Formación cívica para los jóvenes
Medirán los aprendizajes entre escolares de octavo año básico, para conocer su valoración de la vida ciudadana. En una medición anterior, 1 de cada 3 estudiantes dudaba que la democracia sea la mejor forma de gobierno y decía que la fuerza es un medio para lograr lo que se quiere.
La Agencia de la Calidad de la Educación incluirá este año una evaluación sobre los niveles de la Formación Ciudadana entre los estudiantes de octavo año del país. La idea es conocer cómo ha avanzado la integración de estos conceptos en los contenidos de la enseñanza escolar en Chile, algo que claramente es importante, más todavía considerando la evolución de la vida del país desde 2019 a la fecha, como también la posible reimposición del voto obligatorio producto de la baja participación electoral, sobre todo entre los más jóvenes.
Esa medición tiene un antecedente en el Primer Estudio Nacional de Formación Ciudadana, dado a conocer en mayo de 2019 (previo al estallido social), en el cual se indica, precisamente, que los alumnos de 8º año manejan con claridad varios conceptos, pero que no dimensionan las consecuencias de la abstención electoral. Lamentablemente, el análisis revela que esa desconexión tiene brechas sociales: mientras 9 de cada 10 estudiantes de establecimientos de GSE alto señalan que es probable que cuando adultos voten en elecciones presidenciales; solo 6 de cada 10 estudiantes de establecimientos de GSE bajo, hace similar afirmación (mineduc.cl).
También inquieta que, pese a una generaliza valoración de la libertad de expresión y el fomento de la igualdad entre personas, uno de cada 3 estudiantes -de todo GSE- duda que la democracia sea la mejor forma de gobierno y, también 1 de cada 3, considera que la violencia o la fuerza física "son medios para lograr lo que uno quiere".
En este escenario queda en evidencia la necesidad de reforzar la formación ciudadana. En algunas regiones desde 2015 se ha impulsado diversas iniciativas y desde 2018 el Servicio Electoral (Servel) acompaña a profesores, escolares y universitarios con charlas respecto de los deberes-derechos ciudadanos y asesorías en las elecciones democráticas de centros de alumnos, primeros espacios de contacto con la vida cívica formal.
Tales acciones son positivas y deben ser apoyadas con buena recepción y fomento de ellas, para ir más allá de los contenidos curriculares que medirá la Agencia. Pero corresponde a la comunidad formar a las nuevas generaciones y dar ejemplo a seguir, particularmente, en la convivencia pacífica, el respeto a ideas diversas y la valoración -real- del diálogo.