En materia de descentralización y regionalización del país, el programa del Presidente electo, Gabriel Boric, destaca varios puntos a considerar. En primer término, el envío de un proyecto de ley para eliminar la figura del delegado presidencial "debido a su redundancia con el rol de gobernador o gobernadora regional, la que genera ambigüedades administrativas e incluso obstrucciones al legítimo ejercicio de funciones de las y los gobernadores".

La proposición del Mandatario electo plantea que será prioridad para su eventual gobierno profundizar la transferencia de competencias a los gobiernos regionales. Este proceso considera la creación de un órgano a cargo de velar por su cumplimiento: "Será orientado por un órgano multinivel (ejecutivo, gobernadores regionales y representantes de municipalidades) de carácter político. Además, este órgano dará seguimiento al proceso de traspaso de competencias y servicios públicos acorde a las características y prioridades de cada región y/o territorio".

En materia de descentralización fiscal, la apuesta de Boric indica que "convocaremos un proceso de elaboración de un proyecto de Ley de Rentas Regionales para avanzar en autonomía financiera y equidad territorial".

A ello se suma desarrollar de forma progresiva un sistema de parques científico-tecnológicos y clústeres industriales en las macrozonas norte, centro-sur y sur del país.

El planteamiento considera también a las municipalidades como foco central de su agenda descentralizadora, para lo cual plantean la creación de empresas municipales para proveer productos, bienes y servicios. Agregan que habrá mayores subsidios fiscales a las "inmobiliarias populares, para la construcción de viviendas públicas de carácter masivo, de diversas tipologías y con una localización óptima para acceder a las oportunidades urbanas, las cuales serán puestas a disposición de la comunidad a través de arriendo a precio justo".

Habrá que estar atento a como el Presidente electo resuelve y avanza en estos compromisos y propuestas.

Según las proyecciones de los ministerios de Agricultura y del Medio Ambiente, en conjunto con instituciones como la Universidad de Chile e Inia, los efectos del cambio climático sobre la agricultura serán diversos. Estos efectos no serán parejos en todas las zonas del país, incluso pueden variar en la misma región, y si bien en su mayoría podrían ser negativos, también ocurrirán efectos positivos, sobre todo en la zona sur.

Entre los negativos, se proyecta que en nuestro territorio para 2040 las temperaturas aumentarán en unos 2°C y que las precipitaciones de primavera y verano disminuirán 30% aproximadamente. Esto, aparte de significar modificaciones en los sistemas productivos, traerá un aumento en la erosión del suelo. Agrimed, de la Universidad de Chile, indica que esta situación será evidente al 2040 y se acentuará para 2070, ya que existirá una combinación entre lluvias erosivas, falta o menor cobertura vegetal en zonas con relieve complejo y usos del suelo no consistentes con su fragilidad.

Entonces, para mejorar la producción en un contexto de cambio climático tendremos que ser eficientes en el uso de los recursos, con un menor consumo de agua, de energía y de agroquímicos; además de ser flexibles, con productos más biodiversos y más dependientes de insumos locales.

Ser sustentable desde la perspectiva de la gestión de los suelos, el agua y el sistema productivo permitirá desarrollar la agricultura del futuro, enfocada en la alimentación de las personas, sin descuidar la rentabilidad de los negocios agrícolas y el cuidado del medio ambiente, y para ello se requiere de capital humano que tenga en perspectiva este escenario y sus exigencias.

Desde nuestra labor, a través del Área Agroindustria y Medio ambiente de Inacap, formamos técnicos y profesionales destinados a ser agentes de cambio que sean capaces de proponer soluciones a los desafíos presentes y futuros, comprometidos con el territorio y las personas. En específico, el nuevo enfoque curricular para 2022 está fuertemente dirigido a la agricultura sustentable, siendo relevante la gestión sostenible de los recursos y del sistema productivo general. Personas que aporten al territorio bajo dicho enfoque son y serán fundamentales para una agricultura en un contexto de cambio climático.

Alberto Tamayo, profesor del Área Agroindustria y Medio ambiente de Inacap Sede Osorno