Toma nota a estos seis
Para que un emprendimiento crezca y logre permanecer en el tiempo, es vital mantener sanos los flujos financieros, tener claros los ingresos, las cuentas por cobrar e incluso ahorrar.
No hay duda de que Chile es un país de emprendedores. Según un estudio realizado a comienzos de año por la consultora Ipsos, 46% de chilenos comenzó algún emprendimiento en pandemia, situándose en el sexto lugar entre los países con mayor cantidad de emprendedores en el mundo.
La tendencia a iniciar un negocio propio en vez de emplearse, crece. De acuerdo a esta investigación, en nuestro país un 49% de las personas ve factible iniciar la aventura de crear una empresa, cifra que alcanza un 54% en adultos de entre 35 y 49 años.
Pero para que un emprendimiento crezca y logre permanecer en el tiempo, es vital mantener sanos los flujos financieros, tener claros los ingresos, las cuentas por cobrar y ahorrar. Sí, ahorrar. Incluso cuando se está comenzado.
"Lo ideal es dejarse asesorar por empresas especialistas, que acompañan a las empresas en su proceso de crecimiento y las guían en las mejores prácticas financieras, contables, tributarias y legales, a fin de optimizar sus flujos de ingresos, acogerse a los beneficios disponibles por parte del Estado y bajar su carga impositiva al máximo", señala Iván Cifuentes, director de Cifneg Consultores.
En ese marco, entrega algunos consejos para gestionar las finanzas de las empresas para que puedan prosperar:
1.- Definir un presupuesto y planificar los gastos. Se aconseja comenzar con un listado de gastos operacionales (cuentas básicas, gastos diarios y compromisos bancarios mensuales), para tener claridad sobre ellos y no asumir nuevos gastos a no ser que estén cubiertos con los ingresos provenientes de nuevos negocios o clientes. Asimismo, es fundamental no contraer nuevos compromisos crediticios, o limitarlos al máximo. Comenzar una empresa con una carga mensual alta, hace más complejo el escenario.
2.- Cumplir con el pago de impuestos. Pagar el IVA mensual en la fecha indicada de manera de no pagar intereses por mora, tener al día los registros de compra y venta y respaldarlo con toda la documentación requerida: facturas, boletas y notas de crédito.
3.- Cumplir con las obligaciones laborales. En el caso de tener contratado personal, pagar además de su sueldos, imposiciones y seguros.
4.- Separar los gastos personales y los de la empresa. Es frecuente observar que muchos emprendedores no logran mantener por separado las finanzas personales y las de su empresa. Esta manera de administrar los recursos es totalmente incorrecta y puede llevar a la quiebra un negocio incipiente, por muy próspero que sea. Lo recomendable es asignarse un sueldo y colocar en el presupuesto ítems que permitan cubrir gastos extras como un bono médico y aguinaldos, vacaciones o fin de año.
5.- Saber negociar con proveedores. Optimizando una sana cultura financiera, se pueden conseguir mejores precios con proveedores y mejores materias primas, lo que deberá traer como resultado un mejor producto, que sea más atractivo para captar más clientes.
6.- Ahorrar para enfrentar problemas. Un emprendedor debería considerar ahorrar entre un 10% y 15% de sus utilidades mensuales, especialmente en tiempos de pandemia como el que estamos viviendo desde 2020, donde no es posible proyectar con certeza cómo se comportará la economía en el mediano y largo plazo.