Joven madre y su hijo mueren en fatal incendio que destruyó nueve viviendas
TRAGEDIA. El siniestro ocurrió pasadas las 21.30 horas del miércoles en la población Quinto Centenario y dejó a un trabajador con graves quemaduras y 33 personas damnificadas. Fiscalía ordenó peritajes a Labocar de Carabineros. Bomberos encontró entre los escombros los restos de las víctimas.
Un duro y trágico anochecer enfrentaron los vecinos de las calles Cataluña con 12 de Octubre y Gerona, en población Quinto Centenario, al reportarse una de las más grandes tragedias causadas por un incendio.
El siniestro de la noche del miércoles le arrebató la vida a Paola Barrera Álvarez (28 años) y su pequeño hijo de sólo 2 años, Esteban Montecinos Barrera; en paralelo, se encuentra en estado grave el trabajador Rodrigo Montecinos Huiscañanco (38 años) pareja y padre de los fallecidos. Además dejó a 33 personas damnificadas tras destruirse 9 viviendas.
El fatal incendio comenzó pasadas las 21.30 horas, al interior de calle Cataluña #1909, donde la pareja y su pequeño hijo dormían en la casa interior, la cual era ocupada por tres grupos familiares.
Alerta de menores
"Estábamos comiendo en la casa de adelante cuando uno de mis nietos pequeños comenzó a decir fuego, fuego, está ardiendo. Llamen a bomberos (...) vimos que la casa de mis hijos que está en la parte de atrás estaba ardiendo. Fue todo muy rápido, la casa de madera seca ardió en cosa de minutos y de ahí se propagaron las llamas para todos lados", detalló con voz entrecortada María Huiscañanco.
La mujer, con más de tres décadas viviendo en el sector, observaba ayer cómo se retiraban los escombros de lo que hasta la noche del miércoles era su casa y la de sus hijos.
"No pudimos salvar a mi marido pequeñito, como le decía a mi nieto Esteban. Él y su mamita Paola murieron y su cuerpo apareció entre los escombros que removieron los bomberos", señaló la mujer, mientras recibía la llamada de un familiar.
En la noche, las llamas durante los primeros minutos se propagaron a las demás construcciones, sorprendiendo a los residentes, muchos de los cuales salvaron algunas pertenencias gracias a la ayuda de los mismos vecinos.
Otros con impotencia y rabia sólo observaban cómo el fuego consumía parte de la historia familiar que construyeron en la población rahuina.
Al cabo de unos minutos la hoguera que se transformó al comenzar arder las viviendas hizo imposible poder acercarse a los inmuebles y la desesperación comenzó a manifestarse entre las personas.
El arribo de los primeros móviles de bomberos no estuvo exento de complicaciones, toda vez que las personas alteradas las comenzaron a emprender contra el personal que buscaba mitigar el fuego y los daños (ver nota lateral pág. 3).
Tal fue la reacción, que incluso algunos vecinos agredieron verbal y de manera física a varios voluntarios, mientras que otros jóvenes les quitaron las mangueras y en acciones arriesgadas e impulsivas comenzaron subir a los techos de las viviendas cercanas y comenzaron a lanzar agua con el material desplegado por los voluntarios bomberiles, quienes para evitar un incidente mayor, los dejaron que continuaran con su acto de "apoyo".
El personal entendió que la reacción se debía a la situación y desesperación que se había generado ante tan dantesco siniestro, uno de los más grandes que se recuerde en la población, tanto en número de afectados como en casas destruidas.
Marta Paicil recordó la noche del miércoles el siniestro que afectó al ex dirigente vecinal Sergio Villegas, cuya casa y la de otros cinco vecinos fue afectada en un siniestro en febrero del 2016 y que dejó a 23 personas sin su hogar.
Fallecidos
La tensión que se vivió durante las primeras horas de este megasiniestro derivó en varias versiones; por ejemplo, algunas personas señalaban que una pareja de jóvenes había sido trasladada al hospital tras salir con lesiones por el fuego y que su hijo menor estaba en casa de familiares.
Sin embargo, pasadas las
"Fue tanta la magnitud del siniestro, que afectó a nueve domicilios. Además tenemos que señalar que fallecieron dos personas"
María Angélica de Miguel, Fiscal de Osorno