"Todavía el consumo está muy basado por las carnes importadas"
Al menos tres desafíos se fijó para enfrentar el productor Ignacio Besoaín (47 años), tras ser elegido de manera unánime, en la asamblea anual de socios realizada en forma virtual el pasado 23 de junio, como presidente de la Federación Nacional de Productores de Ganado Bovino (Fedecarne), cargo en el que se desempeñará por los próximos dos años.
Conocedor de estos objetivos, como vicepresidente de ese gremio desde el año 2019, Besoaín delineó que dará continuidad a varios puntos que el anterior directorio venía impulsando, como reintegrar algunos gremios de Coyhaique y Punta Arenas, principalmente, con la finalidad de "integrar nuevos socios y con eso tener la cobertura nacional", que considera a ocho gremios desde San Antonio-Melipilla hasta Llanquihue-Palena.
Otro punto que considera relevante es incorporar a un gerente en la administración de Fedecarne "para poder estar a la altura de las necesidades de nuestros socios y obviamente de los productores".
Un tercer eje al que pretende dar impulso es la integración, para lo que plantea "generar puentes y lazos con el resto de la cadena productiva. Porque como productores primarios debemos tener una visión en común con el resto de los actores, como las ferias (de remate) y plantas faenadoras".
La Región de Los Lagos está presente en esta Federación a través de Agrollanquihue, de la que Besoaín (casado y padre de cuatro hijos) es su segundo vicepresidente. Además, es comercializador, a través de la cadena de carnicerías "Corte Criollo". Para ello, el dirigente y emprendedor mantiene predios ganaderos en la zona de Fresia y Los Muermos.
-¿Cuál es el estado de la ganadería nacional?
-Hasta hace un tiempo, ha estado pasando momentos de crisis. La conversión de la tierra a otros cultivos ha sido más atractivo que mantener la ganadería. Hoy estamos viviendo un escenario un poco distinto, en el que el negocio ha estado bastante más favorable. Pero, falta la unión de la industria, tener esa visión en común para que no trabajemos en caminos distintos, sino que en conjunto para fortalecer a la ganadería en su totalidad, no con cada eslabón por deparado.
- La pandemia del covid-19 ha impactado negativamente en varios sectores productivos del país. ¿La ganadería se ha visto alcanzada por esta situación?
-En el primer período, cuando hubo el peak de contagios, tuvimos algunos problemas, porque en las plantas faenadoras detectaron contagios y cerraban algunos períodos o tenían menos gente para poder trabajar; entonces, los niveles productivos eran más bajos. Como productores, eso nos afectó, porque no teníamos la salida que esperábamos. Pero eso se fue regulando y hoy día el sector ganadero no ha tenido contingencias importantes, productivas, de precios, ni de falta de disponibilidad de faena. Los productores tampoco han tenido incidencia directa en los campos, que derive en alguna merma en la producción.
-¿Durante su gestión al mando de Fedecarne, buscará incentivar el consumo interno de este tipo de productos?
-Todavía el consumo está muy basado por las carnes importadas. La imagen país, por la calidad de ganado y el trabajo que hacemos, es importante también darlo a conocer y reforzarlo ante el consumidor final, para que valorice nuestro producto, que está a la altura de los mejores de Sudamérica, que son potencias mundiales.
-¿Cómo aporta la Región de Los Lagos a la oferta nacional?
-Hoy día casi un 70% de la producción nacional está concentrado entre la Región de Los Lagos y la de Los Ríos. El resto se distribuye entre la zona centro y centro-norte. En cuanto a las razas, la ganadería de carne tiene su fuerte en los hibridajes de lechería, que es el animal clavel (alemán) que es el que conocemos, u overo colorado. Pero, en los últimos años ha habido un trabajo genético importante del que han surgido volúmenes importantes de ganado angus, hereford y el hibridaje entre ellos, lo que ha ido creciendo en el tiempo, fortaleciendo y mejorando la calidad genética y de la carne.
- ¿Cómo ha sido el comportamiento de precios en las ferias?
-Han estado al alza. En los últimos ocho meses, hemos tenido tasas crecientes, lo que tiene que ver con lo que está ocurriendo en el mercado internacional, en el que los valores de esta proteína han estado subiendo y Chile no está ajeno a eso. Y se suma un fuerte cambio cultural, en el que las carnicerías más tradicionales, acostumbradas a trabajar con cajas de carne despostada, hoy están comprando mucho ganado varero para despostarlo ellos, lo que ha tenido una incidencia absoluta en la demanda del ganado nacional y, por ende, en su precio. Eso ha hecho que se estabilice en cierta forma. A pesar que esto puede ser cíclico, en el último año y medio se han ido estabilizando los precios, lo que hace que el negocio sea un poco más atractivo y constante, lo que tiene un rebote con el precio final.
- Pero no toda la producción está destinada al consumo interno...
-En los últimos dos años ha crecido la exportación, básicamente a China que es el mercado más potente que tenemos, para un tipo de ganado faenado, que es una vaca adulta. En paralelo, existe la exportación de ganado en pie, también a China, de terneros y terneras, negocio que además ha estado creciendo este último tiempo. Pero eso tiene que ir de la mano con potenciar nuestra ganadería, ya que no podemos tener niveles de exportación más altos de lo que somos capaces de producir; si no, nos vamos a comer nuestra ganadería en 10 a 15 años. Tenemos que potenciar que crezca la ganadería, que crezca la crianza. Tiene que ser un conjunto de medidas que se tienen que tomar a nivel país para que, efectivamente, la ganadería vuelva a tomar una tasa de crecimiento y no una decreciente.
-¿Considera que el consumo interno prefiere la carne importada?
-No, eso está cambiando. Hoy día se está prefiriendo más carne nacional que importada.
-¿Pero en supermercados, por ejemplo, prevalece la oferta de carne exportada?
-En general, el consumo interno es mayor a la capacidad productiva del país, por eso existen las exportaciones. La relación actual de carne importada versus la nacional es de un 65% importada y un 35% nacional. En la medida que nosotros, como país productor, seamos capaces de aumentar nuestra masa ganadera, vamos a ser capaces de ir supliendo esa cantidad de carne importada.
-¿A qué se debe que la carne importada sea más barata que la nacional?
-Esa brecha se ha ido acortando. Por efecto de la pandemia y la economía mundial, han hecho que la carne importada esté en valores bastantes más cercanos a la carne nacional que, por su mayor demanda, ha visto aumentado su precio. No obstante, la carne importada sigue siendo un poco más barata, porque proviene principalmente de Brasil y Paraguay, donde el tipo de ganado que producen (Cebú), tiene una calidad inferior a la que producimos en Chile; lo otro tiene que ver con el volumen de producción que ellos tienen, que es hasta 30 veces más alto que el nuestro, lo que hace que sus precios puedan ser más competitivos.
-¿De qué manera asumirán las conclusiones que arrojó un estudio de Ciren y FIA, que ante el cambio climático aconseja aplicar riego tecnificado en praderas y elegir especies forrajeras que soporten de mejor manera el estrés hídrico, ante las menores precipitaciones?
-En los últimos tres años, sobre todo en verano, teníamos pluviometrías más consistentes. Hoy hemos tenido períodos sin lluvias, lo que genera una baja en el crecimiento de pasto o que se seque y merme en la producción ganadera, porque esa es la matriz alimenticia. Ya se ve en muchas zonas inversiones y conversiones a riesgo tecnificado, tendencia que partió en la fruticultura y que ha ido ingresando a la lechería y después al ganado de carne. Es una alternativa que no sólo se está viendo en la zona centro, sino que en la zona centro-sur. Es una tendencia que va a seguir marcando. Lo mismo con el tipo de ballisca (especie forrajera) con que se vaya a trabajar. Hay mezclas que son bastante más resistentes a períodos secos, lo que nos va a ir ayudando un poco a suplir estas deficiencias de agua que podamos tener.