Una foto de Johnson bebiendo en grupo durante la pandemia golpea su imagen
CRISIS POLÍTICA. Una nueva polémica afecta al primer ministro británico en el peor momento de su mandato. La imagen divulgada por "The Guardian" lo muestra con su esposa, colaboradores y copas de vino en el momento más duro de la primera ola en 2020.
La crisis política que atraviesa el primer ministro británico, Boris Johnson se agravó ayer al circular una fotografía de mayo de 2020, en pleno confinamiento contra la pandemia, en la que aparece bebiendo vino en el jardín de Downing Street con su esposa y varios colaboradores. En ese momento la primera ola del covid-19 causaba estragos en el Reino Unido y entre las restricciones a la población estaban mantener dos metros de distancia y encuentros de solo dos personas en exteriores.
La imagen, publicada por el diario "The Guardian" y en la que además se ve una botella de vino y una tabla de quesos, fue tomada apenas un mes después de que Johnson abandonara la unidad de cuidados intensivos donde estuvo internado varios días por coronavirus, y se suma a la cascada de filtraciones sobre supuestas celebraciones durante la pandemia en diversos departamentos del Gobierno que han ventilado los medios en las últimas semanas.
La percepción de que el Ejecutivo conservador no cumplía las restricciones que imponía a los ciudadanos ha pasado la factura al primer ministro, que se ha desplomado en las encuestas y ha sido objetivo de duras críticas por parte de la oposición laborista.
Su debilidad se acentúa además por la guerra interna desatada en su partido a raíz de las restricciones para tratar de frenar la expansión de la variante ómicron.
Casi un centenar de sus propios diputados se rebelaron la semana pasada contra la imposición del pasaporte covid y una facción cada vez más nutrida de los "tories" amenaza con convocar una moción de confianza sobre su liderazgo si decide introducir nuevas medidas, a pesar de que los contagios diarios volvieron a superar ayer los 91.000 casos en el Reino Unido.
En Londres, donde más rápido se ha propagado la nueva variante ómicron, el número de hospitalizados con covid-19 se ha disparado más de 33% en la última semana.
"Desafortunadamente, debo decir a la gente que tenemos que reservarnos la posibilidad de tomar nuevas medidas para proteger a la ciudadanía, la salud pública y el NHS (sistema de Salud)", declaró Johnson.
"reunión de trabajo"
En la fotografía divulgada por "The Guardian", Johnson aparece sentado frente a una copa, junto a su mujer, Carrie, que lleva aparentemente a su hijo en brazos, y otras dos personas. En el jardín de su residencia oficial hay otras 15 personas, en diversos grupos, también bebiendo.
Consultado por la polémica durante una entrevista televisiva, el jefe de Gobierno aseguró que lo único que aparece en la imagen son "reuniones de gente que está en el trabajo, hablando sobre trabajo".
Recalcó asimismo a la periodista que le hacía las preguntas: "Es vital que nos centremos si es posible en los mensajes que estamos tratando de lanzar hoy", sobre la posibilidad de que el avance de ómicron requiera nuevas restricciones.
El vice primer ministro, Dominic Raab, también defendió que la reunión en el jardín de Downing Street era un encuentro estrictamente laboral, lo que se demuestra, según su argumentación, porque en la fotografía "todos llevan traje" o "ropa formal".
El líder de la oposición en el Reino Unido, el laborista Keir Starmer, expresó sin embargo sus dudas: "Sugerir que eso es una reunión de trabajo es estirar bastante la cuerda".
"Creo que hay preguntas muy serias que responder. Simplemente hay que mirar la fotografía y preguntarse si eso es una reunión de trabajo o un evento social. La respuesta me parece bastante obvia", agregó.
Múltiples celebraciones
La polémica por la supuesta reunión social en mayo de 2020 se suma a las múltiples informaciones sobre celebraciones navideñas aparentemente en contra de las normas en diciembre de aquel año en Downing Street, el Ministerio de Educación, la oficina del secretario de Gabinete y la sede del Partido Conservador en Londres.
La asesora de Johnson Allegra Stratton y el excandidato "tory" a la alcaldía de la capital británica, Shaun Bailey, renunciaron en las últimas semanas a raíz de esas polémicas.
Simon Case, secretario del Gabinete y máximo funcionario de la administración pública británica, había comenzado una investigación sobre las fiestas en Downing Street, pero dio un paso atrás el viernes tras conocerse que él también participó en una celebración.
Johnson encargó ahora a la segunda secretaria permanente en el Ministerio de Equilibrio Territorial, Vivienda y Comunidades que lidere las pesquisas.
Rebelión interna
Mientras lidia con el deterioro de su imagen pública, Johnson trata de contener al mismo tiempo la rebelión interna de sus propios diputados, que lo amenazan con reunir las 54 peticiones por escrito necesarias para someterlo a una moción de confianza. El diputado conservador Steve Baker, uno de los cabecillas del grupo de partidarios de un Brexit duro que ya lideró la rebelión contra la anterior primera ministra, Theresa May, vuelve a estar entre los críticos de la gestión de Johnson. Baker, junto con varias decenas de diputados, presiona al jefe de Gobierno para que no imponga nuevas restricciones contra la pandemia, argumentando que las predicciones de los asesores científicos del Gobierno son exageradas.
33% se dispararon