Cuarentenas reducen al mínimo la frecuencia y recorridos del transporte público en la provincia
MOVILIZACIÓN. Vecinos y dirigentes aseguran que son los más perjudicados, ya que muchos deben venir a trabajar, abastecerse o para visitas médicas a Osorno y dependen de los microbuses que casi no circulan. Responsabilizan al gobierno por la falta de ayuda. Desde el gremio aseguran que el escenario es muy complejo y no han logrado respuestas de las autoridades a sus demandas.
Reducir la movilidad de las personas para controlar la propagación de la pandemia en la comunidad, es el principal objetivo de las cuarentenas comunales decretadas por el Ministerio de Salud (Minsal) durante los 13 meses que la pandemia del covid-19 afecta
al país. Esto afecta directamente al transporte público que cientos de personas utilizan a diario, pero que debido a las restricciones disminuye drásticamente, lo que deja en jaque a los distintos servicios.
En la provincia este efecto impacta directamente a las familias más vulnerables, tal como aseguran vecinos y dirigentes de las distintas comunas, quienes dicen que el gobierno decreta los confinamientos territoriales sin considerar que las personas igual requieren trabajar, abastecerse, ir a recintos de salud, entre otras actividades que son esenciales, más aún cuando la mayor cantidad de servicios están emplazados en la ciudad de Osorno, hasta donde deben desplazarse incluso pagando altos costos en medio de transporte alternativo por la falta de locomoción pública.
Problemas en aumento
Las cuatros cuarentenas a las que ha estado sometida la comuna de Osorno -entre el 30 de marzo y 30 de abril; del 3 de octubre al 30 de noviembre; del 14 de enero al 15 de febrero; y desde el 11 de marzo hasta la fecha- sumado al confinamiento que actualmente mantienen las otras seis comunas de la provincia, han provocado una reducción al mínimo de recorridos y frecuencias en las líneas intercomunales. Esto deja como resultado que muchas familias vivan días muy complejos para llegar desde sectores rurales al centro de sus comunas, como es el caso de Puyehue, San Pablo y Río Negro, así como quienes deben llegar a la capital provincial.
Margot Gutiérrez vive a 10 kilómetros de Puaucho, en la comuna de San Juan de la Costa, desde donde debe venir al menos dos veces al mes a Osorno por temas médicos, lo que durante el periodo de cuarentena no ha sido fácil.
"He estado más de dos horas esperando que pase algún microbús, porque si bien salgo a la hora que supe pasará el recorrido de la mañana, finalmente no se hizo o cambió de hora sin previo aviso. Acá hemos vivido la falta de transporte público con estas medidas que vienen sin planes de contingencia y los únicos que pagamos somos los pobres. Si creen que todos tienen automóvil, no es así. Para salir es un drama y el retorno lo mismo", explicó la mujer.
Rubén Llanos, presidente de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de La Costa, explicó que el problema es constante durante las cuarentenas, lo que perjudica a los usuarios, ya que a los pocos recorridos que se hacen se suma que no se realizan hasta el final, ya que llegan a la mitad donde se bajó el último pasajero.
"Las culpas son compartidas, porque claro que anda menos público, pero esa poca gente necesita el transporte público porque tienen que ir a Osorno sí o sí, ya sea por trabajo o para abastecerse, entonces los transportistas por un lado no cumplen, pero el Estado tampoco se preocupa de apoyarlos para garantizar al menos tres servicios diarios a comunas como la nuestra. Si el fondo de todo es que Santiago es Chile, porque creen que la gente tiene auto o servicios cerca en todas partes. Acá no hay ni farmacias, entonces la movilidad es necesaria y la gente depende del transporte público", sostuvo.