Juramento a la Bandera I
Por decreto Supremo 1100 del 1 de julio de 1974, se instaura el día oficial de la bandera nacional. Pareciera ser sólo una fecha elegida al azar, pero eso está muy lejos de ser así, ya que junto con esta celebración se recuerda una de las gestas más sublimes y que deja de manifiesto la entrega total a la patria y a toda una nación.
Hoy, en tiempos de pandemia, se resalta la figura de los 77 Héroes de La Concepción, en ese agreste poblado al interior de la Sierra Peruana, hace 139 años, un 9 y 10 de julio de 1882, donde a la luz de sus convicciones fueron capaces de dar la vida en pos de su bandera y la patria, sin claudicar ante un enemigo a todas luces superior en fuerzas.
El capitán Ignacio Carrera Pinto, al mando de la Cuarta Compañía del Chacabuco y sus hombres, ejecutaron cabalmente los principios del cumplimiento del deber y se transformaron en la vívida muestra de las virtudes militares, resistiendo por dos días consecutivos los ataques de sus enemigos, llegando incluso estos últimos a intimar en varias ocasiones su rendición, pero su convencimiento fue más fuerte y resistieron hasta el final. Esta actitud es la que actualmente encarnan los más de 45 mil hombres y mujeres que pertenecen a esta bicentenaria institución y que recuerdan cada año, pero a diferencia de años anteriores y derivado de los protocolos del covid, por segundo año se realizará sin la presencia de autoridades y familiares, en forma interna, en cada uno de sus cuarteles.
En esta nueva fecha de conmemoración, el país los recuerda y en la principal catedral de Chile, en la plaza de Armas de Santiago, se encuentran los corazones de los cuatro oficiales que inmolaron su vida en dicha hazaña; y en la cripta se puede leer: "Aquí, en el primer templo de Chile y a la vista del Dios de los Ejércitos, para perpetuo ejemplo de patriotismo, se guardan los corazones de Ignacio Carrera Pinto, Julio Montt Salamanca, Arturo Pérez Canto y Luis Cruz Martínez. La religión bendice su heroísmo; la Patria graba sus nombres entre los héroes y los entrega a la historia".
Junto con estos cuatro oficiales, cabe recordar, además, al sargento primero Manuel Silva Guerrero, quien era el único con experiencia militar antes de la Guerra del Pacífico, al Sargento Segundo Clodomiro Rosas Baltra, los cabos primero Gabriel Silva Morales, Carlos Morales Gatica y Juan Bolívar Contreras, y los cabos segundos Pedro Méndez y Plácido Villarroel Coloma, justamente, en honor a este último, fue bautizada con su nombre una escuela pública de Iquique.
Esta fecha nos debe llevar a meditar profundamente el amor hacia la Patria y debe ser un incentivo para enorgullecernos de nuestro país, con todo lo que significa estar unidos bajo la estrella solitaria que guía los destinos de nuestra nación. Ojalá que todos los días sean la celebración de la Bandera Nacional y demostremos como ciudadanos el incansable reconocimiento que nos une como connacionales. ¡Viva Chile!
Coronel Juan Rubio, comandante Destacamento de Montaña N°9 Arauco de Osorno
Juramento a la Bandera II
Durante estos días, miles de jóvenes a lo largo del país están en Modo Juramento, ya que el 9 y 10 de julio es una nueva conmemoración del combate de La Concepción. De esta forma se ve reflejada cada año una renovación del estrecho compromiso que realizan soldados conscriptos, clases, sub oficiales y oficiales del Ejército de Chile con la Patria, en una ceremonia llena de emoción y simbolismo que a todos los chilenos nos debe enorgullecer.
Las personas que estaban ese día dentro de la iglesia en 1892, resistiendo uno de los combates más desiguales de la Campaña de la Sierra, eran civiles y militares, hombres y mujeres, adultos y niños, personas provenientes de diferentes clases sociales y distintos lugares del país. Era una pequeña muestra de nuestro Chile, que el destino reunió en un solo lugar, situación similar la diversidad de hombres y mujeres que realizarán el Juramento a la Bandera en diferentes unidades desde Putre a Tierra del Fuego, demostrando que nuestra nación la construimos entre todos.
Gonzalo Valdés
No con el himno y los niños
El himno nacional ha sido una representación de orgullo y grandeza del pueblo chileno, logrando ser entonado en importantes momentos históricos y erizando la piel de cada compatriota al cantarlo con respeto. Sin embargo, algunos constituyentes se encargaron de mancharlo en un momento histórico.
Durante la inauguración de la convención no cesaron las pifias y gritos durante cada compás. Los mismos que lo entonaban en las marchas, son los que hoy lo silencian, y no sólo eso, porque mientras era interpretado por la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles FOJI, algunos constituyentes amedrentaron a los jóvenes músicos que terminaron llorando tras las recriminaciones.
Lo reprochable es que los mismos que están encargados de escribir la nueva Constitución, no se demoraron un día en realizar actos bochornosos contra dos símbolos de orgullo nacional: nuestro himno y nuestros niños.
Bernardo Sánchez, profesor