El mercado local registra escasez de arriendos y elevados precios
ECONOMÍA. El fenómeno en casas y departamentos, se atribuye a la llegada de gente de otras ciudades y extranjeros por motivos laborales. Los corredores de propiedades señalan que ha sido un año complejo en el negocio y que faltan empresas que se dediquen a edificar.
Soñar con la casa o el departamento propio cada vez es más lejano para muchos chilenos. La pandemia cambió el escenario financiero y el costo de los dividendos se ha disparado, lo que deja a muchos compradores de brazos cruzados, ya que su renta promedio no les alcanza para financiar el pago mensual de una propiedad y mantener a sus familias.
Ello ha generado que muchos opten por buscar una vivienda para arrendar, a lo que se suma el aumento de profesionales y familias que han llegado a vivir a la comuna y ciudades cercanas en los últimos meses, que también necesitan una casa o departamento de alquiler.
Los corredores de propiedades han sectorizado a la ciudad de Osorno y con ello los precios de los departamentos y casas que van quedando disponibles. Reconocen que hay alta demanda por arriendos, incluso con listas de espera. Algunos indican que no alcanzan a poner el letrero de "Se arrienda", ya que los contactan de inmediato.
Un espacio más cómodo
Francisco Nailef trabaja como guardia y por estos días arrienda una pieza que pronto dejará. Hace seis meses comenzó a buscar un espacio más grande para estar con familiares y amigos, pero reconoce que ha sido difícil. Salió a recorrer la ciudad junto a un amigo con el que comparte en la población Nuevo México. Buscaron desde el oriente hasta el límite con el río Rahue, por la ubicación de sus trabajos, pero no tuvieron suerte. Los que ofrecen son caros y por un poco más podría arrendar uno más amplio.
"No hay arriendos y los se ofrecen son costosos, sobre 350 mil pesos. Tienen un dormitorio, un baño, living y comedor americano. Esos son para personas solas sin hijos. Uno hoy busca algo más amplio para recibir a familiares y amigos. La idea es atenderlos cómodamente", indicó.
Nailef indicó que muchos, ya sea por la pandemia y los retiros del 10%, se aprovecharon y subieron los valores. "Muchos departamentos no valen lo que cobran. Algunos están sin mantención. Y para qué decir de las casas, donde los costos son más elevados", manifestó.
En las últimas semanas, este joven guardia de seguridad supo de un arriendo en una de las torres del Condominio Santa María, en la calle del mismo nombre, donde logró contactar a su dueño. Sin intermediario de por medio, logró cerrar el negocio de arriendo y los primeros días de diciembre comenzó a mudarse a su nuevo hogar.
"Por casi el mismo valor que me ofrecían uno con un dormitorio en Rahue y cerca de la salida de Osorno, encontramos este departamento con dos dormitorios, más el living comedor, baño y cocina separada… no había cómo perderse. Tiene conserjería las 24 horas y estacionamiento. El dueño está haciendo algunos arreglos y comenzamos nuestro traslado", sostuvo.
El ingeniero civil industrial, Bruno Villalobos, y su pareja profesional de la salud viven actualmente en un departamento en pleno centro de Osorno, pero pronto les quedará chico, ya que serán padres de dos bebés.
"Vivimos hace poco en este edificio y, si bien cuenta con todas las comodidades, hoy buscamos una casa, ya que pronto seremos padres y necesitaremos más espacio. El tema ahora es poder ubicar alguna, ya que hemos sabido que están escasas y las que se ofrecen están a costos muy elevados", precisó.
Villalobos indica que pagan más de medio millón de pesos al mes por el departamento, entre el valor del arriendo, gastos comunes y cobros básicos.
Así como esta pareja de profesionales, hay otros que han viajado desde el norte para aprovechar las ventajas que ofrece el sistema del teletrabajo. Han hecho su hogar de Osorno o los alrededores.
Paulo Santana es comerciante y vino desde Talca junto a su pareja. Lograron radicarse en la ciudad a inicios de la pandemia.
"Fue complicado pillar arriendo, estaba escaso y por intermedio de un amigo de mi señora que sabía sobre nuestras intenciones de cambiar de ciudad, logramos reservar arriendo en un edificio cercano a la salida de la ciudad. Nuestro contacto supo del arriendo porque las personas que estaban antes le comentaron que se iban. Eso fue a fines de 2019, pero comenzó la pandemia y se aplazó hasta que previo a Fiestas Patrias nos avisaron que se irían y comenzamos con los trámites", relató.
El comerciante se ha dedicado a recorrer la comuna y sabe que es difícil arrendar una vivienda: "está escaso encontrar algo. Y si bien hay muchos edificios nuevos y otros en construcción, comprar resulta complejo por el alto dividendo. Han acortado los plazos de pago. Nosotros queremos estar un año más acá y nuestra proyección es comprar una parcela, pero cerca de la ciudad".