Retomarán obras de alcantarillado para beneficiar a más de 160 familias en Aldea Campesina de La Unión
RANCO. La firma Essal tiene 215 días para ejecutar los trabajos, con un fondo de $900 millones asignado por el Gobierno Regional. En tanto, se ejecutan obras de pavimentación en la calle Carlos Martel y pronto se sumará el pasaje Torrijos.
Dos programas de pavimentación participativa y el trabajo conjunto con la firma Essal marcan la solución a los problemas denunciados durante años en la población Aldea Campesina, en la ciudad de La Unión, donde incluso hubo manifestaciones públicas para considerar el drama que enfrentan centenares de familias que residen en el acceso sur de la capital del Ranco.
El directivo del Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu) regional, Jonás Muñoz, indicó que tiene mucha confianza en que los problemas de aguas servidas, denunciados reiteradamente en este pasaje, serán superados, porque se considera los receptores de aguas lluvias, junto con el sistema de alcantarillado domiciliario para más de 160 familias.
Essal fijó un plazo de 215 días para la ejecución de las obras de alcantarillado, para lo que se han destinado 900 millones de pesos solicitados por el municipio al Gobierno Regional de Los Ríos. Con ello se podrá continuar con las obras paralizadas cuando quebró la empresa a cargo hace 3 años.
Los dirigentes y vecinos de la Aldea Campesina anhelan ver las obras concluidas, porque el desencanto ha sido reiterado con anuncios que jamás se concretaron.
Existe cautela, eso sí, por la posesión del agua en un APR, que permite a los vecinos de la Aldea Campesina acceder al vital líquido a un precio menor del que factura la empresa sanitaria. Esta situación ha generado intensas reuniones y discusiones que mantienen en alerta a las 160 familias del lugar, que temen por el alza en el cobro del agua que consumen, hoy un tercio de lo que paga cualquier familia de la ciudad.
El gerente de Essal, Sebastián Febres, destacó la importancia del proyecto que beneficia a 160 familias con alcantarillado y en algunos casos con agua potable.
Adiós al barro
A la pavimentación participativa en 250 metros de la calle Carlos Martel, que considera una inversión que supera los 200 millones de pesos provenientes del Ministerio de la Vivienda y Urbanismo (Minvu), ahora se agrega el segundo programa que beneficia con pavimento al pasaje Torrijos en 143 metros lineales, por un monto cercano a los 140 millones de pesos, según indicó el profesional Jonás Muñoz, representante del seremi de la Vivienda, obra que beneficiará a más de treinta familias del lugar que durante años han soportado extensas lagunas en su calle y el olor de las aguas servidas.
La inquietud y lamento de los vecinos recibió el respaldo del municipio, que patrocinó el mejoramiento de la calle y el sistema de alcantarillado, apoyados por el Minvu y Serviu, que propicia el mejoramiento y bienestar de las familias.
La calle Carlos Martel, que une las vías Ricardo Boettcher y Caupolicán, presenta un avance efectivo del 80 por ciento y continúa en el último tramo con veredas limitadas por el ancho de la franja, lo que, sin embargo, facilita el traslado de los vecinos y garantiza una vía normal de acceso a centenares de familias residentes en Caupolicán Alto y la Aldea Campesina.
Los representantes del Serviu aludieron al interés de todos los pobladores para involucrarse en estos programas de pavimentación participativa, donde los vecinos efectúan un aporte de hasta 5 por ciento y la municipalidad un 25 por ciento.
El alcalde Andrés Reinoso reconoció que al menos 70 familias del sector de Apoquindo, en Caupolicán Alto, deben considerarse en el siguiente proyecto, aunque por ahora le entregan solución a quienes por muchos años han sufrido por las fallas en el sistema de alcantarillado y además por la tierra y el barro en la calle Carlos Martel. Indicó que el mejoramiento alcanza a los vecinos del pasaje Torrijos, un sueño que destacó el dirigente Renato Avilés cuando recibió el documento de pavimentación participativa.
Las dirigentes vecinales del sector, Rosa Ulloa y Mónica Ojeda, expresaron una moderada alegría que mantendrán hasta la conclusión del mejoramiento del alcantarillado, aunque reconocieron el trabajo del jefe comunal.