Reformas en el Congreso requerirán acuerdos más transversales que en la Convención
AJUSTES. Ya sea para realizar modificaciones a la Constitución vigente o a la propuesta que se votará el 4 de septiembre, se necesitará que tanto la izquierda como la derecha concurran con votos.
El escenario político del actual Congreso es muy distinto al de la Convención. Mientras en esta última se aprobaron normas constitucionales con dos tercios de sus miembros (103 convencionales) sin la necesidad de llegar a acuerdos transversales; con la regulación actual, las reformas a la Carta Fundamental en el Poder Legislativo requieren de la concurrencia de las bancadas de centroderecha y centroizquierda para alcanzar el quorum.
"A diferencia de la Convención, donde había un canje de temas, porque había más fragmentación, aquí (en el Congreso) va a haber una lógica más de partidos políticos, independiente que la disciplina esté un poquito más debilitada que en otros momentos de la historia política de Chile. Y además va a depender mucho de quién impulse la reforma", señala María Cosette Godoy, directora de la Escuela de Ciencia Política de la U. Diego Portales.
Esta necesidad de acuerdos transversales se mantiene si prospera el proyecto impulsado por parlamentarios de la DC que rebaja a cuatro séptimos el quorum para reformas constitucionales, que para Fernando Wilson, doctor en historia y académico de la U. Adolfo Ibáñez, es "muy difícil que se rechace. Lo más probable es que se va a ralentizar su tramitación bajo la percepción de que es muy difícil detenerlo. Triunfando el Rechazo, esta reforma es imperativa".
Luis Garrido, académico de la Facultad de Gobierno de la U. de Chile, considera que este proyecto de ley "es clave en las reformas potenciales que se puedan hacer a la Constitución actual. Esto también dependerá de cómo el Frente Amplio asume dentro del poder parlamentario una eventual derrota del proyecto constitucional".
Pero también se requerirían acuerdos transversales en el escenario que plantea la Convención, para modificar todas las materias que no alteren sustancialmente el régimen político, el diseño del Poder Legislativo, la forma de Estado regional, los principios y derechos fundamentales, y el capítulo de reforma y reemplazo de la Constitución. Y en el caso de las reformas que se realizarían hasta el 2026, se suman los capítulos de naturaleza y medio ambiente y normas transitorias. Para todas esas materias, el Congreso requeriría de dos tercios, o bien de cuatro séptimos más un referéndum ratificatorio.
Votación por tema
La fórmula en que se llegaría a los cuatro séptimos, en el escenario de que se apruebe la propuesta constitucional o que se rechace el texto, pero que se apruebe la reforma de los senadores de la DC Matías Walker y Ximena Rincón, no necesariamente sería la misma dependiendo de la materia que se quiera reformar.
Godoy dice que hay que partir por el compromiso de Chile Vamos de realizar cambios en diez puntos clave si es que se llega a rechazar la propuesta de Constitución, por lo que "estarían disponibles para apoyar reformas en ciertos temas que ellos establecieron", los que tienen relación principalmente con "transitar hacia un Estado social de derechos. Pero ahí también va a depender del contenido, de qué tipo de derecho estamos hablando".
Por ejemplo, respecto a derechos sexuales y reproductivos, "Evópoli podría apoyar, pero no así la UDI, y otro tipo de derechos sociales es siempre y cuando la provisión sea público-privada", añade la académica de la U. Diego Portales.
Wilson opina algo similar y considera que "algunos de los aspectos que han quedado en el borrador representan el reflejo de visiones que estuvieron sobrerrepresentadas en la Convención, y es difícil que se vayan a proponer reformarlas de manera directa", o al menos por parte de la derecha.
También explica que no hay que olvidar que "por un lado, tenemos un Congreso con una necesidad importante de legitimación frente a la opinión pública, y por otro lado se da la paradoja de que este Congreso es el más heterogéneo que hayamos tenido desde 1990".
Por lo anterior, si la propuesta constitucional es rechazada en el plebiscito de salida en 51 días más, impulsar reformas a la Constitución actual no será fácil para el Gobierno. Esto no solo porque necesitarían los votos de al menos la centroderecha (ver infografía), sino además porque esta última tiene poder de veto.
En el caso de la Cámara, solo con los integrantes de las bancadas del Partido Republicano, la UDI, RN y Evópoli se consiguen justo los 67 votos necesarios para bloquear cualquier propuesta de reforma que requiera cuatro séptimos de la instancia. En el Senado, esta misma alianza conseguiría 25 votos y para tener poder de veto, aquí se requieren 22.
Cruzar el puente
La conformación del actual Congreso obliga al oficialismo a cruzar el puente para ir a buscar votos más allá de la centroizquierda. Para que una propuesta emanada desde el Gobierno logre los cuatro séptimos necesita, además de la bancada del PC y el Frente Amplio, a los Ecologistas Verdes, el Partido Socialista, el Partido Liberal, el Partido Radical, el PPD, la DC, el Partido de la Gente y Evópoli. Con el voto favorable de todos los que integran dichas bancadas, se obtendrían 92 de 89 votos necesarios en la Cámara, y en el caso del Senado, se tendría que sumar RN para poder contar con 39 escaños (se requieren 29).
Si es que la propuesta constitucional no se aprueba y tampoco la reforma de los senadores DC, el escenario es aún más complejo para el Gobierno, porque en la Cámara de Diputados requiere 103 votos, lo que significaría alinear al PC, el Frente Amplio, Ecologista Verde, PS, liberales, radicales, PPD, DC, Partido de la Gente, Evópoli y RN. Con todos ellos conseguirían 117 votos. Ahora, si el PC no se alinea, se necesitaría a militantes UDI. En el caso del Senado, la alianza sería la misma que para conseguir los cuatro séptimos.
Wilson explica que "ningún partido tiene, debido a la fragmentación -particularmente de la Cámara de Diputados- el número suficiente para ser una llave por sí solo. Pero sí se pueden producir combinaciones de llaves que pueden llevar a resultados concretos" y una de ellas podría ser la suma entre el Partido Republicano y el Partido de la Gente, que "representan una visión que podríamos plantear más cercano a un modelo de la sociedad de consumo".
De hecho, si Chile Vamos quisiera realizar reformas, sea a la Constitución vigente o a la propuesta, en la Cámara de Diputados necesita los votos de esos dos partidos, además de la DC y el PPD, mientras que en el Senado obtendría los 29 votos exactos solo entre la UDI, RN, Evópoli y la DC.
Según un estudio del Centro de Estudios Públicos (CEP), "la derecha tradicional aparece como un grupo en general cohesionado; se produce, no obstante, una diferencia importante con el Partido Republicano, y aunque un sector UDI se encuentra en relativa cercanía de este grupo, aquella diferencia revela conductas y objetivos políticos distintos" y que a Chile Vamos se les podría sumar, eventualmente, los diputados del Partido de la Gente.
Sobre materias que conciten un apoyo amplio en el actual Congreso de rechazarse la propuesta constitucional, Luis Garrido dice que "los temas que pueden generar consenso son los de salud y pensiones".
Para él, de ganar el Apruebo, "es difícil ver cómo los partidos más conservadores van a reaccionar frente a este escenario reformista del 'Apruebo para reformar' en materia legislativa", pese a que considera que "hay un rechazo transversal en todos los sectores conservadores en el rediseño institucional del Parlamento". Por ello, en este escenario, "se requeriría un gran esfuerzo desde el Ejecutivo para lograr acuerdos en cómo implementar estas nuevas materias".
Otras alianzas
Según el estudio del CEP, "la Cámara de Diputados actual, en ejercicio hasta 2026, sería un espacio más favorable que la Convención Constitucional para las fuerzas de centro (centroizquierda y centroderecha) y de derecha que para las izquierdas".
En esa línea, dentro de los posibles pactos que se pueden formar para reformar la Constitución vigente o la propuesta de la Convención, podría existir una alianza en la Cámara de Diputados entre la UDI, RN, Evópoli, el Partido de la Gente, la DC, el PPD, el Partido Radical, el Partido Liberal y el Partido Socialista, con un total de 100 votos. En el caso del Senado, para obtener 29 votos favorables, se requeriría a RN, Evópoli, la DC, el PPD y el PS, los que lograrían sumar 33 escaños.