Bélgica se plantea retrasar el cierre de centrales nucleares
ENERGÍA. El gobierno del país europeo aludió al impacto geopolítico de la guerra en Ucrania para repensar su itinerario en este tema.
El Gobierno de Bélgica considera que la invasión de Rusia a Ucrania tiene un impacto geopolítico que obliga a replantearse el abandono previsto de la energía nuclear en 2025, que actualmente genera la mitad de la electricidad que surte a ese país europeo.
"La situación actual es muy diferente de cuando tomamos la decisión a finales de diciembre", dijo el primer ministro de Bélgica, el liberal Alexander de Croo, en la radiotelevisión pública RTBF.
El propio copresidente del partido medioambientalista Ecolo, Jean-Marc Nollet, planteó en una entrevista en el diario Le Soir que "hay que reevaluar la cuestión de la salida de la energía nuclear", y se declaró dispuesto a retrasar la fecha límite a cambio de que el paquete incluya medidas para abaratar las cuentas de los consumidores y acelerar la transición energética.
En diciembre, la coalición gubernamental de Bélgica acordó un plan con varios escenarios que contemplaba mantener el cierre de las centrales nucleares en 2025, como estaba previsto en una ley de 2003, pero reservándose el derecho de recurrir a la energía atómica en caso de que la seguridad de suministro se viera amenazada.
Formaba parte de un plan energético con varias opciones para alcanzar las metas climáticas de Bélgica acordado por la coalición de siete partidos del Gobierno, entre ellos los ecologistas, que se fijó el 18 de marzo como fecha para confirmar la decisión.
La energía nuclear, que según datos del operador local Elia en 2021 representaba el 52% de la generación eléctrica del país, sería sustituida por centrales de gas, según el plan de diciembre, que el Gobierno debía confirmar la próxima semana.
"En diciembre pasado agregamos el contexto geopolítico como un factor", pero esto ha cambiado "por completo" tras la invasión rusa de Ucrania lanzada el pasado 24 de febrero, agregó el primer ministro, quien recordó, no obstante, que Rusia es un suministrador "poco importante" de energía para el mercado belga.
De Croo añadió que el país debe "hacer cosas a corto plazo" pero confirmó la perspectiva de encaminarse hacia "un sistema energético que sea más sostenible, que tenga menos emisiones".
Bélgica cuenta con siete reactores nucleares repartidos en dos centrales, Tihange (suroeste) y Doel (noreste), con una potencia de 2.900 y 3.000 megawatts eléctricos (MWe), respectivamente.
Temor en Ucrania
Paralelamente, el director general del OIEA -agencia nuclear de la ONU-, Rafael Grossi, advirtió que el mundo debe hacer todo lo posible para evitar un accidente nuclear en Ucrania, donde tras la invasión rusa ha dejado de ser seguro operar plantas nucleares.
"Reitero mi llamado, que sea alto y claro: debemos evitar un accidente nuclear en Ucrania", dijo el responsable del Organismo Internacional de Energía Atómica al inicio de una reunión de la Junta de Gobernadores, el órgano ejecutivo de la agencia.
"Esta vez, si sucede un accidente nuclear, no será causado por un tsunami de la madre naturaleza (como en Japón en 2011), sino será resultado de la incapacidad humana. Sabíamos que podíamos, y sabíamos que debíamos (actuar)", advirtió Grossi.
Según el director general, las operaciones militares en las instalaciones nucleares de Ucrania han provocado un "peligro sin precedentes de accidente nuclear, poniendo en riesgo la vida de las personas que viven en Ucrania y en los países vecinos, incluida Rusia".