Sergio Silva Vásquez

"Yo salí al camino junto a un bombero, porque las llamas venían muy rápido y pensé que al regresar mi casa estaría en escombros (...) gracias a Dios el viento cambió y si usted mira, el fuego rodeó mi casa. Los vecinos dicen que es un milagro".

El testimonio corresponde a Raquel Deuma, vecina de Pucoihue Alto, cuya casa estuvo a metros de ser abrazada por las llamas durante el incendio forestal reportado en la zona la tarde del jueves y que mantiene a la comuna de Osorno en Alerta Roja, debido a la magnitud de la emergencia que lleva más de 317 hectáreas consumidas.

La mujer vive en el lugar junto a su hija y una nieta. Su familia, al igual que otras de la zona, debió evacuar preventivamente por el siniestro forestal.

"No perdí mi casa, pero se quemaron unas cabañas, una bodega y un quincho que tenía al frente de mi hogar. A ello súmale la plantación de árboles que tenía, pero lo importante es que tenemos vida. Lo de ayer (jueves) fue dramático y nunca pensé que nos iba a afectar, se veía tan distante el humo, pero ese viento que se levantó ayudó a que el fuego llegara hasta acá desde Trinquicahuín y Murrinumo. Si no fuera por bomberos y los vecinos, no estaría contando esto. Ahora veremos qué vamos hacer, a comenzar a trabajar la tierra para poder sobrevivir", sostuvo la jefa de hogar en conversación con El Austral, mientras observaba el frontis de su vivienda quemado por el fuego.

Así como ella, más de una veintena de vecinos pasaron la noche en vigilia observando por la ventana el comportamiento del fuego que, a ratos, volvía a levantar llamaradas que preocupaban a los residentes.

Terreno

Desde Pucoihue, distante a 12 kilómetros de la ciudad por la Ruta U-400 al mar, ayer no se podía apreciar el volcán Osorno o la Cordillera de Los Andes debido al humo que se levantaba por la combustión de la vegetación con el fuego que seguía activo en medio de un bosque nativo en un predio cercano al poblado rural.

Ahí precisamente se concentró el trabajo de tres helicópteros que estuvieron lanzando agua para apagar el fuego que se activó.

Enzo Mora, quien vive junto a su señora y sus hijos, agradece que las llamas no alcanzaron un camino interior cercano a unos pinos, de lo contrario habría perdido su hogar.

"Yo estaba en la ciudad de Osorno y mis hijos pequeños estaban solos. Al llegar era una imagen impactante y se veían las llamas, cada vez iban aproximándose más a nuestra localidad. Con los vecinos comenzamos a hacer cortafuegos con máquinas para impedir el desplazamiento de las llamas. El fuego llegó a seis metros de mi casa y tuve que evacuar. Ya daba todo por perdido y, en una cosa inexplicable, el viento cambió, se desvió y mi casa se salvó de las llamas", manifestó el residente, que ayer observaba a distancia los trabajos de control del siniestro.

Los vecinos, pasadas las 12.30 horas, fueron examinados por un equipo de profesionales del Samu de Osorno que llegó al lugar. Muchos residentes se quejaron de problemas en la visión y de haber aspirado demasiado humo.

Guillermo Hernández Castro, antiguo residente del sector Pucoihue Alto, comentó que a sus 62 años, es la primera vez que ve un incendio forestal tan grande y con pérdidas importantes para sus vecinos.

"Trabajamos codo a codo con los vecinos y en algunas partes se evitó que el fuego destruyera construcciones, pero en otros no se podía por la violencia de las llamas. Usamos baldes con agua, arados y un amigo prestó su tractor para hacer un cortafuegos. Eran impresionantes esas grandes lenguas de fuego que se levantaban desde las quebradas, nunca antes visto. Uno veía incendios pequeños, pero nunca de grandes proporciones. Gracias a todos los que ayudaron, a los bomberos y Conaf", dijo.

Evaluación

"Durante la noche, el avance del fuego fue menor y se mantuvo contenido. En la mañana (ayer) recogimos información y se hizo una evaluación con Conaf, donde se dispusieron