Los profesores son imprescindibles
Todo indica que tecnología y clases online se quedan en la vida escolar. Los maestros juegan un rol clave. Pero se harán pocos. Elige Educar señala que, en 2025, faltarán 26 mil docentes en Chile, un déficit de 19%. Esta proyección de debe asumir con un desafío para toda la comunidad,
Esta semana marzo se inició el año escolar en Los Lagos y gran parte del país. De manera presencial el retorno incluyó varios colegios particulares y particulares subvencionados. Muchos más comenzaron sus actividades académicas en línea con computadores, desde sus casas.
Lo anterior implica volver al trabajo a distancia para estudiantes y docentes, además de un año complejo desde el comienzo; aunque con mayor preparación y menos incertidumbre que el vivido en 2020. Aulas virtuales, conexión, programas educativos especiales, beneficios sociales repartidos por turno, clases híbridas y apoyo fundamental de madres y apoderados a diario, ya están incorporados. La tecnología, que debía llegar, irrumpió para quedarse.
Este nuevo sistema implica un desafío en el cual los profesores son imprescindibles. Desde esa realidad, preocupa un estudio dado a conocer por Elige Educar, el cual evidenció que, para 2025, habrá un déficit de más 26 mil profesionales idóneos -de acuerdo la evaluación docente- en del país. Faltará un 19% de los necesarios. especialmente en ciencias, tecnología, historia, matemáticas e inglés.
Las regiones del norte serán las más afectadas, pero todas necesitarán refuerzos y recambio; en primer lugar por el alza sostenida de horas pedagógicas y, luego, por los retiros que ya se vislumbran. Según datos del Colegio de Profesores, antes de 2024, unos 20 mil de sus asociados dejarán de manera voluntaria las aulas y la cifra irá subiendo. Actualmente, un 32% de los 242 mil profesores que hay en el país tiene entre 45 a 64 años de edad y se desempeña, mayoritariamente, en el sector público (Minuta Mineduc, 2019).
Se calcula que en 2025 el déficit local llegará a 20%. En este escenario es importante estimular a más jóvenes para que opten por carreras del área. Hay ofertas e incentivos, pero el mayor requisito es que les guste y quieran enseñar. La pandemia también demostró que tecnología no reemplaza vocación y que el rol de estos profesionales tan llenos de vocación es fundamental en la construcción de un mejor país.