Andreina Céspedes

Con el pronóstico de un verano de altas temperaturas en la zona sur del país, emanado desde la Dirección Meteorológica de Chile, los municipios de la provincia de Osorno apuntan a los proyectos de Agua Potable Rural (APR) para reducir la entrega de agua a futuro y, en otros casos, estiman aumentar la cobertura de familias que dependen de este servicio.

En un año marcado por la pandemia, tuvieron que adaptar protocolos diferentes de distribución, así como lidiar en ocasiones con falta de personas en terreno como medida de precaución para los trabajadores considerados de grupos de riesgo y los usuarios.

De igual forma han comenzado a proyectar estrategias alternativas en caso de necesitar extender estas entregas en los meses críticos, especialmente en marzo, mediante las solicitudes que envían cada tres meses al Gobierno Regional detallando los recursos requeridos para el financiamiento.

Aumentar cobertura

En el contexto de la contingencia sanitaria, en Purranque no presentaron ningún inconveniente al momento de llevar agua a zonas rurales, por lo que las instrucciones únicamente se basaron en reforzar los implementos como mascarillas y alcohol gel para resguardar al personal.

Para la entrega, la municipalidad destina mensualmente 7 millones para el arriendo de dos camiones aljibe y 560 mil pesos en la compra del líquido a Essal, abarcando unos 28 sectores.

"Los meses más críticos vienen ahora, parten en noviembre y de acá no paramos hasta marzo. En el fondo, esta pedida se va haciendo por tres meses a la Intendencia, por ejemplo, ya solicitamos para enero, febrero, marzo", explicó Juan Carlos Delgado, encargado de la Oficina de Emergencias.

En el informe presentado, indicó que al término de 2020 atienden a 217 familias, lo que equivale a unas 658 personas. Esta cifra representa un incremento respecto al mismo periodo del año pasado, cuando alcanzaban 192 familias y 588 personas.

Por esta razón, los litros también aumentaron, ya que pasaron de un promedio de 204.750 semanales a 230.300 litros. "Pedimos agua para esas mismas familias en 2021 correspondiente a enero, febrero y marzo. Si llegaran a incrementar, eso se irá informando los meses siguientes. No tenemos nada adicional, si el día de mañana se presenta una necesidad mayor, estamos obligados a pedirle al Gobierno más recursos", agregó.

Durante la temporada estival, Delgado considera que es común requerir más volumen del suministro, en parte porque la gente se ha acostumbrado a recibirlo y para sus animales. "A veces les dejamos un poco más para ayudarlos. Este año felizmente la sequía no fue tan grave, pero se pronostica que el próximo será seco, así que es relativo", reconoció.

Reforzar entregas

En San Juan de la Costa se mantienen operando cinco camiones aljibe y previamente cuentan con los recorridos preestablecidos, en los cuales puntualizan a unas 500 personas con mayores necesidades.

"Nosotros administramos el sistema y hasta el momento hemos funcionado normalmente. El próximo año lo tenemos planificado igual. La sequía se expresa en el campo en marzo, no ahora en el verano, eso tiene que ver con las napas subterráneas", expresó el alcalde de la comuna, Bernardo Candia.

El presupuesto establecido anualmente es de 15 millones de pesos para adquirir el agua y 250 millones procedentes de la Intendencia, cuyo propósito es la contratación de los camiones y la distribución en unas 20 localidades distintas.

Si bien no hubo inconvenientes por la pandemia, en el ámbito de recursos ni de personal, analiza distintos mecanismos en busca de responder asertivamente a posibles inconvenientes que pudiesen registrarse ante una eventual sequía o altas temperaturas.

"Uno es reforzar la entrega de estanques de acumulación de aguas lluvias y con ellos fortalecemos que las familias tengan agua permanente. Por eso no hemos tenido dificultades mayores en este tema, creo que ninguno de estos años",