Preocupación por violencia
Con profunda preocupación veo la situación que vive nuestro querido Chile; estoy consciente que estamos inmersos en un mundo del cual no puedo abstraerme: la pandemia, inestabilidad de las grandes potencias que hacen tener en ascuas una tercera conflagración mundial y los cambios radicales en el medio ambiente, son factores que sí o sí, hacen que los ciudadanos de los países de todo el mundo vivan un estado de exacerbación permanente.
Sin embargo lo anterior, hay un cuarto factor que avanza raudamente y se inserta peligrosamente en los ciudadanos de los países en que, equivocadamente las autoridades han errado sus estrategias para contrarrestar o mitigar sus embates, o lisa y llanamente se muestran proclives a ellos, me refiero al incremento innegable de las tasas delictuales derivadas del narcoterrorismo, inmigración, tomas y usurpaciones territoriales, terrorismo político, terrorismo económico, inseguridad pública, asaltos, robos, secuestros, sobornos, coimas, acomodos, liviandades jurídicas,y tantos otros hechos que largo sería enumerar.
Mi preocupación como chileno radica justamente en este sinnúmero de hechos que día a día va en aumento a lo largo del territorio, llevándonos sin atajos visibles hacia un despeñadero.
Como hombre de fe, sinceramente en mis oraciones pido por el éxito de nuestro Presidente Gabriel Boric, pues sería el éxito del país (aclaro que no fue mi candidato); las contingencias del día a día muestran una falta total de decisiones con soluciones adecuadas y oportunas, especialmente en lo que respecta a la seguridad interior del país, sumándose a muchas inimaginables e incongruentes ponencias de la actual Convención, que de concretarse en una nueva Constitución, sería un retorno abrupto al gobierno de la Unidad Popular, en que estuvimos al borde de una guerra civil.
El año 1968 ingresé a la Fuerza Aérea, institución de la que finalmente me retiré voluntariamente el año 2002, viví y sigo viviendo en la vida pasiva, con orgullo y vocación, habiendo pasado las décadas del '70, '80 y '90 en la contención oportuna de un mal mayor en un principio, asegurando el orden y la seguridad del país, al amparo de un Estado de Excepción, que legalmente activó a las Fuerzas Armadas en apoyo de Carabineros y la Policía de Investigaciones. En la actualidad nuevamente se dilapida a la vista y paciencia de la ciudadanía, con evidencias críticas de seguridad interior en las I° y II° Regiones, Región Metropolitana y especialmente en las Regiones de Bío Bío, La Araucanía y Los Ríos, evidencias diarias concretas que solamente han sido contrarrestadas con buenas intensiones y deseos teóricos, que solamente dan más tiempo de actuación impune, de terroristas y delincuentes.
Señor Presidente, considerando su poca experiencia, conocimiento y temple, ha tenido que acudir o valerse mucho de sus asesores quienes siempre tienden a copiar lo que sus homólogos de tendencia de izquierda en el mundo gestionan a diario, especialmente los cercanos de Venezuela y Cuba, desgraciadamente la asesoría de nada ha servido… para el terrorismo y la delincuencia, Chile sigue siendo un terreno fértil que les da impunidad requerida. A este respecto, le pregunto: ¿no sería oportuno enviar en forma urgente una comisión a la República de El Salvador, a fin de que el actual Presidente Nayib Bukele, la instruyera y entregara el método para la gestión de las autoridades chilenas, en orden a proceder para exterminar de raíz con la lacra delincuencial y terrorista, a la luz de un estado de excepción y el empleo adecuado de las Fuerzas Armadas, Carabineros e Investigaciones?.
Presidente, desde que asumió usted está viviendo una nueva experiencia, acumúlela, no la bote, sáquele provecho y si la puede transmitir y compartir, hágalo; su conocimiento, para el cargo, de seguro, es poco, adquiéralo, nunca es tarde y aquilátelo; su actitud es lo único que se podría decir que ha querido demostrar, la actitud es querer, es vocación y disposición. Domingo Mora Montecino
Fortaleza previsional
En más de 40 años de nuestro actual sistema previsional, de capitalización individual, ningún peso se ha ido a las manos políticas, y por lo mismo, entre el aporte de los trabajadores y la rentabilidad ganada por interés compuesto, se logró llegar a cerca de 250.000 millones de dólares previo a los retiros previsionales.
Eduardo Jerez Sanhueza
Trabajo de constituyentes
Cada vez que los constituyentes crean una situación que no saben cómo arreglar, recurren a inventar un organismo, comisión o institución y, además, a dejarle el tema a los legisladores. De costos, ni hablar, esta es la única Constituyente del mundo en que los costos no importan, aunque el país esté en crisis económica y muy endeudado.
Hablar de "todos los escenarios" parece una exageración. Son sólo dos: o gana por poco el Apruebo o pierde el Apruebo. Si el Apruebo gana por poco es el escenario más difícil, ya que el país tiene una enorme tarea en reformular leyes, crear instituciones, cambiar completamente los sistemas, etc., en un proceso que, en el mejor de los casos, si estuviera la gran mayoría de acuerdo con esos cambios tomaría años, pero ahora estaría haciéndose todo eso con casi un 50% de la gente en contra y, por lo tanto, sería una misión imposible.
La victoria del Apruebo sería una victoria pírrica. Basta mirar la invasión de Rusia a Ucrania: con los misiles actuales es posible destruir una ciudad a distancia, entonces cada "victoria" parcial de Rusia termina con una ciudad destruida.
Por supuesto, ni los constituyentes ni los invasores se harán cargo de la reconstrucción de instituciones y edificios, respectivamente. La realidad es que, en el mejor de los casos para el Apruebo, su victoria no sólo sería pírrica, sino putínica.
José Luis Hernández
Calidad de constituyentes
Ante la declaración del economista Óscar Landerretche, "creo que hay un riesgo enorme de que fracase el proceso (constitucional)... me asusta", surge la pregunta: ¿y cuando usted se enteró de los bajísimos requisitos que se le exigían a las personas que postularían para ser constituyentes y que una vez elegidos, redactarían ni más ni menos que la nueva Constitución, eso no lo asustó?
Luis Enrique Soler