Salud mental de los trabajadores
Funcionarios con licencias médicas y denuncias por acoso laboral se han multiplicado en los centros de atención. Estar el primera línea de atención de pacientes pasa la cuenta...por lo mismo, se hace urgente poner atención a las cifras, que son llamados de auxilio...
Hace dos años un grupo de parlamentarios solicitó al gobierno que se potenciara e implementara un programa de salud mental dirigido a los trabajadores del área de la salud. Se daba en el contexto de pandemia e incluía atención psicológica, planes de prevención de adicciones y de alerta temprana frente a la depresión.
La medida respondió a la crisis sanitaria, pero varios casos conocidos de acoso laboral; un reciente intento de asesinato ocurrido en Santiago ampliamente difundido por la prensa; e incluso la dolorosa realidad revelada tras dos suicidios de enfermeras en Viña del Mar, luego de denunciar hostigamiento en sus trabajos, demuestran que mantenerla e intensificarla se hace más que necesario.
Cifras de la Subsecretaría de Redes Asistenciales conocidas hace pocos días indican que los trabajadores de esta área han presentado en total 670 mil licencias médicas entre enero del año pasado y marzo de 2022 y que el 27% de ellas corresponde a trastornos mentales. Por su parte, también en 2021, la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva (Sochimi) alertó que un 87% de los profesionales de su área presentaba Síndrome de Burnout, una reacción al estrés laboral con agotamiento emocional, despersonalización; además de una baja en la sensación de realización personal (https://www.medicina-intensiva.cl).
En Los Ríos, dirigentas del Colegio de Enfermeras y de la Confusam (funcionarios de atención primaria), advirtieron sobre un alza en los casos de licencias y de denuncias por hostigamiento, además de reconocer que la falta de personal y los espacios limitados atentan en contra de un buen ambiente laboral. También solicitaron a la comunidad "comprender su labor". Esto es, observar una realidad que no siempre es difundida: largos turnos, recursos precarios, alta demanda de usuarios, entre otras problemáticas de larga data y alta postergación.
Por supuesto que el abuso dentro del trabajo no se debe justificar jamás; pero estar en primera línea de la atención de pacientes y en tensión continua desde 2019 ha pasado la cuenta a los y las funcionarias, como también a sus familias. Por lo mismo, se hace urgente poner atención a las cifras, que también son expresión de llamados de auxilio.