Paola Rojas Mendoza
El alza sostenida en los combustibles, que viene desde 2020, parece no dar pie atrás, por lo que el costo del transporte es mayor podría reflejar un incremento en las tarifas para solventar el negocio de taxicolectivos y de microbuses, rubros que ven cada vez más disminuidos sus retornos.
El incremento no es sólo en las bencinas, sino también en el petróleo, que es el combustible más utilizado por la locomoción colectiva.
De acuerdo a las cifras registradas a mayo de 2020, el promedio de precios de las bencinas bordeaba en los $790 en la de 93 octanos, $828 la de 95 octanos y $873 la de 97 octanos.
A mediados del año pasado, la bencina ya estaba sobre la barrera de los mil pesos por litro, alza que se ha mantenido y pareciera no detenerse.
En el caso del petróleo, combustible por el que muchos chilenos han optado debido a su menor costo, también ha mostrado un alza importante, estrechando la diferencia con la bencina. El petróleo o Diesel durante en mayo de 2020 registró un valor de 879 pesos por litro aproximadamente, mientras que un año más tarde comenzó a acercarse a los $900 por litro; y desde enero de este año a la fecha, este hidrocarburo sobrepasó esa barrera, para quedar este mes en $927.
Analizarán un alza
El representante de las cinco entidades de taxicolectivos de la ciudad, Humberto Ulloa, explicó que cuando se produjo el alza de pasajes de este transporte el año pasado, se debió precisamente a que el combustible se acercaba a los mil pesos por litro.
"En poco tiempo estamos ya sobre los $1.150 por litro y eso evidentemente nos empieza a afectar. Por eso estamos en espera de las promesas que hizo el Presidente en su campaña y también en las conversaciones que ya ha tenido como presidente con la Confederación Nacional de Dueños de Taxicolectivos de Chile, en el sentido de buscar un mecanismo que permita rebajar el valor de los combustibles para aquellos que utilizan los automóviles para trabajar", manifestó Ulloa.
El dirigente afirmó que la situación podría derivar en una nueva alza de los pasajes de este transporte, en el caso de que se vayan proyectando nuevos incrementos en los combustibles.
"Si continúa subiendo y llega a los $1.200 por litro, vamos a tener que empezar a analizar la posibilidad de aumentar los pasajes, porque no nos queda otra alternativa", sostuvo.
Humberto Ulloa precisó que hace dos años se veía un promedio de $800 en la gasolina, mientras que ahora pagan $1.150 en promedio.
En Osorno, la proporción de colectivos bencineros y con Diesel es del orden de 50% cada uno, donde este último, que era una alternativa bastante más barata, actualmente también se ha encarecido, con un valor cercano a $1.000 por litro, por lo que la diferencia se estrecha cada vez más.
Negocio poco rentable
El presidente de la Asociación de Empresas de Buses Urbanos de Osorno (Aebur), Arturo Arriagada, explicó que por el momento este gremio no tendrá alza de tarifas en la ciudad, por lo que se les deberá compensar el diferencial, ya que se tendría que reajustar cada tres meses.
"Tenemos solicitada una compensación que está pendiente desde enero del 2020 a noviembre de ese año, cuando empezó el perímetro de exclusión. Desde esa fecha tienen que compensarnos, porque a nosotros no se nos permitió subir la tarifa y en este minuto Osorno tiene una de las más bajas de Chile, porque en todas partes está a $500, $600 o $700 y no a $400 como nosotros", manifestó.
Arturo Arriagada agregó que el alza en los combustibles los golpea fuertemente, debido a las bajas tarifas de pasajes que mantienen, ya que el cálculo que hacen los microbuseros locales es que por 300 boletos están recibiendo 120 mil pesos, de los que se deben gastar entre $60 mil y $65 mil en petróleo, a lo que se suman los gastos de garita, además del porcentaje que se le debe pagar al chofer.
"Al empresario no le está quedando nada. Por eso estamos tratando de ver con las nuevas autoridades cómo solucionamos estos temas, porque tiene que haber una solución, ya que no podemos estar cargando con todo y que no se nos recompense", manifestó.
El dirigente de los microbuseros también comentó acerca de la preocupación que hay en el gremio respecto al cierre de los mercados chinos, y por ende el alza de las importaciones de insumos, un punto que afecta directamente al rubro, ya sea por la compra de máquinas o repuestos.
Delivery en retirada
Jorge Guzmán usa su vehículo los fines de semana para hacer entregas a domicilio o delivery, ocupación que comenzó hace dos años al quedar cesante y señaló que es una actividad cada vez menos atractiva.
"Yo comencé a repartir distintos productos cuando perdí mi trabajo en una empresa de retail y justo en esa época la gasolina estaba muy conveniente, porque nadie usaba auto, así que trasladaba desde pollos asados, hasta pedidos de supermercados o de negocios de barrio. Fue una buena alternativa que me salvó para mantener a familia. Ahora estoy con trabajo nuevamente y le dedico algo de tiempo al delivery sólo los fines de semana, pero veo que es cada vez menos rentable con el precio actual del combustible", expresó.
"Si el combustible sigue subiendo y llega a los $1.200 por litro, vamos a tener que analizar la posibilidad de subir los pasajes".
Humberto Ulloa, Vocero de los Taxicolectivos de Osorno