Campaña electoral con propuestas
Cada uno de los postulantes a cargos de representación popular deben expresar sus ideas y posiciones sobre los más variados temas. El silencio, aquí, no vale. La recuperación del país de la crisis que dejará la pandemia será quizás un objetivo que cruzará gran parte de los programas de los candidatos.
El miércoles pasado comenzó oficialmente el período de campaña electoral para los comicios presidenciales, parlamentarios y de consejeros regionales del 21 de noviembre. Según la ley, los candidatos pueden realizar propaganda por medios de prensa y radioemisoras, con brigadistas en la vía pública, porte de banderas, lienzos u otros elementos no fijos que identifiquen la candidatura o la entrega de material impreso u otro tipo de objetos informativos, además de las redes sociales.
En una siguiente fase, que parte el 22 de octubre, se desarrollará la franja electoral para las presidenciales y parlamentarias, se podrá efectuar propaganda en plazas, parques u otros lugares públicos autorizados, mediante carteles, y en espacios privados, con carteles, afiches o letreros, contando con la autorización del propietario. Además de elegir al Presidente, los chilenos decidirán 27 cupos en el Senado, 155 diputados y 302 consejeros regionales.
Los aspirantes a estos cargos tienen mucho que decir en los próximos meses, a través de la exposición de sus ideas y mensajes respecto de los programas que están dispuestos a desarrollar. Es necesario que aspiren a objetivos de largo aliento, en especial para determinar cómo ayudarán a Chile a recuperarse de la crisis, con el fin de que la ciudadanía haga una buena elección y no se arrepienta en el corto plazo. También ha de considerarse que un buen candidato no es el que raya la ciudad, sino quien activa lo mejor de sí por los demás.
Los postulantes tienen en sus manos la oportunidad de reencantar a los electores que están desilusionados de los políticos. La fuerza de las ideas, el respeto y proyectos sólidos también deben desterrar la fórmula de los rayados, de los carteles que en cada elección brotan por todas las ciudades y terminan destruidos, para dar paso a la creatividad y a un contacto cercano con la comunidad, que no sólo debe ocurrir en época de elecciones. Estos líderes deben exponer soluciones a los problemas que agobian a la gente, más que entrar en discusiones sin sentido. Los candidatos deben ser cuidadosos para no demostrar en sus campañas un desprecio por las ciudades. Estos son algunos de los tantos desafíos que deberán enfrentar quienes aspiran a transformarse en las próximas autoridades.