Chile y Bolivia pactan agenda común e inician "normalización" de relaciones
BILATERALISMO. Cancillerías anunciaron "hoja de ruta 2021" para abordar trabajo conjunto en cooperación económica, turismo, fronteras e innovación. El ámbito diplomático quedará para "más adelante" y La Paz no renunciará a su reivindicación marítima.
Hace una semana se dio un importante paso y ayer el canciller Andrés Allamand lo ratificó: los gobiernos de Chile y Bolivia fijaron una hoja de ruta de trabajo conjunto para este año, que permitirá normalizar las relaciones bilaterales entre ambos países, luego de largos años de tensiones diplomáticas.
Según relevó ayer el Ministerio de Relaciones Exteriores chileno, el viernes 30 de abril en La Paz ocurrió una decisiva cita entre los dos países, en los que participó una nutrida delegación chilena, y donde se decidió llevar a cabo la XXIII Reunión del Mecanismo de Consultas Políticas -sin realizar desde 2010- y la XXV Reunión del Comité de Fronteras e Integración. Además, se fijó un amplio temario de trabajo, en materias de interés común.
CANCILLER
El canciller Allamand, quien se reunió este viernes con el Presidente Piñera, para tratar el avance en estas gestiones, señaló que "en concreto, se estableció una hoja de ruta para el año 2021 que nos va a permitir abordar materias de fronteras e integración, complementación económica, libre tránsito, límites, integración física, cultura, medio ambiente, turismo, educación, ciencia, tecnología e innovación, cooperación bilateral, temas del ámbito consular, cooperación policial en materias como contrabando, tráfico de personas, migración, control del comercio ilegal, recurso hídricos transfronterizos", enumeró.
Según el jefe de la diplomacia chilena, con el inicio de "esta conversación y con los acuerdos alcanzados, damos paso a la normalización pendiente de las relaciones bilaterales entre Bolivia y nuestro país. Chile tiene un interés manifiesto, como también lo ha expresado Bolivia, de normalizar sus relaciones", agregando que el mandatario ha priorizado este acercamiento.
Allamand valoró el "compromiso recíproco de ambos países para dejar atrás una etapa particularmente conflictiva", en relación con la demanda marítima boliviana rechazada en 2018 por la Corte Internacional de Justicia. El foco, destacó, hoy está "en el futuro", y "el tema de las relaciones diplomáticas podrá abordarse más adelante".
Desde esa perspectiva, la Cancillería chilena insistió que aun cuando se mantienen diferencias abiertas sobre la demanda marítima y un nuevo recurso boliviano hoy en trámite en La Haya, han preferido abordar las "significativas coincidencias", y no se incluirán en la agenda las controversias pendientes.
REIVINDICACIÓN MARÍTIMA
Por su parte, el canciller boliviano, Rogelio Mayta, destacó también el inicio de las conversaciones con Chile, las cuales se darán "manteniendo nuestra posición histórica e irrenunciable por la reivindicación marítima, pero también comprendiendo la necesidad de desarrollar un relacionamiento bilateral".
Según la autoridad, este acuerdo busca "iniciar un diálogo orientado a la construcción de confianza mutua".
"Ambos países consideramos que el diálogo constructivo es el instrumento idóneo para el entendimiento e integración, que la cooperación bilateral ayuda a la convivencia pacífica, que el diálogo intercultural contribuye al necesario conocimiento de los pueblos y que el comercio y las inversiones son la herramienta para alcanzar el progreso de nuestros países", añadió.
"Ambos países consideramos que el diálogo constructivo es el instrumento idóneo para el entendimiento".
Rogelio Mayta, Canciller de Bolivia
Cuestión "abierta y pendiente"
El restablecimiento de conversaciones entre Chile y Bolivia ocurre a menos de dos meses de los dichos del presidente boliviano, Luis Arce, quien había reiterado el 23 de marzo que la reclamación marítima del país andino es una cuestión "abierta y pendiente" y que esperaba retomar las políticas establecidas durante el Gobierno de Evo Morales en busca de un acercamiento con Chile para solucionar el problema. Las relaciones diplomáticas entre ambos países fueron suspendidas en 1962.