Alerta a mensajes irrespetuosos
Una polémica rutina humorística hizo reflexionar sobre las diferentes formas que puede tomar la violencia de género. Se aprecia una comunidad con más herramientas para construir una convivencia más igualitaria. Pero no se puede olvidar que los cambios duraderos son lentos
Con rapidez y de manera transversal se activaron las alertas ante contenidos presentes en la rutina de un dúo humorístico invitado a la celebración del aniversario de Río Bueno. Espectadores, grupos políticos, la municipalidad anfitriona y el ministerio de la Mujer manifestaron su rechazo a las expresiones vertidas en la presentación y luego fueron los mismos artistas (Locos del Humor) quienes ofrecieron disculpas públicas y manifestaron su compromiso de cambio de actitud, reconociendo su error por el vocabulario utilizado y el contenido de su actuación, que ellos calificaron como discriminatorios y sexistas.
La noticia llamó la atención en redes sociales, escaló hasta las autoridades nacionales y ocupó espacio en la agenda pública esta semana, abriendo la oportunidad para hablar acerca de la importancia de reconocer las diferentes formas que pueden tomar las agresiones de género. La misma ministra Mónica Zalaquett lo señaló así al twittear "esto no es humor; es violencia" y al invitar a terminar con todas las acciones, incluso las aparentemente sutiles como una broma o una palabra, que puedan denigrar a las personas, o vulnerar sus derechos.
Probablemente alguien podría pensar que hay exageración en este tipo de reacciones y que ellas pueden generar el efecto contrario, es decir, rechazo al bien que se busca resguardar. Sin embargo, de la burla al abuso suelen existir trechos muy cortos, tal como lo demuestra el bullying escolar, lamentablemente. Por lo mismo, prevenir siempre es mejor.
Así visto, lo sucedido evidencia cambios positivos pues se aprecia una comunidad con herramientas para construir vínculos más igualitarios, de tolerancia y de valoración mutua. Se distingue la presencia de aprendizajes colectivos, los cuales permiten reconocer señales que no corresponden. En este caso, hubo una respuesta pública frente a mensajes irrespetuosos.
Pese a ello no se puede olvidar la internalización de nuevas miradas y de comportamiento social es lenta. Se requiere de constancia y paciencia en la educación para que avancen y se materialicen no solamente en los espacios públicos, sino en la vida cotidiana, ésa que no se aprecia en un escenario.