Erwin Schnaidt

La implementación de riego tecnificado en praderas, así como la elección de especies forrajeras que soporten de mejor manera el estrés hídrico, son algunas de las recomendaciones de un proyecto para conocer el impacto de la variabilidad climática interanual sobre la producción de alimento de ganado y la capacidad de carga animal en los campos de las provincias de Osorno y Llanquihue.

La iniciativa fue desarrollada por el Centro de información de Recursos Naturales (Ciren) y la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), ambos servicios del Ministerio de Agricultura.

Esta herramienta permitirá conocer la situación forrajera proyectada al mediano plazo, de manera de gestionar la alimentación del ganado, como medida de adaptación ante el cambio climático.

Un trabajo de modelación climática permitió estimar las condiciones proyectadas para un futuro cercano, entre los años 2035 a 2045; y uno lejano, del año 2046 al 2055, con lo que se aventura escenarios a los que se enfrentaría la productividad de praderas, considerando las menores precipitaciones que se vienen registrando en los últimos años.

La geógrafa Daniela González, gerenta de Gestión Estratégica, Producción y Desarrollo del Ciren, explicó que hicieron un largo trabajo, en el que destacó la elaboración de modelaciones climáticas, así como la verificación en terreno de estudios de suelo, además de contactos directos con productores de la zona "de manera de ver cuáles son sus percepciones, aprensiones y requerimientos para el futuro".

Cambio climático

González consideró que este tipo de estudios permite entregar antecedentes que validan la ocurrencia del denominado cambio climático.

"Hemos visto que ha habido una disminución en el régimen de precipitaciones en la zona, cuyo nivel es importante, por lo que cualquier merma tiene un efecto. Y también se ha reportado un aumento de las temperaturas (mínima y máxima), lo que incide en la capacidad forrajera y, por lo tanto, en la capacidad ganadera".

Con las modelaciones climáticas proyectadas, agregó, es factible inferir el comportamiento de la pradera. "Se estima que se adelantará un poco la producción para los meses de primavera, pero implica que para los meses de verano, esto se viene más complicado. Con veranos más secos y cálidos, la capacidad forrajera disminuiría y ya no se podría soportar tanto ganado en las praderas", determinó.

Adaptación

Ante estos resultados, es que generaron algunas propuestas de medidas de adaptación, como la tecnificación del riego.

"También se hizo un estudio de factibilidad técnica-económica, que derivó en introducir nuevas especies forrajeras que tolerarían mejor estas condiciones climáticas", resaltó.

La gerenta de Gestión Estratégica, Producción y Desarrollo del Ciren descartó que este nuevo escenario vaya a poner en riesgo la continuidad de la tradicional actividad ganadera y lechera de la región, aunque para ello recomendó tomar las medidas necesarias a tiempo, las que dependerán de las estrategias que se defina.

Así, la Comisión Nacional de Riego (CNR) ya está comenzando con programas en la zona; otra alternativa es la reconversión productiva, a través de créditos Indap.

"Como Ministerio de Agricultura existen diferentes instrumentos, a los cuales se puede optar", subrayó.

González también instó a los productores a comenzar a experimentar, como con el riego tecnificado y con las nuevas especies forrajeras para determinar su comportamiento y producción.

Agregó que estas situaciones toman tiempo, por lo que aconsejó comenzar a aplicarlas para su conocimiento y un posterior mejor desarrollo. "La actividad agropecuaria no pude generar cambios de un día para otro, por lo tanto deben ir considerando diferentes alternativas para implementar".

Elaborar estrategias

El secretario regional ministerial (seremi) de Agricultura, Eduardo Winkler, aseveró que ante la realidad que presenta el cambio climático "el Ministerio de Agricultura ha procurado anticiparse y enfrentar este escenario con mayores recursos para aumentar la disponibilidad de riego y mejorar la eficiencia en el uso del agua, y colocando recursos en la investigación de este fenómeno".

Sobre los resultados del estudio del Ciren, remarcó que "nos entregan datos concretos de cómo ha ido variando el clima y qué zonas de la Región de Los Lagos están siendo más impactadas, dándonos una herramienta tanto al sector público como a los agricultores para elaborar estrategias que nos permitan adaptarnos y mitigar estas condiciones que han ido cambiando".

Planteó que el desafío del abastecimiento del agua y el cambio climático ya no es una contingencia, sino que "es un cambio estructural, que debemos enfrentar todos, con una mirada estrategia de largo plazo. Y en ese ámbito, trabajar en la capacidad productiva de las praderas es esencial en una región que es el corazón ganadero del sur de Chile, actividades que han podido diferenciarse y alcanzar niveles de excelencia precisamente por la calidad de sus praderas".

Sobre el detalle de esta información, González aseguró que estará disponible a través del sitio ww.ciren.cl/visualizadores.

"El jueves tenemos una actividad de inicio, así que a fin de mes o en la primera quincena de julio estará a disposición toda la información del proyecto", aseveró.

El director ejecutivo de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), Álvaro Eyzaguirre, sostuvo que "el poder tener información fidedigna para la toma de decisiones resulta fundamental en el contexto que nos encontramos hoy de cambio climático, donde la agricultura enfrenta un sinfín de desafíos, demás del hecho que el sector debe producir más alimentos, con la característica de frescos, nutritivos e inocuos. A ello se suma la menor disponibilidad de recursos hídricos y de tierra, siendo la innovación una herramienta vital para anteponerse a estos posibles escenarios y así lograr un incremento productivo de menor impacto ambiental".