Draghi pierde respaldo para gobernar e Italia se encamina a elecciones anticipadas
ROMA. Pese a ganar un voto de confianza, el primer ministro perdió el control del Senado tras la desintegración de su coalición y no pudo reorganizar el Gobierno.
El primer ministro italiano, Mario Draghi, perdió ayer los apoyos para gobernar tras el abandono de la mayoría de los partidos de su coalición de unidad nacional, el Movimiento 5 Estrellas (M5S) y de la derecha, lo que lo acerca a su dimisión definitiva que conduciría a un adelanto electoral en medio de un complicado contexto económico y social.
La mayoría que sustentaba al Gobierno de Draghi desde febrero de 2021 se esfumó en una larga jornada en el Senado.
El primer ministro se sometió ayer a una moción de confianza en la Cámara Alta para tratar de "reconstruir" su coalición, hasta la fecha compuesta por casi la totalidad del hemiciclo, excepto por la ultraderechista Hermanos de Italia de Giorgia Meloni, que exigió elecciones ya.
La crisis surgió la semana pasada cuando un socio importante, el Movimiento 5 Estrellas (M5S), decidió abandonar a Draghi tras meses de desavenencias a cuenta de un decreto con ayudas contra la inflación y por el recelo del partido a seguir armando a los ucranianos.
De esta manera, el M5S no votó un decreto y empujó a Draghi, que gobernó a condición de hacerlo con todos, a presentar su dimisión el 14 de julio ante el jefe del Estado, Sergio Mattarella, que sin embargo la rechazó y le instó a solucionar la crisis en el Parlamento.
La idea de ayer era reconstruir el pacto con el Ejecutivo para agotar la legislatura en su término natural, marzo de 2023, tomando en cuenta la necesidad de redactar unos nuevos Presupuestos y lograr los fondos millonarios del Plan de Recuperación europeo.
No obstante, lejos de arreglar la situación, Draghi asistió en el Senado al deterioro inexorable de su coalición. Esto porque sus socios de la derecha, Forza Italia de Silvio Berlusconi y la ultraderechista Liga de Matteo Salvini, se negaban a seguir gobernando con el M5S.
Draghi comprobó que la grieta entre sus socios se hacía más y más grande y que solo lo apoyaban el progresista Partido Demócrata (PD), la izquierda de Libres e Iguales (LeU), la centrista Italia Viva de Matteo Renzi, más algunos grupos.
Puede que en un vano gesto de pudor, los artífices de este "jaque mate", Salvini, Berlusconi y el líder del M5S, Giuseppe Conte, dictaron a sus senadores que no participaran en la votación, en la que Draghi tuvo solo el apoyo de 95 de los 320 escaños. En teoría superaba la moción, pues la mayoría se fijó en 133 presentes, pero en la práctica perdía el control de la Cámara.
El primer ministro, rodeado de todos sus colaboradores, decidió abandonar el Palacio Madama, sede del Senado, antes de que concluyera la votación y se refugió en su oficina del Palacio Chigi.
Nuevas elecciones
El líder PD, Enrico Letta, leal a Draghi, lamentó "este día de locura en el que el Parlamento decidió ponerse en contra de Italia" y previó elecciones: "Los italianos demostrarán en las urnas que son más sabios que sus representantes".
La decisión compete al jefe del Estado, que puede encargar a Draghi una nueva coalición, endosar esa misión a otro político o convocar los comicios.
La interrupción de su Gobierno se produce en momentos en que Italia busca desesperadamente importar gas para acabar con la dependencia rusa y en medio de una inflación sin precedentes desde 1986.
La ministra de Asuntos Regionales, Mariastella Gelmini, dijo que "mientras el corazón de Europa vive la guerra y una crisis sin precedentes, se ha dado la espalda a Mario Draghi".