Verano perdido para el turismo
Es particularmente sensible para la economía regional la paralización forzada de un sector con abundantes actores grandes, medianos y pequeños. El Gobierno tiene un rol central en la correcta focalización de las ayudas que pueden destinarse a los emprendimientos turísticos.
De no mediar grandes novedades (algo muy improbable a estas alturas), la cuarentena que rige actualmente en toda la provincia de Osorno -entre ellas las turísticas comunas de Puerto Octay, Puyehue y San Juan de La Costa- además de Puerto Montt y Puerto Varas en la provincia de Llanquihue, se mantendrá hasta mediados de febrero, si es que se recuerdan las prevenciones hechas por la autoridad sanitaria en cuanto comenzó a regir la restricción, en el sentido de que esta vez el confinamiento duraría como mínimo un mes. Puede que entonces se decrete el fin de la cuarentena o bien que se prolongue por otro período similar (no hay que olvidar que Osorno suma tres cuarentenas en esta pandemia). Mientras el primer supuesto aparece como muy difícil de concretarse por la singular dificultad de la zona en conseguir una baja de los contagios (los casos activos siguen complicando ala región), el segundo, a ojos del gremio del turismo, de poco servirá a esas alturas del verano.
Tal como lo han advertido los representantes gremiales del turismo en Los Lagos, la vigente cuarentena prácticamente le puso la lápida a la temporada estival, que por años ha sido el fuerte de una actividad con numerosos emprendimientos directos e indirectos. Apenas se comunicó por parte del Gobierno el inicio del confinamiento a partir del 14 de enero, se produjo una escalada de cancelación de reservas, al tiempo que la hotelería y el área gastronómica tuvieron que pausar sus contrataciones de personal por el encierro al que se sometería gran parte del territorio.
El golpe ha sido extremadamente duro para el sector. Tanto que muchos de sus representantes ya señalan que 2021 es un año perdido, en cuanto al verano, y que marzo será un mes clave para constatar quiénes siguen en pie y quiénes no. En este escenario, es vital que el Gobierno observe con detalle lo que está ocurriendo, a fin de realizar una correcta focalización de los programas de ayuda que se han ido anunciando en los últimos meses. De poco servirá la batería de programas que se han hecho si no llegan en tiempo y forma a quienes más lo necesitan en el sector del turismo, uno de los motores de la economía regional.