbledon hasta 25 años después de su retirada. No creo que yo sea así, el tenis me ha dado mucho, he estado aquí durante mucho tiempo. Quiero ver a la gente de nuevo, pero aún tengo que pensar qué haré exactamente".
"Una pena no poder enfrentar a Alcaraz"
Federer afirmó que "es una pena que nunca vaya a poder jugar" un partido oficial contra Carlos Alcaraz, uno de los sueños del murciano. El ganador de 20 Grand Slams recordó una anécdota con el español en Wimbledon 2019,: "Entrenamos juntos. Fue un buen entreno. Recuerdo que Juan Carlos (Ferrero) estaba muy contento de verlo entrenar bien, porque era su alumno. Muchas veces después de entrenar con alguien vuelves a entrenar con él, así que los llamé dos días después. Pero me equivoqué y dije que quería entrenar con Juan Carlos, no con Carlos. La práctica fue genial, Ferrero no falló una bola".