A extremar los cuidados
En Navidad se observaron acciones de riesgo, como las aglomeraciones. Es de esperar que no se repitan esta semana. En la mesa, que se garantice distanciamiento social, e identifique vasos y cubiertos; además de sacar mascarillas sólo para comer.
Después de una Navidad con características tan distintas a las de ocasiones anteriores, se aproxima un fin de año igualmente desafiante, tanto en lo emocional, como en lo práctico. Sobre lo primero, no será fácil hacer balances sin mencionar la pandemia; por lo segundo, se trata de celebrar resguardando medidas sanitarias que garanticen un cambio de calendario más seguro. Ninguno de ambos pasos es simple, pero el último ofrece la ventaja de elegir las acciones que cada uno realiza para cuidarse y proteger a los suyos.
Esto último se refiere a conductas que puedan evitar contagios de coronavirus, aún en medio de efervescencia colectiva que estas fechas provocan.
Lamentablemente, en muchas partes se vivió desde el miércoles una avalancha de público volcado a las tiendas y supermercados, a pesar del refuerzo de controles efectuados por las policías y militares. Quizás en ese proceso las personas consideraron precauciones, pero la aglomeración nunca es segura. De hecho la autoridad de salud clausuró locales y cursó sumarios por no respetar aforo máximo.
Es de esperar que el escenario no se repita esta semana de Año Nuevo y que las prevenciones se extiendan también hacia los espacios privados, donde se multiplican riesgos de contagio de covid-19, al generarse sensaciones de falsa seguridad con las visitas o quienes salen y vuelven con frecuencia a los hogares.
Al respecto, la Asociación Chilena de Seguridad (Achs) entregó hace algunos días algunos consejos a través de la campaña comunicacional "Señales de Vida", que invita a festejar de manera más consciente. Entre sus recomendaciones incluye no saludar con abrazos, ni besos; no sobrepasar los límites en cantidad de invitados (diez en espacios abiertos y 5 en lugares cerrados). En la mesa, que se garantice distanciamiento social, e identifique vasos y cubiertos; además de sacar mascarillas sólo para comer. También habilitar un lugar para que los asistentes puedan lavarse las manos y secárselas con toalla desechable. Una vez terminada la celebración, desinfectar.
Todo esto puede sonar duro, pero apunta a esfuerzos que pueden evitar dolores mayores. No olvidemos que en Ñuble se ha producido una importante alza de casos que preocupa a la autoridad.