"Las mujeres de mi casa" muestra los afectos y pérdidas de tres generaciones
CINE CHILENO. Una abuela que comienza a mostrar síntomas de Alzheimer pone en jaque a su hija y nieta. Grimanesa Jiménez, que protagoniza el film como Emilia, cuenta detalles del rodaje y de cómo se sumergió en su personaje.
Amelia Carvallo
El próximo 4 de agosto se estrenará en cines la película chilena "Las mujeres de mi casa", debut de la realizadora Valentina Reyes protagonizado por una abuela, su hija y su nieta encarnadas respectivamente por Grimanesa Jiménez, Trinidad González y Bernardita Nassar.
Galardonada como Mejor película en el último Santiago Festival Internacional de Cine (Sanfic), la película está inspirada en un hecho real vivido por la directora, y registra los emotivos y tensos momentos que vive una familia cuando la abuela muestra los primeros síntomas del Alzheimer y hay que tomar decisiones difíciles respecto a la añosa casa que habitan.
La cinta hasta ahora ha sido vista en festivales internacionales como el Femme Revolution, Festival Internacional de Cine de Mérida y Yucatán (México) y el ¡Viva! Spanish and Latin American Film Festival (Inglaterra).
Grimanesa Jiménez dijo que a su personaje lo cinceló leyendo el guión y apropiándose de Emilia en tanto ella misma, con su propio gusto por la ópera y la danza, junto al dato extra de la pintura que nunca ha practicado: "El personaje se apodera de una o una se apodera del personaje y empiezas como a ponerle cosas tuyas. En mi familia tuvimos una casa que dejó mi papá, pero era tan grande que era imposible mantenerla. En eso me identifiqué con esta historia porque costó mucho vender la casa, pero no quedó otra, entonces ese link con la Emilia fue como el principio del personaje, ahí yo me sentí a la Emilia al tiro".
Jiménez también recordó buenos días en esa casa en la que tuvieron mucho tiempo una escuela de yoga, donde su papá hacía clases.
La casa juega un rol en la película con sus rincones y sus sonidos, con sus luces y ambientación. En un principio, contó la actriz, el trailer que se presentó fue grabado en un inmueble de calle 10 de Julio en Santiago, luego, cuando supieron que harían la película, aterrizaron en una casa de Ñuñoa, en la calle Marchant Pereira.
-¿Cómo fue ponerte a disposición de Valentina Reyes?
-Ella es la directora y yo no tengo ningún problema con que un director me diga lo que tengo que hacer. No tengo mayor problema en ese sentido, yo solamente hago lo que ella me dice o yo le insinúo cosas también, ¿me entiendes? Porque uno empieza a ver su personaje y a sentirlo y se te empiezan a abrir como unas ventanitas en la cabeza, así, donde tú empiezas a poner, empiezas a humanizar bien a este personaje que lo has leído. Entonces lo empiezas a abrir mejor, así que en ese sentido nos complementamos lo más bien.
Rodaje
El adelanto de la película se filmó en el verano de 2018. Luego el rodaje del cortometraje empezó en el otoño de 2019, con miras a estrenar en 2020, lo cual debió ser suspendido por la pandemia.
-¿Cómo fue la simbiosis, los lazos de cariño entre estas tres mujeres, sus tres universos y el que están en etapas de su vida muy distintas? ¿Cómo fue sumergirse en esa familia casi nuclear?
-Fue muy bueno. En la vida real yo también tengo hijas y nietas, y me pasa por ejemplo que es difícil conectarse con las nietas porque son muy jóvenes, ellas están como en otra etapa de la vida, uno ya pasó todas esas etapas de otra manera. Y con las hijas también, porque las hijas comienzan a querer ser como la mamá de uno, te empiezan a dar ordenes, tipo "tú haz esto, haz el otro", y eso pasaba en la película también. Mi hija es médico y siempre me dice, te empiezan a guiar, empiezan a ser como tu mamá. Eso me pasó a mí, y como yo lo había vivido me fue muy fácil meterme en ese mundo.
-Tu personaje tiene cierta complicidad con Leo, la nieta.
-Sí, con la nieta tiene una complicidad muy grande y es muy lindo eso, porque empiezan a jugar juntas, se fuman un pito juntas, conversan sobre las cosas que les pasan en la vida, es muy bonita esa relación, muy bonita en su intimidad.
-Da la sensación de que Emilia es una mujer más empoderada que su hija Mónica, y es que a Mónica le cae todo sobre sus hombros también.
-Es que ella es la que quiere vender la casa y al principio no quiere decir nada, entonces anda con ese secreto guardado que la pone muy tensa, no la deja estar tranquila y conversar como tiene que ser. En cierto modo, ella no quiere que su mamá se enoje, ella sabe que si le dice a lo mejor se va a enojar, en ese sentido ella es más dura, está más complicada con este asunto y carga con muchas más tensiones que su hija y su madre.