Alumnos de taller medioambiental plantarán 21 mil árboles para restaurar el bosque nativo
EN HUEYUSCA. Participan en el desafío los estudiantes, profesores, padres y apoderados de la escuela Nueva Israel junto a la comunidad. El grupo, a cargo del profesor Osvaldo Grob, recolectó las semillas en el mismo del sector precordillerano.
"Teníamos la infraestructura, conocimientos y decenas de miles de semillas en proceso de limpieza. Era la hora de pasar al siguiente paso", explicó el profesor de la Escuela Nueva Israel de Hueyusca, Osvaldo Grob sobre la formación y fortalecimiento del Taller Estudiantil de Innovación Medioambiental creado en el plantel para propiciar espacios de reflexión inclusiva, distensión, trabajo en equipo y, por sobre todo, para generar y compartir aprendizajes transversales sobre el cuidado del entorno natural.
El taller de innovación medioambiental se ejecuta todos los días miércoles y participan 21 estudiantes de quinto a octavo básico. El profesor Grob es el responsable de la iniciativa, aunque todos los trabajos se han ejecutado de manera comunitaria.
"En conjunto hemos preparado la tierra, cortado el pasto, construido nuestros mesones y arreglado nuestros viveros", dijo.
Actualmente cuentan con decenas de miles de semillas esperando la finalización de su denominado "proceso de estratificación" para ser sembradas, por lo que estiman que para el próximo año tendrán 20 mil árboles en pleno crecimiento para comenzar con las actividades de restauración ya en 2024.
El profesor Grob recordó que hace algunos días se cumplió un año del inicio de un sueño. "Ahora es nuestro gran proyecto medioambiental, una idea que hoy está comenzando a ver la luz en Hueyusca y que se ha logrado gracias al apoyo de muchas personas. Era nada más que un sitio vacío con pasto largo. Como escuela decidimos proponer un plan que ayude a mitigar la pérdida de bosque nativo, que plantee una solución a largo plazo desde nuestra propia tribuna y con un propósito fundamental: otorgar un espacio de educación medio ambiental. Si trabajamos en equipo por el bien común, lo lograremos", ahondó el maestro.
Es por ello que actualmente están preparando todo para sembrar semillas de alerce, tineo, lingue, luma, notro, coihue, pellín, ulmo, avellanos, entre otras especies nativas.
Recolectamos las semillas en Hueyusca y en el futuro serán utilizadas para restaurar los bosques. El 16 de junio último acaban de nacer los primeros tineos en las almacigueras sembradas por el alumno Matías Cabrera, o como él las denominó, sus "Matineos", semillas que a diferencia del resto, no necesitan un proceso de estratificación para ser sembradas.
"Me gusta el taller medioambiental porque he aprendido a cuidar las plantas, ríos, mis lugares favoritos y los árboles", dijo Emilia Cañupán, de quinto básico.
Nicolás Galindo, de séptimo básico, manifestó que "me encanta tener un lugar fuera de la sala de clases donde podemos conectarnos con otro mundo, salvar el planeta a no quedarse sin agua".
"Lo paso súper bien, aprendí a plantar árboles, mezclar la tierra y cuidar el medio ambiente. Quiero trasladar árboles al bosque", opinó Gerson Barría, de quinto básico.
Primera etapa
El proyecto comenzó el año pasado, en plena pandemia, y la comunidad de Hueyusca, que ahora representa el profesor Osvaldo Grob como presidente de la Junta de Vecinos, se dispuso a trabajar con la Universidad de los Lagos que por intermedio de un proyecto de innovación territorial aportó los fondos para la construcción de 2 invernaderos en el predio de la escuela Nueva Israel.
Además, consideró la contratación de quien ya es un amigo en esta causa, José Luis Palma, ingeniero forestal amante del bosque nativo. El profesional estuvo a cargo de las capacitaciones para estudiantes y profesores, enfocadas en el reconocimiento y observación del bosque nativo de la Cordillera del Sarao, reconocimiento de semillas y sus respectivas técnicas de recolección y almacenamiento, además de la multiplicación y propagación de las especies.
Materia prima
Ya tenían la infraestructura y conocimientos, ahora debían conseguir la materia prima para comenzar a cimentar la obra. Para ello recurrieron a diversos fondos concursables y a generar alianzas con el mundo público y privado. Fue así como consiguieron recursos de dos importantes fondos durante la segunda mitad del 2021, tras lo cual surgieron "La escuela ecológica de verano para niños" y "La escuela de voluntarios y voluntarias Agentes de Cambio", ambas financiadas por e 7% del Gobierno Regional y el fondo socioambiental de Mainstream Renewable Power.
"Gracias a esto pudimos adquirir todo el material necesario para instalar nuestros atrapasemillas, hasta ese momento desconocidos, en sectores claves de nuestra hermosa tierra, seleccionar aquellos árboles que serían nuestros semilleros y generar las actividades de recolección manual de semillas, en las que participaron niños desde los 6 años hasta adultos mayores. Ello nos otorgó la materia prima necesaria para continuar nuestro trabajo", indicó Grob.
Voluntarios
A petición de los alumnos se creará un grupo de voluntarios de 6 a 14 años que al retorno de vacaciones de invierno llevarán a cabo los sábados diversas actividades medioambientales, lo que incluye al hijo de 6 años del profesor Grob, que reconoció, lo tiene muy contento.
Esto contempla el rescate de árboles nativos en fase temprana que se encuentran en peligro de destrucción (10 centímetros), que desperdigados por los caminos no enrolados de Hueyusca crecen en invierno y durante el verano son destruidos por el tránsito vehicular. Serán protegidos en los viveros de la escuela y plantados luego en distintos puntos de Purranque.
También detectarán microbasurales en Hueyusca, limpiarán ríos y playas, generarán un boletín informativo sobre la problemática del plástico y la importancia de su reciclaje, publicación que será distribuida entre los vecinos; y crearán conciencia en la población sobre la situación que vive esa localidad precordillerana con la escasez hídrica.