Cómo saber si un huevo es realmente de gallina feliz: el debate que se convertirá en ley
AVES. Comisión de Salud revisará moción parlamentaria que pretende certificar el método de crianza de las gallinas ponedoras y transparentarlo en el etiquetado.
Agencias/Redacción
Los gustos van cambiando y en el último tiempo la tendencia ha puesto el foco en los alimentos orgánicos, cuyo valor se basa en que mientras menos intervención humana exista en su producción, más saludable es para nuestro consumo.
Uno de los ejemplos más gráficos corresponde al gusto por los huevos de gallina feliz o libre. Son huevos de pastoreo que provienen de gallinas que pasan la mayor parte del tiempo en libertad, alimentándose y paseando en espacios abiertos.
Pero ¿todos los productores cumplen con los estándares, que se suponen, son necesarios para el mejor trato de estas aves?
Recogiendo esta realidad, los senadores Carmen Gloria Aravena, Álvaro Elizalde, Manuel José Ossandón y Rafael Prohens presentaron una moción con el fin de establecer normas claras sobre la trazabilidad del huevo y la certificación de huevos de gallina feliz. Mientras, el lunes pasado ingresó a discusión otra iniciativa sobre la regulación del etiquetado de huevos.
De esta manera, los legisladores quieren poner el foco en la necesidad de regular la obligación de informar en el envase o caja de huevos su origen y la forma de crianza, alimentación y tratamiento que ha recibido la gallina.
"Muchas empresas están vendiendo huevos como de gallina libre o feliz cobrando un precio superior al de un huevo normal. Sin embargo, no hay completa garantía de que lo que se está ofreciendo realmente lo sea", reza el texto de la moción.
La iniciativa, que deberá ser estudiada por los integrantes de la Comisión de Salud, explica que existen cuatro métodos de crianza de la gallina.
El primero es la "Crianza en jaulas o de eggs from caged hens", donde las gallinas pasan encerradas en pequeñas jaulas en una estantería, con poco o nulo acceso a la luz solar.
El segundo considera a las "Gallinas criadas en suelo o de cage-free", en el que si bien las gallinas no están en una jaula diminuta y pueden tocar el suelo, de todos modos están encerradas y no al aire libre.
El tercer método se vincula a "Gallinas con acceso al aire libre o free-range eggs", donde a pesar de vivir en gallineros cerrados, pueden pasar parte del tiempo al aire libre.
El cuarto modo de crianza es "Gallina feliz", en el que estos animales son criados al aire libre, con amor y pueden tener una vida natural.
La moción legislativa sostiene que "la calidad, tamaño, sabor y color del huevo variará dependiendo del método de crianza de la gallina, su alimentación, los medicamentos y/o sustancias químicas que se le suministren, entre otros factores respecto de los cuales los consumidores tienen derecho a ser informados, tanto por razones éticas como de salud".
Consultado por la real diferencia entre los productos, según la crianza, el senador Manuel José Ossandón señala que "no tengo pruebas, pero no creo que haya grandes diferencias en el tema nutricional, aunque claramente uno (de los productos) puede tener una alimentación distinta, más basada en el maíz. Cuando hay más maíz , tiene un color y sabor distinto al que tiene harina de pescado".
Agrega que "es muy difícil legislar sobre esto, pero lo importante que se busca es la trazabilidad. O sea, que los que realmente tengan una forma de criar gallinas mucho más costosa que la otra, puedan vender sus productos, y no que otros mientan y vendan productos que no son. Por eso es importante la trazabilidad, porque en el fondo también hay falsos criadores".
Detalles del PROYECTO
Entre los puntos del proyecto destaca que "en los envases o cajas de huevos se deberá informar del origen del producto y el tratamiento que recibió el huevo, así como también respecto de la forma de crianza de la gallina, los medicamentos y tratamientos que esta ha recibido. Esta información se entregará a través de un código de lectura rápida, Código QR, u otro medio electrónico de lectura de información equivalente, estampado en el envase".
El texto señala que para "vender huevos bajo la calificación de gallinas libre o feliz se deberá contar con la debida certificación". También incorpora un reglamento para establecer su contenido y forma, y no será aplicable a los micro y pequeños productores, que tendrán otro reglamento para sus criterios de calidad.
13 millones de huevos