Derechos, más allá de la insolvencia
Solamente un 34% de las personas sabe que hay protección legal para deudores; esa desinformación puede generar abusos. Se estableció que un 28% de los encuestados reconoce que estar endeudado le ha traído problemas de salud física y/o mental y un 20% revela que ha tenido problemas familiares.
Un 36% de las personas del país que pidió retiros de fondos desde las AFP en 2021, utilizó el dinero para pagar deudas. La cifra corresponden a un estudio efectuado por el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) y dado a conocer la semana pasada, en el cual se analizó datos vinculados a la morosidad, pero también a las consecuencias que ella genera y a la percepción que se tiene al respecto.
Por ejemplo, se estableció que un 28% de los encuestados reconoce que estar endeudado le ha traído problemas de salud física y/o mental y un 20% revela que ha tenido problemas familiares. Además, solamente 34% afirma que las personas tienen derechos, aunque acumulen compromisos impagos.
Para Sernac este último punto es preocupante, pues abre la puerta a prácticas ilegales de cobranza, que no son denunciadas, pues los afectados no conocen la protección que tienen en estas circunstancias. Por ello, fue recalcado el uso de la plataforma "No me hostiguen más" donde los usuarios pueden informar prácticas abusivas como llamadas seguidas, informes a terceros, cobro de deudas ya pagadas, o de otras personas, entre otras.
El tema es relevante a nivel nacional (un 53% tiene deudas y un 26% no las puede pagar).
Sin embargo, tras ese promedio hay una realidad que inquieta, pues el problema sube entre los adultos mayores. Es decir, en grupos de más vulnerabilidad. En total son más de 15 mil personas mayores de 60 años que han visto subir sus compromisos, sin la posibilidad de atenderlos. Especial atención debe ponerse en el tramo entre 60 a 69 años de edad, donde la insolvencia subió un 12,3%.
En este contexto es importante informar y apoyar con orientación a quienes viven estas realidades. Y lo primero que se debe establecer es que nadie llega a una situación así voluntariamente, sino presionado por la pérdida de ingresos, tal como ha provocado la pandemia; algo que probablemente seguirá creciendo en 2022, con la retirada de los bonos estatales.