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Historia de lucha
En 1985, científicos del Instituto de Ecología alertaban del inquietante problema de contaminación que afectaba a los ríos Damas y Rahue, una realidad que atestiguarían en primera fila los vecinos de Villa Los Notros.
Un año después, a Walter Carmona, dirigente ambientalista del sector, le entregaron su vivienda. Si bien para esa fecha no era tan latente este foco, ya que las lluvias eran más comunes en la época estival, poco a poco comenzó a darse cuenta de lo que tendría que enfrentar.
"Siempre tuvimos este problema, muchos años atrás había empresas que descargaban sus residuos industriales directo al río. Algunas poblaciones igual lo hacían con desechos domiciliarios. Eso fue muy serio, porque el Damas empezó a emanar malos olores, hartos zancudos en las noches y ahí decidimos salir a las calles", relató.
Una situación similar vivió Violeta Alun, presidenta de la Junta de Vecinos, quien también formó parte de los primeros habitantes de la zona. En ese momento les resultó fácil agruparse y así en 1990 concretaron la primera manifestación ambientalista en el país, con constantes convocatorias que se volverían rutina los años siguientes.
Alun relató que "como éramos pocos los que peleábamos por esto, nos juntábamos a meter bulla nada más. Esta es una villa muy sana, muy bonita, nunca hemos tenido ningún improperio con la gente, todo lo contrario. Partimos para llamar la atención".
Para cada uno de los manifestantes, el escenario era insoportable. Durante marzo de 1997 anticipaban un pronóstico incierto respecto al futuro del río y, en declaraciones a este diario, incluso sentenciaron: "parece que esto cada vez va a ser peor". En aquella ocasión, el municipio -representado en aquel entonces por el alcalde Mauricio Saint-Jean- interpuso un recurso de protección en la Corte de Apelaciones de Valdivia argumentando que la población estaba siendo envenenada.
En paralelo, producto de las frecuentes preocupaciones que les generaba este tema, empezó a gestarse lo que sería la Red Ambiental Ciudadana de Osorno (nacería formalmente en 2002), así como diversas acciones para revertir la condena que pesaba sobre el cauce de origen pluvial a largo plazo.
En esa década consiguieron establecer una mesa de diálogo, donde participó la municipalidad, la Gobernación, la Autoridad Sanitaria y los afectados. Se hizo un muestreo y obtuvieron los primeros resultados: se retiraron las descargas domiciliarias de quienes vivían en las adyacencias del río, mientras que pequeñas empresas tuvieron que cerrar.
"Comenzó a mejorar paulatinamente, pero después la empresa Watt's subió su descarga de riles al río, porque aumentó su producción. El sistema permite descargar una poca cantidad de riles, pero ese porcentaje hoy no representa lo mismo que ellos recibían hace 20 años atrás", agregó Walter Carmona.
Nuevas protestas
Alun reconoce que en un punto, después de estas soluciones paliativas, la lucha se estancó. Aun cuando hicieron una gran cantidad de protestas, no lograron solventar definitivamente el problema y siguen lidiando con las consecuencias.
La contaminación escaló nuevamente hace cinco años: volvieron los malos olores y los zancudos. "Antes corría agua, era poca, pero había. En la actualidad está estancada y detenida, es totalmente blanca, pura leche. Ojalá hubiésemos estado cerca de terminar esto en aquel entonces, ahora volvimos porque la verdad ya nos colmaron la paciencia", detalló la dirigenta.
Las personas que han llegado a residenciarse en el sector también se han percatado de esta situación. América Lorena Balbontín, de 37 años, es una de las que se incorporó recientemente a la jornada de manifestaciones, que partió el 22 de febrero y continuó el 1 de marzo, pese al cambio de planes que hubo por la falta de una autorización para movilizarse hacia el centro en esa última fecha.
"Vivo hace aproximadamente seis meses en la villa Los Notros. Soy una persona que tiene mucha conciencia social y ecológica, soy animalista, no formo parte de ninguna agrupación, pero trabajo con todas ellas. Recientemente el tema volvió mediante pequeñas denuncias dentro del WhatsApp, yo misma tomé fotos, otro vecino igual y empezamos a alertarnos entre todos. Eso desencadenó una convocatoria para manifestarnos pacíficamente", expresó.
Mudarse a esta zona representó un cambio radical, ya que vive con su hija, 4 gatos y dos perros. El aire irrespirable la forzó a dejar de pasear a los canes y llevarlos a casa de sus padres para evitar el estrés.
En este tiempo Balbontín se ha puesto al día de la historia de las movilizaciones, con el fin de hacer un balance de qué se puede mejorar. Desde su perspectiva, anteriormente faltó abordar otras herramientas, como disponer de un abogado idóneo para asumir demandas contras las empresas responsables y tener constancia.
"Los más jóvenes hemos tenido un papel fundamental en azuzar de que no podemos quedarnos con salir a la calle y gritarle a los ediles, a los políticos, que hagan algo. Nosotros tenemos que actuar. Estamos optimistas porque nos enfocamos en otras herramientas, otras bases, desde lo legal, lo educativo, con conocimiento de causa de cómo son estas luchas y qué puertas tenemos que tocar", afirmó.
Aunque ha habido modificaciones en las estrategias, la propuesta vecinal sigue intacta a lo largo de los años: que la firma sanitaria Essal reciba las aguas servidas de Watt's y le cobre a la empresa por el tratamiento.
El alcalde Jaime Bertín dijo el 24 de febrero a El Austral que manejan dragar el río como una de las opciones, pero entiende que esto causaría molestia a grupos ambientalistas.
"El problema de raíz se soluciona trancando todos los ductos ilegales que hay hacia el damas y que Essal reciba las aguas servidas".
Walter Carmona, Dirigente vecinal
"Osorno debe volver su mirada hacia los ríos, pocas ciudades tienen la ventaja comparativa de ser cruzadas por dos cuencas hídricas".
Richard Figueroa, Sociólogo