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"Día a día vemos cómo las necesidades han crecido en pandemia y claramente los primeros afectados son los que siempre han sido más vulnerables, pero también hay personas que están en total desamparo, por la pérdida de sus empleos y simplemente no tienen para cocinar un plato contundente. Esperamos seguir gracias al apoyo de muchas personas y organizaciones que realizan sus donaciones para hacer posible esta acción social ciudadana", argumentó Barría.
Los usuarios de ambos comedores agradecen y valoran la ayuda que reciben de forma desinteresada de voluntarios que cocinan, así como de quienes realizan las donaciones. Lo que más destacan es el rico sabor de las preparaciones, que siempre están calientes y frescas, algo que ayuda a calentar el cuerpo y reconforta el ánimo en días fríos.
Ollas comunes
En la Villa Buscando un Futuro, ubicada al final de calle Acapulco, en Rahue Alto, se realiza la olla común "Vecinos Unidos", que martes y viernes, a partir de las 13.30 horas, entrega 50 porciones de alimentos a quienes más los necesitan.
La iniciativa es desarrollada por la dirigenta vecinal Fabiola Pardo, quien junto a una voluntaria entregan alimentos desde el inicio de la pandemia.
"Son pocas las familias que se deciden a entregar esta ayuda, que es tan necesaria y cada día más. Hay varias en Osorno que realizan esta labor fundamental, porque los organismos públicos no llegan a tiempo con la ayuda. Las familias agradecen tener un plato de comida caliente con un pancito que nosotras preparamos con mucho cariño. Lo hacemos con nuestros aportes y los que recibimos de personas que nos cooperan", explicó Pardo.
Agregó que las opciones van variando, pero siempre se consideran porotos, garbanzos, lentejas, cazuela, carbonada, budín, entre otros, además del pan y en los días más helados café.
"Mi sueño sería tener un carrito para entregar comida a quienes no pueden llegar a buscar sus alimentos. Igual he ayudado con leña, ropa, colchones y otras cosas a adultos mayores que son los que más mal lo están pasando. La llegada del frío aumenta la cantidad de personas que esperan tener una comida caliente y a veces nos da impotencia no llegar a todos los que quisiéramos", manifestó la dirigenta.
En la sede social de la población Juan de Dios Guajardo, ubicada en calle Santa Flora de Ovejería Alto, se entregan 100 raciones de almuerzos gratuitamente en los "sábados solidarios", a partir de las 12.30 horas. También funcionan gracias a las donaciones que realizan vecinos y dirigentes que participan de la iniciativa que comenzó en noviembre del año pasado para ayudar a quienes más lo requieren en pandemia.
Hay varias otras instancias solidarias que están operativas en los barrios de Osorno, mientras que otras están en periodo de receso tanto por falta de voluntarios que puedan cocinar como por las restricciones asociadas a la pandemia, que dificulta el funcionamiento de estas cadenas solidarias tan necesitadas y valoradas por la comunidad.
30 años funciona el comedor comunitario de la Parroquia San Leopoldo Mandic, en población Las Vegas, que de lunes a viernes entrega almuerzo a 80 personas necesitadas.
1900 nacieron las primeras ollas comunes producto de la crisis industrial del salitre, las que resurgieron en la crisis económica de 1982, siendo retomadas ahora durante la pandemia.