Crean normas para la protección de los lagos y prevenir contaminación
MEDIO AMBIENTE. Actualmente, está en desarrollo la fase de recolección de antecedentes, los que pueden ser aportados por personas naturales y jurídicas.
El viernes 25 de febrero fue publicada en el Diario Oficial la resolución del Ministerio del Medio Ambiente que dio inicio a la elaboración del anteproyecto de normas secundarias de calidad ambiental para la protección de las aguas de los lagos norpatagónicos del sur de Chile, es decir, aquellos ubicados en las regiones de la Araucanía, Los Lagos y Los Ríos.
La normativa permitirá establecer valores de las concentraciones de parámetros físico-químicos permitidas en estos lagos, con especial atención en aquellos que puedan ser un riesgo para la conservación de estos ecosistemas.
Con esta publicación, comenzó la recolección de antecedentes, la cual se extenderá por un periodo de tres meses, hasta el 25 de mayo. En este plazo, el Ministerio recibirá información técnica, científica y social acerca de los contenidos a normar.
Cualquier persona natural o jurídica puede aportar con dichos antecedentes, los que deben ser fundados y entregados por escrito en la oficina de partes del Ministerio o de la Secretaría Regional Ministerial o, bien, de forma digital al correo electrónico nscalagosnp@mma.gob.cl.
Enfoque territorial
El seremi del Medio Ambiente, Daniel del Campo, precisó que en Chile existen 368 lagos y, de éstos, el 97 por ciento se encuentra en las tres regiones que involucra la regulación.
En total son 21 lagos: Colico, Caburgua, Huilipilún, Tinquilco, en la Araucanía; Calafquén, Panguipulli, Neltume, Pirehueico, Riñihue, Pellaifa, Pullinque, Ranco, Maihue, Huishue, Gemelas, Gris, en Los Ríos; Puyehue, Rupanco, Constancia, Todos los Santos y Chapo, en Los Lagos.
"Estos lagos generan una serie de servicios ecosistémicos para el uso del turismo, la agricultura, el agua dulce y, además, son zonas de alto valor de diversidad. Por eso, hemos querido enfocar en esta zona esta norma que, por primera vez se expande en el territorio; habíamos tenido otras normas en lagos o cuencas específicas", explicó Daniel del Campo.
Además, indicó que se trata de zonas que están siendo afectadas a través de, por ejemplo, vertimiento de contaminantes, cambio de uso de suelo, degradación propia de los lagos, el uso de sus riberas y las actividades acuicultura.
A ello -dijo- se suman los efectos del cambio climático y la sequía, que está avanzando hacia la zona sur del país.
Uno de los ejemplos del impacto de esos factores -dijo- es la declaración de zona saturada, en 2017, del lago Villarrica, donde se identificó alta concentración de clorofila A, transparencia y fósforo disuelto.
De esta regulación para los lagos norpatagónicos justamente fueron excluidos los lagos Villarrica y Llanquihue, porque estos ya tienen normas, las cuales están en plena implementación.
Proceso
El proceso de elaboración de las normas secundarias comenzó con un estudio que se realizó en 2020-2021 a cargo de la Universidad de Concepción, con el apoyo de expertos de la Universidad Austral de Chile.
El objetivo fue la recopilación de información para describir la cuenca y determinar cuáles son los principales agentes que podrían generar algún grado de afectación sobre estas aguas.
Con el inicio formal de la etapa de recopilación de antecedentes, el seremi señaló que es relevante la participación de la comunidad. Las comunidades mapuches pueden ser parte de esta fase, "la semana pasada estuve reunido con comunidades aledañas a los lagos Ranco y Maihue, haciendo difusión de este proceso, en el cual ellos ya han recopilado algunos antecedentes, información que pueden ingresar para poder construir un anteproyecto sólido", señaló Del Campo.
Además, explicó que durante este proceso el Ministerio realiza acciones paralelas, como la conformación del comité operativo integrado por los servicios públicos competentes en la materia y el comité operativo ampliado que reúne, además, a representantes de organizaciones no gubernamentales, actores regulados, centros de investigación y universidades, con la finalidad de comenzar la construcción del anteproyecto.
"Luego de eso, al igual como ha ocurrido en otros procesos normativos en nuestra región, se somete a una consulta pública y, eventualmente, a una consulta indígena", detalló.
Posteriormente, se construirá el proyecto definitivo y durante esta fase, adicionalmente, será elaborado del Análisis General de Impacto Económico y Social (AGIES), lo que -según precisó el seremi- "le da un valor económico a la implementación de estas normas versus las eventuales restricciones o eventuales inversiones que deban existir para poder cumplir y, de esta forma, poder conservar la calidad del agua".
Una vez finalizada la construcción del proyecto, éste se remite al Consejo de Ministros para la Sustentabilidad y, al contar con su aprobación, lo firma el Presidente de la República; posteriormente, corresponde la toma de razón de la Contraloría General de la República para, luego, ser publicado el decreto en el Diario Oficial.
El seremi destacó que la elaboración de estas normas es complementaria a dos procesos que el Ministerio está llevando adelante: las normas secundarias de calidad ambiental para la protección de las aguas de la cuenca del río Valdivia y la recolección de antecedentes que próximamente se iniciará para la cuenca del río Bueno.