Población juvenil y consumo de drogas
A toda la comunidad regional debiera inquietarle el dato acerca de que los adolescentes consumen droga cuatro veces más que los adultos. Poco han ayudado los mensajes de ciertas personas y agrupaciones que tienden a normalizar el consumo de drogas en el país.
Resultados más que preocupantes ha arrojado para la región el cuarto estudio de consumo de sustancias ilícitas y alcohol que realiza el Servicio Nacional para la Rehabilitación y Prevención del Consumo de Drogas y Alcohol. Para el período 2018-2020 (considerando, entonces, ya un año de pandemia), el informe reveló que los adolescentes de Los Lagos están consumiendo hasta cuatro veces más droga que la población adulta, en lo que es una luz de alerta para las autoridades, las familias y las unidades educativas, quienes deberían leer en detalle el estudio, extraer las lecciones y trazar acciones que ayuden a aplacar un fenómeno silencioso y que está atacando metódicamente al segmento juvenil.
De los datos que presenta el informe de Senda para la región es posible deducir que aunque ha aumentado la percepción de riesgo de consumo de drogas y alcohol en la población en general, los jóvenes parecieran estar más dispuestos a experimentar de las sustancias y caer, como es evidente, en situaciones adictivas que tarde o temprano merman su salud, su desarrollo personal, su estabilidad familiar y sus proyecciones futuras. Tal como se ha venido sosteniendo desde hace algún tiempo, todo indica que la principal causa del aumento del uso de sustancias ilícitas entre los jóvenes pasa por la normalización del consumo de drogas que se ha instalado en la sociedad, comenzando incluso por un precandidato presidencial que en uno de los debates políticos de este año, dijo que estaba a favor de la despenalización del consumo de todo tipo de sustancias.
Este mensaje y otros del mismo tipo han hecho ver a la población juvenil que da lo mismo consumir marihuana o, en menor medida, cocaína o pasta base, dinamitando sus opciones de desarrollo cuando la adicción pesa sobre ellos. En aquello, ciertamente, también ha contribuido la mayor disponibilidad de drogas, con la evidencia de la presencia de bandas de narcotraficantes operando impunemente en incontables barrios de las ciudades del país.
El mensaje de la sociedad aquí debería ser uno: el consumo de drogas en los jóvenes es absolutamente pernicioso.