Comerciantes purranquinos se preparan con optimismo para enfrentar la cuarta cuarentena
PANDEMIA. El presidente del comercio de la ciudad, Víctor Hugo Álvarez, admitió que la emergencia de salud ha afectado la rentabilidad de los negocios, sin embargo, cree que "en julio vendrán días mejores". Hoy se inicia el confinamiento.
La cuarta cuarentena territorial en lo que va de esta pandemia iniciarán hoy los vecinos de la comuna de Purranque, medida restrictiva que implementó el Ministerio de Salud luego de permanecer en Fase 2 del Plan Paso a Paso por varias semanas consecutivas, que igual denota un desgaste y cansancio en la población. "Se ha efectuado un buen trabajo de pesquisa, pero cuando se levantan las restricciones no podemos controlar la movilidad de toda la gente. Es un asunto de responsabilidad personal", indicó recientemente la directora de salud municipal, Soledad Martino.
El sector más perjudicado con la nueva cuarentena es el comercio de Purranque, que ya ha sufrido pérdidas en los primeros tres confinamientos.
"El concepto 'no esencial' es bien relativo en las comunas más pequeñas. Incluye y afecta igual a los pequeños comerciantes, al comercio tradicional y a los artesanos. Porque los de primera necesidad pueden seguir trabajando, aunque está por verse, puede ayudar ahora el grado de movilidad por efecto de la primera y segunda vacuna", expresó el presidente de la Cámara de Comercio, Víctor Hugo Álvarez.
El líder del comercio local piensa que la cuarentena es necesaria y que hay que fiscalizar a quienes incumplen las medidas sanitarias. A aquellos que no usan la mascarilla, no acatan el distanciamiento social, pero con el comercio establecido, que cumple todas las normas, "no hay que ser tan rigurosos", dijo.
"Es igual una actividad esencial. Todos los comerciantes de Purranque se han reinventado de alguna forma para no cerrar. Estamos en condiciones de enfrentar esta cuarentena y pandemia, pero el artesano está mal. Yo reitero que la fiscalización tiene que hacerse, pero no debe ser tan intransigente. Dar una advertencia y corregir la falta para que eso se supere o normalice. El fiscalizador no debe ser al extremo categórico con el comerciante que está reabriendo su negocio. Es por necesidad", manifestó.
Los comerciantes purranquinos comentaron que están "normalizados" con las cuarentenas y pueden seguir trabajando.
"No nos pongamos una venda en los ojos, la gente sigue igual afuera. Así que nuestro llamado esa cuidarse más que antes. Los comerciantes de Purranque lo estamos haciendo bien, pero resulta que vienen fiscalizadores de Osorno, personas que no conocen la realidad comunal y son extremadamente rigurosos. Que no se olviden que los comerciantes pequeños, chicos y grandes estamos también en la primera línea en esta pandemia, tratando que la vida comunitaria funcione. Está bien que nos fiscalicen, pero por lo menos apliquen un criterio con el comercio establecido", subrayó Álvarez.
Víctor Hugo Álvarez valoró que los comerciantes purranquinos estén dispuestos a seguir comprometidos a dar su mayor esfuerzo en esta pandemia.
"Nos ha afectado la rentabilidad, pero seguro vendrán días mejores. Apostamos a que en julio comenzaremos a ver la luz al final del túnel y que termine esta incertidumbre colectiva. Y en ese escenario la gente esté decidida a invertir de nuevo y a reinventarse como comerciantes", señaló.
Esperanza
En la Población Carrasco, en tanto, vive y trabaja en el rubro del gas el conocido vecino y dirigente comunitario Ulises Antigual. Lleva poco más de tres años estable en la actividad, en un horario poco usual: de 19 horas hasta pasada la medianoche.
"Nunca pensé que íbamos a tener tantos problemas. Primero vino el llamado 'estallido social' y luego la pandemia, donde aún estamos inmersos y preocupados. Ahora tenemos algunos cuestionamientos por los precios que manejan las grandes plantas. Este mes registramos una baja respecto a las ventas, porque la situación económica ha estado variable. Hay mucha gente sin trabajo, otros que sobreviven con los pequeños bonos que otorga el Estado. Está complicado, pero hay que seguir aguantando. A las familias les cuesta más encontrar un empleo durante el invierno en la zona sur. Hay que tener fe que pronto vendrán tiempos mejores", señaló.
Patricio Araus, propietario de El Comilón Restaurante, ubicado en la calle Las Heras, indicó que "estamos un poco mejor. Antes de esta nueva cuarentena aumentó la clientela. Utilizamos un espacio que nos queda tipo marquesina y allí funcionamos con nuestras mesas de 9.30 a 18 horas. Son clientes cautivos desde hace muchos años, que se han portado súper bien en esta pandemia".
Añadió que lo más consumido en esta última Fase 2 fueron las colaciones como cazuela, lomo a lo pobre y salmón.
"La verdad, vendimos otro menú por las cuarentenas, donde la comida rápida se puede entregar al público como delivery. Pero ahora que tuvimos la posibilidad de atender afuera del local, los clientes solicitaron los platos que vendíamos antes. Eso es bueno, porque es más rentable. Con la comida rápida no es lo mismo", dijo Araus.
El comerciante espera que la medida restrictiva se termine pronto y avancen al menos a la fase 2. "Volver a cuarentena provoca un gran problema. Eso significa irremediablemente despedir a dos personas y quedarnos con dos. Y eso nos duele, pero este asunto de la pandemia es así. Es una lata que nos mantengan unas semanas en cuarentena y otras no", concluyó Araus.