Vecinos custodian por turnos sus futuras viviendas para evitar tomas ilegales
PROBLEMA. Realizan rondas de entre 20 a 25 personas para vigilar las 110 viviendas del proyecto social Porvenir II, del cual son beneficiarios tras vivir en campamentos. Los inmuebles están listos hace 6 meses, pero no han sido entregados y ya registran intentos de apropiación ilegal o vandalismo. El Serviu asegura que recibirán las llaves en los próximos días.
Lo que comenzó como un sueño se ha ido transformando en una problema para 110 familias provenientes de campamentos, quienes se han visto obligados a realizar turnos de vigilancia para custodiar sus futuras viviendas, ubicadas en Rahue Alto, y evitar una apropiación ilegal o actos de vandalismo.
Esto, debido a que los inmuebles están listos hace seis meses, pero el Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu) ha prolongado desde febrero su entrega definitiva debido a diversos retrasos y problemas en la documentación.
De hecho, la tarde del martes un grupo de los beneficiarios realizó una manifestación pacífica frente al municipio local, para evidenciar al Concejo Municipal (a esa hora estaba en plena sesión ordinaria semanal) el cansancio, impotencia y temor que están viviendo. Fueron recibidos por el alcalde Emeterio Carrillo para buscar soluciones que permitan agilizar la entrega de permisos finales en la Dirección de Obras del municipio, con lo que por fin podrán recibir sus viviendas.
Temor y lucha
La construcción del condominio social Porvenir II comenzó en noviembre de 2019, en terrenos del Serviu en los cuales estuvo emplazado por más de 20 años el campamento Porvenir, cuyas familias salieron del sitio con subsidios de arriendo a la espera justamente del término de las obras de las casas donde serán radicados definitivamente.
La iniciativa, desarrollada a través de subsidios del Fondo Solidario, considera 110 casas donde también serán beneficiarias familias de los asentamientos Pedro Montt y Puerto Aravena (rezagados tras el cierre realizado en 2017).
La presidenta del comité, María Cristina Marimán, explicó que los últimos meses han sido muy complicados para las 110 familias que esperan desde febrero la entrega de su casa propia, ya que, según afirma, la demora se debe a problemas administrativos que pudieron realizarse con mayor agilidad y evitar toda la angustia a familias que lucharon por casi un década para tener su casa propia.
"Hay adultos mayores, personas con discapacidad, jefas de hogar y todos están con mucha angustia, porque mirar por meses una casa terminada que quizás tendrá algunos detalles, pero no es razón para detener la entrega a quienes somos sus propietarios. La empresa tiene voluntad para terminar los detalles, pero desde Obras Municipales no han dado las facilidades. Además, tenemos temor que vengan otras personas y se instalen a vivir en ellas, como ya lo han intentado, por eso estamos haciendo turnos de 20 a 25 personas para cuidarlas, porque de lo contrario los afectados seremos nosotros y seguiremos esperando, lo que no es justo", indicó la dirigenta y jefa de hogar, quien desde 2010 en adelante vivió en el campamento Porvenir con sus dos hijos.
Precisó que los subsidios de arriendo otorgados a 100 de las familias consideradas en el proyecto se terminan el 31 de agosto, por lo que la agonía es mayor, ya que muchos fueron avisados que después de eso deben dejar las viviendas. A eso se suma que la mayoría ya está pagando un adicional a los $200 mil que otorga el beneficio y tampoco cuentan con una suma mayor para seguir arrendando.
"No queremos que nos vuelvan a dar un subsidio de arriendo, porque nuestras casas están listas y ahí queremos vivir, como fue nuestro sueño de vida y por el cual luchamos. Además, hoy los arriendos están mucho más altos y no tenemos recursos para complementar el monto. Hemos sido muy respetuosos de los procesos y buscando el diálogo, pero si este viernes no recibimos las llaves, vamos a solucionar este problema yéndonos nosotros a vivir a las casas antes que lleguen otros y quieran pasarse de listos", dijo Marimán.
Nayaret Queutre, tesorera del comité, también llamó a las autoridades a ponerse en el lugar de las familias que llevan muchos años luchando y sufriendo para obtener su casa propia, las cuales a pesar de estar listas, no han sido entregadas.
"Es muy difícil vernos expuestos a tener que cuidar nuestras propias casas, es decir, cuidar nuestros sueños de vida para que no sean tomadas o vandalizadas. Esto pudo evitarse y aún tenemos esperanzas que antes del viernes tengamos las llaves, como se comprometieron las autoridades, porque de lo contrario tendremos que seguir en lucha, pero desde adentro de nuestras casas", comentó la joven jefa de hogar y madre de dos menores de 12 y 6 años.
Explicaciones y solución
Efectivamente, en la reunión del martes con el alcalde Emeterio Carrillo se les precisó a los dirigentes que la carpeta del expediente completo del condominio social Porvenir II está siendo revisada para entregar la recepción definitiva. Se aclaró que si bien es entendible la preocupación de los beneficiados, existe una normativa que deben cumplir todos quienes buscan la recepción final, donde se sabe perfectamente cuáles son los documentos que deben presentar y los plazos a cumplir.
El jefe comunal solicitó a la Dirección de Obras que agilice la revisión por tercera vez de la carpeta (las dos veces anteriores no estaba completa y por ley no se puede otorgar permiso), cuya respuesta debería estar antes del jueves. El alcalde Carrillo enfatizó que si no está correcta la documentación por tercera vez, es evidente que el problema se mantendrá.
Fernando Gunckel, director regional del Serviu, manifestó su comprensión a las familias que desean contar con sus viviendas a la brevedad, para lo cual se están realizando esfuerzos de todos los servicios involucrados para materializar la entrega, lo que podrá ocurrir sólo cuando se finalicen todos los trámites exigidos por la normativa, lo que también va en beneficio de las familias.
"Llamamos a las familias para que no opten por la toma de una vivienda, eso entorpece todo el trabajo realizado hasta ahora y repercutirá posteriormente en la calidad de la vivienda que por años esperaron y en la regularización de la propiedad, lo que es importante. Esperamos cumplir con las familias y entregar sus viviendas de acuerdo al plazo comprometido", indicó Gunckel.
Agregó que la pandemia también generó consecuencias en la construcción de proyectos de todo tipo, públicos y privados, donde el alza del costo y escasez de materiales y de mano de obra ha significado aumentar los plazos de ejecución y, por ende, de entrega. Esto se ha comenzado a regularizar, "de forma tal que se cumplan los plazos comprometidos con nuestros usuarios o, al menos, que las prórrogas no se extiendan excesivamente en el tiempo", comentó el directivo regional.
La vigilancia y rondas de cuidado no es una situación aislada, ya que otros beneficiarios de proyectos sociales de la ciudad también están atentos y custodiando principalmente terrenos donde se construyen o lo harán en el futuro sus viviendas, para evitar tomas ilegales que frenan sus sueños.