Valdivia: la Universidad Austral vive segunda vuelta y consolida moderno sistema de sufragio electrónico
SUFRAGIO. La carrera por la rectoría de la casa de estudios incluyó también un mecanismo de votación generado desde la universidad, con tecnología propia y un buen balance de su uso.
Aunque no es un sistema nuevo, la pandemia hizo que tomara mucha más relevancia. En 2006 la Universidad Austral de Chile creó su propio método electrónico de votación para que los académicos que estuvieran estudiando en el extranjero, o cumpliendo labores lejos de los campus, pudieran sufragar en los distintos procesos de la institución sin importar donde se encontraran. En 2021, 15 años después y tras ajustes y actualizaciones, se transformó en la herramienta que ha permitido que la elección del nuevo rector o rectora de la casa de estudios se desarrolle con altos estándares de transparencia.
Hoy será usado nuevamente en el balotaje para elegir al rector de la casa de estudios, entre la representante de la Facultad de Ciencias, Maite Castro, y la opción de la Facultad de Medicina, Hans Richter.
Cómo funciona
La directora de Tecnologías de Información de la Uach, Nadja Starocelsky, relató que "se creó una primera versión que se utilizó bastante, ya que la idea surgió para apoyar las elecciones de rector, decanos, consejeros académicos y de miembros académicos en el directorio, siempre pensando en un proceso híbrido. Estuvo vigente hasta 2017, cuando se empieza a implementar la actual porque, obviamente, las tecnologías cambiaron".
El sistema fue completamente creado en la Uach y su segunda versión fue diseñada para que estuviera administrada por la Secretaría General. Además, se le incorporó tecnología de encriptación de datos para proteger el proceso.
"La información viaja encriptada desde el computador del académico hacia los servidores de la universidad, pero además se almacena encriptada, como las tarjetas de crédito o las contraseñas. Si alguien por algún motivo entrara a los sistemas, no podría leer los votos ni modificarlos", dijo Starocelsky. La responsabilidad de generar la encriptación depende de varias personas, para mayor seguridad. A esto se suma que la tecnología está diseñada para que el voto sea absolutamente secreto. "Cuando un académico emite su sufragio, este voto no queda asociado a la persona, de esta manera no se puede saber por quién votó. Hay auditorías que permiten saber quiénes votaron, pero no qué votaron", recalcó. A este sistema incluso se le hizo una auditoría externa que notificó que era confiable.
Ayer, los integrantes de la Comisión Calificadora de Elecciones, junto al secretario general, participaron en la habilitación de las llaves electrónicas que permitirán la encriptación de la información que sea emitida por los votantes durante esta jornada. A las 18 horas de hoy esos datos serán desencriptados usando esas mismas "llaves".
Sin problemas
Nadja Starocelsky destacó el funcionamiento de este método de votación durante el último proceso, que fue desarrollado hace una semana de manera completamente digital. "Yo creo que la universidad hizo un tremendo trabajo comunicacional para entregar la información a todas las personas que estaban en el padrón electoral. Este ha sido un proceso bastante esperado por la universidad y en la primera vuelta no hubo problemas desde el punto de vista técnico. Todo funcionó muy bien", dijo. También contó que desde varias casas de estudios se han contactado para conocer este sistema, pero por temas de seguridad solo puede ser utilizado por la Universidad Austral.
2006 la Uach creó su propio método electrónico de