Escenario del comercio
El mundo no volverá a ser lo mismo porque la manera en que estamos relacionándonos y comprando ha cambiado. Para el comercio asumir las transformaciones que en forma acelerada se han instalado post pandemia, es un desafío fundamental.
El lunes pasado se celebró el Día Nacional del Comercio, cuyo gremio ha debido sortear complejos escenarios en los últimos años, principalmente el detallista.
Hay que recordar que la actividad comercial ya enfrentaba situaciones difíciles desde octubre de 2019, cuando durante las protestas muchos locales fueron saqueados o quemados y por meses tuvieron que cerrar sus puertas. Y cuando en 2020 se preveía una situación más normal, se desencadenó la pandemia de coronavirus, que llevó a muchos empresarios a tener que cerrar definitivamente sus locales.
El mundo no volverá a ser lo mismo porque la manera en que estamos relacionándonos y comprando ha cambiado. De partida, los consumidores han dejado en gran medida el dinero en efectivo, para reemplazarlo por las tarjetas de débito y de crédito. Cada vez toman más fuerza las ventas en línea y las transferencias electrónicas de dineros. Y buena parte del pequeño comercio ha tenido que adaptarse, accediendo a aceptar que sus clientes puedan pagar con esos nuevos mecanismos. También los empleos están sufriendo esta transformación, en particular el comercio que vende productos y servicios.
Para el comercio detallista asumir las transformaciones que en forma acelerada se han instalado post pandemia, es un desafío fundamental, y de ello dependerá que se mantengan en el mercado. Tal vez muchas pequeñas empresas han requerido ayuda de organizaciones estatales para capacitarlos y avanzar en tales desarrollos, con planes que permitan fortalecer la capacidad técnica de estos emprendimientos de los cuales dependen muchas familias y empleos.
Por paradojal que parezca, este momento es también una enorme oportunidad para digitalizar gran parte de nuestra economía, modernizarla y mejorar la productividad. Pero haciendo más de lo mismo no podrán subirse al carro de la modernidad que se ha instalado obligadamente en este período de post pandemia. Hay un gran desafío de abrirse a la posibilidad de hacer las cosas de otra manera. El momento es ciertamente complejo y desafiante, y el buen ánimo y creatividad para enfrentarlo serán fundamentales.