Volver a clases presenciales
A pocos días del inicio de clases, estamos expectantes y esperanzados sobre lo que ocurrirá con el retorno a la presencialidad y el aumento de estudiantes matriculados, puesto que las cifras del año pasado muestran que cerca de 40 mil no fueron matriculados en ningún establecimiento educativo.
Si a eso sumamos que, debido a la reducción de aforos y la presencialidad voluntaria, el 2021 terminó siendo un año con menor cantidad de horas efectivas de clases que el 2020, la situación resulta crítica. La brecha educativa que podemos enfrentar es enorme y puede ser un reto mayúsculo para las comunidades educativas y un gran costo social para nuestro país.
Los estudios muestran que un temprano acceso al espacio educativo afecta positivamente el desarrollo de las habilidades socioemocionales y cognitivas de los niños, permitiendo así disminuir las brechas educacionales (Dussaillant & González, 2012; MINEDUC, 2013). Más aún, en estos dos años de pandemia se ha demostrado que la mejor manera de hacerle frente al rezago en el desarrollo y aprendizaje de nuestros niños, es volviendo presencialmente a clases.
El caso específico de la lectoescritura es preocupante, ya que según datos 2021 de la Unesco, cerca de 583 millones de niños en el mundo no cuentan con las competencias suficientes en lectura. Y esto, no es un problema sólo para los niños, sino un problema que nos acompaña hasta la edad adulta. Por eso, es urgente ponerle atajo ahora fomentando la presencialidad en todas las salas de clases.
Ricardo Evangelista
Invasión, día 6
La decisión de Vladimir Putin de poner en alerta "especial" a sus fuerzas nucleares ciertamente debe interpretarse como una advertencia de que cualquier intento de removerlo será considerado como una amenaza existencial al Estado ruso. Al mismo tiempo, es otro disuasivo para evitar la intermediación occidental.
La alerta, con todo, no debe echar pie atrás a las múltiples sanciones económicas y financieras en curso para cercenar su crecimiento.
En lo doméstico, más de seis mil detenidos y protestas registradas en cerca de 45 ciudades rusas, desde San Petersburgo a Irkutsk, demuestran que Putin no controla la narrativa sobre Ucrania. Estremecedor es revisar diarios como el Vechernyaya Moskva -uno de los de mayor circulación- sin referencia alguna al conflicto.
Tras cinco días de resistencia armada ucraniana, superando ampliamente las expectativas de expertos militares, Putin paradójicamente ha logrado atraer a la OTAN a sus fronteras. Este es un conflicto impopular que mina la reputación internacional rusa y el descontento doméstico aumentará dramáticamente, qué duda cabe, con la llegada de más y más bolsas de cadáveres de vuelta a Rusia.
Camilo Barría-Rodríguez
Respiro para las pymes
Diversas son las dificultades que han debido enfrentar las micro, pequeñas y medianas empresas en nuestro país; un denominado "estallido social" y luego una pandemia que incluso, hasta hoy, mantiene al sector en un escenario de incertidumbre. A pesar de ello, y de estar constantemente haciendo frente a barreras estructurales, muchas de ellas asumieron el desafío de la integración de nuevas tecnologías, encontrando en la transformación digital una oportunidad para seguir adelante.
La digitalización ha sido un gran aliado en el proceso de crecimiento de las empresas de menor tamaño. Por ejemplo, la implementación de la facturación electrónica ayudó fuertemente a cumplir lo dispuesto por la Ley de Pago 30 Días provocando que, en la industria de la construcción, un 45% de las facturas fueran pagadas antes de la fecha acordada; considerable respiro para las Pymes.
La incorporación de tecnología en procesos de abastecimiento, digitalización de actividades clave para la toma de decisiones y la transparencia de información entre comprador y proveedor, son los principales factores a considerar para continuar fortaleciendo la economía, reducir costos, aumentar la productividad y generar empleos.
Yuval Shats
Precio del gas
La guerra en Ucrania empuja el precio del gas, el petróleo y la bencina a niveles récord en el mundo entero y Chile no es la excepción. Es más, como no somos productores de estos combustibles, a diferencia de los demás países de la región, dependemos todavía más del precio internacional, que ha subido de manera sostenida hace más de un año en Europa, Asia, Estados Unidos y América Latina, pero con el conflicto en Ucrania se ha disparado. Lo más preocupante es que se pronostican subidas de precio durante todo este año.
Justo en este momento, en que vemos aumentos históricos en estos precios tras un año de alzas sostenidas a nivel global, comienza la discusión del proyecto de ley presentado por el Gobierno que regula el mercado del gas. Las expectativas de muchas personas, con justa razón, es que una nueva regulación genere una baja en los precios locales. Sin embargo, ninguna de las medidas que propone el proyecto para el gas licuado -que es un derivado del petróleo- aborda el problema de fondo: que dependemos completamente del precio internacional de una materia prima que Chile está obligado a importar.
El proyecto de ley tampoco asume ni dice que, para el petróleo y la bencina, el país cuenta con el Mepco, un fondo de estabilización que amortigua a nivel local el aumento de los precios internacionales. En cambio, no existe ningún sistema similar que beneficie a los consumidores de gas, que equivalen a más del 80% de la población. Por lo mismo, hasta que se tomen medidas para atacar el real problema de fondo, el precio internacional del gas seguirá impactando al presupuesto de personas y familias.
Mientras no asumamos el problema fundamental que nos afecta como país importador y, todavía peor, se sigan promoviendo iniciativas que no bajarán el precio del gas -y afectarán la disponibilidad, eficiencia y seguridad del servicio-, entre las personas se seguirán generando expectativas que muy pronto se verán nuevamente frustradas.
Ángel Mafucci, gerente general de Empresas Lipigas.
Poder disuasivo
La guerra en Ucrania demuestra cuán importante es para los países mantener un poder militar con capacidad disuasoria, pero como en Chile campea el buenismo constituyente, mucho me temo que cuando lleguen a esa parte, los convencionales demuestren nuevas cuotas de temeridad. Ojalá me equivoque.
Rodrigo Silva