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Lengua de señas chilena
El 22 de diciembre del presente año, el Congreso Nacional aprobó el proyecto de ley que modifica la normativa Nº20.422 que establece normas sobre igualdad de oportunidades e inclusión social de personas con discapacidad, para promover el uso de lengua de señas en los ámbitos educacional y laboral. El artículo 26 se reemplaza por: "Artículo 26. La lengua de señas chilena es la lengua natural, originaria y patrimonio intangible de las personas sordas, así como también el elemento esencial de su cultura e identidad individual y colectiva. El Estado reconoce su carácter de lengua oficial de las personas sordas. El Estado reconoce y se obliga a promover, respetar y a hacer respetar, de conformidad con la Constitución, las leyes y los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes, los derechos culturales y lingüísticos de las personas sordas, asegurándoles el acceso a servicios públicos y privados, a la educación, al mercado laboral, la salud y demás ámbitos de la vida en sociedad en lengua de señas".
Relevante es la incorporación del inciso tercero en el artículo 34: "La enseñanza para los estudiantes sordos en los establecimientos señalados en el inciso anterior deberá garantizar el acceso a todos los contenidos del currículo común, así como cualquier otro que el establecimiento educacional ofrezca, a través de la lengua de señas como primera lengua y en español escrito como segunda lengua".
Estas modificaciones e incorporaciones deben ser atendidas por las Instituciones de Educación Superior que forman futuros profesores, por un lado, considerando el aprendizaje de la lengua de señas chilena (LSCh) como parte del currículum, además la consideración en la diversidad de aprendizajes de los estudiantes sordos de manera que los profesores noveles cuenten con las estrategias para este grupo de alumnos; por otro lado, ofrecer la posibilidad de construir comunidades de aprendizaje en espacios de educación superior, con profesionales sordos que impartan la enseñanza de la Lengua de Señas Chilena (LSCh) sin olvidar que son ellos los modelos principales de su cultura, lengua e identidad, creando vínculos de colaboración con el medio educativo que acoge en sus aulas estudiantes sordos y sordas.Karina Muñoz, directora Instituto de Especialidades Pedagógicas Universidad Austral de Chile
Privilegio latinoamericano
Chile ha hecho noticia por ser el primer país sudamericano en iniciar la vacunación contra el covid-19 e incluso por ser, hasta ahora, el único en toda Latinoamérica con posibilidades reales de vacunar a la generalidad de su población en 2021. Si embargo, esto no es mera suerte o coincidencia.
Nuestro país ocupa también el primer lugar de América Latina en el Índice de Desarrollo Humano elaborado por el PNUD. Este índice incorporó este año, por primera vez, la sostenibilidad medioambiental como factor para evaluar el desarrollo de los países, lo que incluso hizo subir a Chile 14 puestos a nivel mundial, desde el lugar 43° al 29°.
Ha sido el modelo de desarrollo que Chile ha mantenido hasta este punto el que nos ha permitido entender el acceso universal y gratuito a la vacuna contra el covid-19 como algo obvio y el desarrollo económico sostenible como algo normal.
Hemos normalizado nuestra posición de privilegio en un contexto latinoamericano desigual. ¿No será tiempo de comenzar a asumir nuestra responsabilidad país como modelo de desarrollo para los demás?. Es hora de que Chile comience realmente a despertar.
Alexandro Cea
Educación superior
Terminamos un año en que enfrentamos una de las crisis globales de mayor dimensión en la historia, desnudando nuestras debilidades y agravando las desigualdades sociales y económicas entre nuestros jóvenes.
Por esta razón, y responsablemente en nuestra universidad, generamos un programa con fondos propios entregados voluntariamente por profesores, colaboradores y directivos de sus remuneraciones, para ir en ayuda de los estudiantes que lo requerían, otorgando computadores y banda ancha móvil a sus hogares para que continuaran sus clases.
Con esta necesidad urgente, las universidades debieron adaptar sus procesos a una educación no presencial o a distancia que involucra diferentes estrategias, junto a un compromiso solidario, humano e inclusivo para afrontar esta pandemia.
Una gran lección aprendida este año fue la necesidad de enfocar la educación superior de un modo innovador, para complementar con más fuerza el educar y su relación con el aprender, situando al estudiante en el centro del trabajo educativo. De esta forma, los líderes de las instituciones educativas tenemos el desafío de repensar los métodos, las formas, los sistemas de enseñanza y aprendizaje.
Rafael Rosell Aiquel, rector de la Universidad Pedro de Valdivia