Comunidad huilliche, asesores y carabineros se sumaron a cosecha de quínoa en Curralhue Grande
RÍO BUENO. La faena se llevó a cabo en media hectárea del sector Curralhue Grande y estuvo a cargo de la socios de la comunidad Amancay Rayén, de Champulli. Usaron una segadora-trilladora especial para el producto nativo.
La primera cosecha de quínoa (semilla nativa llamada grano integral) de la temporada permitió a los integrantes de la comunidad huilliche Amancay Rayén de Champulli, a 40 kilómetros de Río Bueno, realizar un encuentro con profesionales y asesores del Programa de Desarrollo Territorial Indígena (PDTI) y Carabineros, invitados especiales a la faena de media hectárea en Curralhue Grande.
Con una moderna segadora-trilladora para superficies pequeñas, completaron la cosecha que les permitió recolectar 6 sacos de quínoa, para los cerca de 20 felices socios, en su mayoría mujeres, que por segunda vez utilizan esta herramienta adquirida con recursos propios y aportes del Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario (Indap).
La trilladora, que sólo necesita ser guiada, tiene un motor y un sistema de movimiento que facilita el manejo del operador que va controlando la velocidad y la rapidez del corte y va desgranando el cereal para su limpieza.
Protocolos
La actividad generó un ambiente de fiesta donde se extremaron las precauciones sanitarias debido a los efectos de la pandemia por covid-19.
El dirigente de la comunidad huilliche, José Filcún, dijo que "la desarrollamos con los protocolos necesarios por la pandemia, pero no podíamos demorarlo, máxime cuando nos sirve para probar este verdadero robot al que acompañamos para hacer la cosecha de nuestro cereal, la quínoa, en cuya siembra y cosecha incursionamos con todo nuestro grupo".
Fernando Guajardo y Soledad Muñoz, a cargo del Proyecto de Desarrollo Territorial Indígena, estrechos colaboradores de esta comunidad, destacaron las condiciones climáticas favorables que permitieron el uso adecuado de la máquina, una de las pocas en la zona sur, obtenida mediante un proyecto de esta comunidad que usa el cereal en la creación de productos gastronómicos elaborados por las mujeres del grupo.
Rosa Vera Maldonado, de la comunidad Amancay Rayén; y Alicia Martínez Saldivia, que cedió el terreno de poco más de una hectárea para la siembra, manifestaron su satisfacción por la forma en que han incursionado en la producción de quínoa, que tiene un alto precio y demanda, aunque ha disminuido por la pandemia.
Adios a la echona
La segadora-trilladora, que sirve además para la cosecha de trigo y avena en espacios reducidos, permitió obtener 6 sacos en poco más de un cuarto de hectárea, donde trabajaron las 14 familias de esta comunidad. La social María Lehue indicó que esta herramienta les permite un importante ahorro de tiempo, "ya que antes cortábamos con echona, que ahora no es necesaria, porque la máquina va cortando y la quínoa llega limpia al saco".
"Nos invitaron para participar de la cosecha de la quínoa, labor desconocida para mi y ha sido muy grato compartir con los dirigentes y socios, manteniendo los resguardos y medidas sanitarias por el covid-19. Felicito a la comunidad por el esfuerzo y trabajo que hacen, aun con las restricciones que impone la emergencia sanitaria", indicó el comisario de Carabineros Edgardo Olivares, que los llamó a cuidarse y ofreció el apoyo de carabineros en cada una de sus actividades.
La cosecha de quínoa ha sido para los vecinos de ambos sectores un fructífero motivo de encuentro y trabajo mancomunado, con avances que han sido reconocidos a nivel comunal.
"Nos invitaron para participar de la cosecha de la quínoa, labor desconocida para mi y ha sido muy grato compartir con los dirigentes y socios, manteniendo los resguardos y medidas sanitarias".
Edgardo Olivares comisario de Carabineros
14 familias tiene la comunidad huilliche Amancay Rayén, de Champulli, a 40 kilómetros de Río Bueno.