Debaten sobre el futuro del Senado en la nueva Constitución
REGIÓN. Analistas exponen sobre la materia en discusión. Senadores electos, Fidel Espinoza (PS), Iván Moreira (UDI) y Carlos Ignacio Kuschel (RN) se declararon contrarios a eliminar la Cámara Alta.
El futuro del Senado es incierto. Por lo menos, como se le conoce en la actualidad. Su destino o el cambio a una nueva entidad es materia de debate en la Convención Constitucional, órgano a cargo de la redacción de la nueva Constitución para nuestro país.
Pero no sólo es objeto de discusión entre quienes forman parte de esa institución, puesto que a ellos se suman entendidos en la materia y los propios integrantes del Senado, que fueron electos en los pasados comicios del 21 de noviembre.
Su posible cambio a una Cámara Territorial es una materia que se sigue con atención desde el mundo político.
Desde ya los representantes de la región en la Cámara Alta y que fueron electos por el período de ocho años que partirá este 11 de marzo, expresaron inquietud y disconformidad por la forma en la que se está tratando esta materia.
Tanto Fidel Espinoza (PS), Iván Moreira (UDI) y Carlos Ignacio Kuschel (RN) se declararon contrarios a la opción de poner fin al Senado.
Advirtieron que determinaciones de este tipo colocan en riesgo la aprobación de la nueva Carta Magna en el plebiscito de salida.
De hecho, Espinoza extraña que ninguno de los temas que motivaron el estallido social y la construcción de una nueva Constitución esté siendo tratado en la Convención Constitucional.
Moreira y Kuschel, en cambio, coinciden en desaprobar el trabajo que ha realizando esa entidad en ocho meses.
Mientras el primero acusó la existencia de un ánimo "refundacional" de una izquierda radical, el segundo afirmó que la Convención está haciendo todo "a la buena de Dios nomás...", sin realizar un mayor análisis antes de adoptar una determinación.
Mejorar
Para los analistas políticos, un camino correcto podría ser, en lugar de eliminar el Senado, corregir sus falencias y asegurar los cambios que permitan que la ciudadanía pueda tener una mejor percepción de su labor.
Tanto Angélica Basoalto, directora de la carrera de Administración Pública de la Universidad San Sebastián (USS), Sede De La Patagonia (Puerto Montt), como Pedro Díaz, director de la Escuela de Administración Pública de la Universidad Austral de Chile (UACh), Sede Puerto Montt, se declaran partidarios de efectuar las correcciones que permitan contar un Senado más óptimo. Por ejemplo, corregir el tiempo que les toma en aprobar una determinada ley.
Sobre el debate, Basoalto sostuvo que aún no es "bastante concluyente" y que la teoría de unicameralismo probablemente tiene poco espacio en nuestro país, considerando que lo que se necesita es un sistema que agilice el proceso de leyes, el objetivo que tiene el Congreso en sí, de poder legislar, pero también fiscalizar. "Un unicameralismo no tendría una representatividad totalmente democrática al momento de su creación".
En su análisis, señaló que el Senado tiene que ser objeto de correcciones. "Debiese tener, quizás, una mayor representatividad en los territorios, que es también lo que se ha ido discutiendo. Expertos hablan de que, a lo mejor, esta Cámara Alta disponga de atribuciones más territoriales o cuente con más representatividad de territorios más amplios".
Para la académica es relevante mejorar el trabajo legislativo. Más aún si se considera la baja evaluación que tiene el Congreso y el sistema político en general.
Es por eso que apeló a terminar con la lentitud para sacar las leyes. "Es clásico escuchar que duermen en el Congreso durante mucho tiempo y eso ha cansado a la ciudadanía últimamente".
Basoalto expuso que "disolver un órgano de este tipo podría traer consecuencias que la ciudadanía tampoco espera. Siempre lo bicameral, a nivel internacional, ha buscado ser una suerte de doble representatividad que puede llegar a tener la ciudadanía y sus voluntades. Puede ser perfectible, pero no eliminar de por sí un órgano que tiene por objetivo la representación territorial de las regiones".
Díaz, en tanto, planteó que el debate presenta escasa rigurosidad y que carece de profundidad teórica y académica respecto a los alcances que significa tener o no un Senado.
"Se ha generado a partir de una ideología y de premisas que son de campaña y no respecto al bien común y lo necesario que es realizar determinadas reformas por uno u otro lado. Se analizan realidades extranjeras, internacionales sobre el unicameralismo, sin reconocer la nacional en torno a la labor que podría tener un Senado que funcione bien", dijo.
Al igual que Basoalto, sostuvo que lo urgente es evitar el cohecho, la corrupción y que las leyes salgan de forma oportuna, para lo cual se debe mejorar el formato en el cual se escogen los parlamentarios.
Díaz planteó que si se considera que el Senado y la Cámara de Diputados tienen atribuciones y una efectividad distinta, lo que se requiere es un análisis más profundo. "Se ha definido eliminar porque el Congreso está desprestigiado...".
Desacuerdo
Los senadores electos se mostraron en desacuerdo con la eliminación del Senado y plantearon sus reparos sobre el trabajo de la Convención.
El senador electo Fidel Espinoza acusó que un grupo radicalizado de convencionales está colocando como prioridades de las nuevas normas constitucionales, temáticas que no estuvieron ni en las primeras 30 demandas del estallido social, que fue lo que gatilló la nueva Constitución.
"Quieren construir o refundar una institución nueva, distinta a la que fuimos elegidos. Eso tampoco es respetar la soberanía popular, porque, en definitiva, los senadores hace tres meses fuimos elegidos con las reglas claras de un país democrático, que establecía que se elegían por tal cantidad de años", remarcó.
Si bien respeta la autonomía de la Convención, consideró que es "antidemocrático" su accionar. "Mi mensaje es que me coloquen el apellido que sea, voy a trabajar con la misma fuerza, ganas, ímpetu y energía que lo hice como diputado. No cambiarán el compromiso que tengo con la gente", desafió.
A Espinoza le preocupa el nivel de "superioridad" que -dijo- creen tener los convencionales, situación que los lleva a elaborar normas que lo único que hacen es acercar a la gente que votó Apruebo -por una nueva Constitución en el plebiscito del 25 de octubre de 2020- a que la rechace en el plebiscito de salida.
Otro error que advierte es que las minorías no están siendo escuchadas. "Si siguen actuando con esa imposición, no dejando expresarse a las minorías, tendremos una Constitución con el mismo tenor de la que tanto criticamos, la de "(Augusto) Pinochet (1980) que se construyó sin la gente".
"No hagan experimentos. Las constituciones no son para ello. En ninguna parte del mundo se ha aplicado un modelo como el que pretenden inventar. No pueden hacer, de esta Constitución, que es el anhelo de los chilenos, un experimento. Eso nos preocupa", remató el senador electo.
Su par, Iván Moreira (UDI), senador reelecto por Los Lagos, emplazó al Presidente electo, Gabriel Boric, a que coloque orden en su sector.
Para el congresista, "lo que hace el Frente Amplio y una mayoría circunstancial de una izquierda radical, es eliminar 200 años de historia".
Estimó que pretenden crear una sola cámara política para tener el control permanente, "lo que es inaceptable".
Y añadió que el Senado, a diferencia de la Cámara de Diputados, no se ha convertido en "populista".
Para Moreira, lo que la Convención conseguirá con sus propuestas es "debilitar el Estado de derecho y la institucionalidad de nuestro país, porque lo que ha demostrado es una capacidad demoledora".
Moreira observó que esta entidad no está considerando la historia de Chile, por lo que emplazó al Presidente electo, Gabriel Boric, para que ordene sus filas. "Este gobierno tiene que tener claro que tendrá una oposición muy dura si sigue mirando para el lado, porque su coalición lidera estos cambios. Hasta el PS le ha expresado su molestia y le ha solicitado que intervenga".
Al igual que Moreira, el diputado y electo senador, Carlos Ignacio Kuschel, lanzó un duro cuestionamiento a la labor de la Convención, de cuyo trabajo se siente decepcionado. "La forma en la que se presentan, en que tramitan, en que se comportan... Pero es lo que tenemos y ya han pasado ocho meses y perdieron más de la mitad en aspectos reglamentarios que la Cámara (de Diputados) los resuelve en menos de una semana. Pudieron haber usado sus reglamentos, porque todos los parlamentos del mundo funcionan con el mismo estándar. No necesitan inventar la rueda".
Kuschel es partidario de volver a un Senado y a una Cámara de Diputados de menor tamaño, con 38 y 120 miembros, respectivamente.
Tampoco está a favor de dejar una sola Cámara porque el Senado es más colaborar con los gobiernos que la Cámara Baja y así lo muestran las estadísticas, "que nadie estudia". Propuso que "si es que hubiera que eliminar algo, debiera ser la Cámara de Diputados".
"Quieren construir o refundar una institución nueva, distinta a la que fuimos elegidos. Eso tampoco es respetar la soberanía popular"
Fidel Espinoza,, senador socialista
"lo que hace el Frente Amplio y una mayoría circunstancial de una izquierda radical, es eliminar 200 años de historia"
Iván Moreira,, senador UDI