Ley de inclusión
Si bien establece normas para la igualdad de oportunidades, aún falta mucho por avanzar en esta materia. Se trata de una ley que vino a traer justicia e igualdad de oportunidades a más de dos millones de chilenos que tienen algún grado de discapacidad.
El 10 de febrero de 2010 entró en vigencia la Ley N°20.422, que establece normas sobre igualdad de oportunidades e inclusión social de las personas con discapacidad.
En general, la normativa señala la condición que deben cumplir los entornos, procesos, bienes, productos y servicios, así como los objetos o instrumentos, herramientas y dispositivos, para ser comprensibles, utilizables y practicables por todas las personas, en condiciones de seguridad y comodidad, de la forma más autónoma y natural posible.
Se trata de una ley que vino a traer justicia e igualdad de oportunidades a más de dos millones de chilenos que tienen algún grado de discapacidad, donde la mitad de ellos tiene una disminución importante de su funcionalidad o graves dificultades para realizar autónomamente actividades esenciales de la vida cotidiana.
Por ello, la ley promovió la cooperación público-privada, entendiendo que la discapacidad es un tema que afecta a toda la sociedad en general y que es, por lo tanto, deber de todos contribuir a superar las barreras que impiden o dificultan la plena integración de esas personas.
Y si bien ha habido avances, aún falta mucho por recorrer para lograr plena igualdad de oportunidades. De hecho, es posible ver cómo los municipios de la Región se han preocupado de disponer los rebajes de soleras en las esquinas, para el paso de personas en sillas de ruedas. Asimismo, los edificios de servicios públicos, habitacionales y centros comerciales han construido accesos desnivelados, aunque son muchas las construcciones particulares que aún no los tienen. Deficiencias que se acentúan en los barrios de las ciudades, donde las aceras presentan desniveles y dificultan el paso de personas con problemas de movilidad.
Es cierto que la legislación sobre inclusión ha ayudado a los discapacitados, pero se debe seguir avanzando, en especial en temas como la fiscalización de cuotas de contrataciones de personas discapacitadas en empresas y en igualdad de condiciones económicas. Además, una normativa puede transformarse en letra muerta si no hay un compromiso cultural de la ciudadanía para incluir a ese importante segmento de la población, respetar sus derechos y darle las oportunidades necesarias.