Más bullying en los colegios
Aunque hay mayor conciencia, tristemente los índices de acoso entre los estudiantes va en aumento. Es fundamental que en las instituciones educativas haya adecuados y oportunos programas para prevenir el acoso escolar.
Es cierto que el país ha avanzado bastante en identificar el acoso/bullying como un problema, con propuestas y acciones a nivel personal, grupal e institucional, aunque no siempre se ha logrado responder adecuadamente a su resolución. Prueba de ello es que según la ONG Internacional Bullying Sin Fronteras se ha visto un aumento en los casos de acoso/bullying en el período 2020/2021, que ha pasado de 3.760 a 5.934 casos, mostrando además que las regiones con mayor población reportan más casos.
Para el sicólogo educacional y docente de la Universidad Andrés Bello, Carlos Ossa, este incremento es inquietante debido a que existen consecuencias negativas y graves derivadas del acoso/bullying, como aislamiento social, problemas emocionales, disminución de rendimiento académico, pérdida de confianza social, problemas de relaciones interpersonales, y dentro de lo más extremo, intentos y consumación de suicidio infantil y juvenil. Es por ello que se le ha considerado un grave problema de salud mental, e incluso de indicador de negativa salud organizacional en los centros educativos.
"Desde la psicología, y especialmente desde la psicología educacional, debemos aportar en varias direcciones. En primer lugar, debemos investigar más decididamente el fenómeno, considerando sus diferentes facetas (individuos, grupos, organización, cultura), además, debemos generar y promover más programas y acciones para identificar y mejorar las situaciones de acoso/bullying, y de violencia relacional que se dan en los centros educativos, donde la intervención para el cambio es fundamental, ya que no basta sólo con la prevención", plantea Ossa.
Otro elemento a considerar es que hay que enseñar la importancia del cambio, elemento que es fundamental para evitar el bullying, pues se ha visto que en muchas situaciones es justamente esta dificultad lo que promueve situaciones de acoso y de rechazo, y son justamente las instituciones más rígidas y evitativas del cambio las que mantienen contextos donde proliferan el acoso y la violencia.